Sin embargo; las amenazas y peligros por ejemplo del burocratismo, no se combate sin correr el
riesgo de militar en los espacios donde el está presente, vale decir las
instancias gubernamentales, las asociaciones y gremios del movimiento popular,
los planes y proyectos alternativos que en muchas oportunidades son colonizados
por las prácticas burocráticas.
Del mismo modo, la superación del dogmatismo y del sectarismo asociado,
no se logrará sin la batalla de ideas, sin el desarrollo de la formación
socio-política.
Por otra parte, el enfrentamiento a las posturas reformistas o a las
prédicas de la “derecha endógena” no tiene garantía de victoria sin un
acompañamiento político-pedagógico de los explotados y oprimidos, que en su
gran mayoría han apostado a construir un referente organizativo distinto al
tradicional agrupamiento de la izquierda venezolana.
Finalmente, la confrontación del Cdte Chavéz con el imperio y sus
aliados de la oligarquía criolla, ha desatado un periodo de alta conflictividad
y riesgos desestabilizadores, los cuales demandan la unidad de acción y el esfuerzo conjunto de las fuerzas
revolucionarias, más allá de las actuales diferencias con sectores que se
reclaman del chavismo.
Este conjunto de razones, entre otras, condujo a diversos colectivos que
hacen vida en el Bloque Socialista Revolucionario de Guayana, a tomar la
decisión de participar en la inscripción aperturada para optar a ser miembro
del PSUV.
La libre confrontación de ideas y el respecto a la disidencia, como
corresponde a la nueva cultura política que estamos construyendo, nos permitió arribar a esta posición sin los
desgarramientos y conflictos propios de las peleas sectarias o grupales.
Al tomar esta decisión, estamos condenando la lucha fraccional o el entrismo, las cuales
pueden reproducirse al interior PSUV si no se establece una profilaxis que
conjure su desarrollo y evite el saldo negativo para la unidad y el esfuerzo
conjunto.
En tal sentido, reiteramos nuestro compromiso de lucha por una nueva
cultura política, lo que en la actual coyuntura se traduce en:
1.- Trabajar en función del rearme ideológico de nuestro pueblo, aportando estrategias metodológicas e
investigativas que contribuyan a la
elaboración teórica colectivas.
2.- Proponer una agenda programática donde se pueda discutir los aportes de la corriente histórico-social
de Nuestra América.
3.-Acompañar las diversas
experiencias organizativa de base.
4.- Defender en la vida interna y en los estatutos la participación
integral a través del ejercicio de la democracia revolucionaria.
5.- Demandar un tratamiento adecuado de las contradicciones y divergencias entre revolucionarios,
por lo que se debe promover la cultura del debate y el libre juego de las
ideas.
6.- Reivindicar el humanismo militante, donde se debe combatir la
enajenación de la militancia, siendo la organización un espacio de
prefiguración de la nueva sociedad que se quiere construir.
Existe un acervo político-ideológico ( experiencias, metodologías,
elaboraciones ) donde se materializan estos tópicos de la nueva cultura
política, y nuestra propuesta e poner
estos acervos a la orden como una
contribución al debate al interior del PSUV
13 de Mayo 2007