Pareciera acercarse el fin del conflicto limítrofe por el Golfo de
Venezuela, donde la supuesta propuesta de la comisión binacional pondría en
el tapete que Venezuela saldrá ganando porque le correspondería más del 90%
de la costa del Golfo. Ahora me pregunto ¿será ganar perder otra porción de
nuestro territorio nacional?. Algunos dirán “agarrando aunque sea fallo”,
lamentablemente esta ha sido la posición de todos nuestros negociadores a
través de la historia, amén de que cualquier conflicto que se ha llevado a
las cortes internacionales hemos salido con las tablas en la cabeza.
La posición de Colombia la entendemos, ya que se encuentran ante una
grave declinación de sus yacimientos petroleros, que incluso pudiese
provocar en pocos años que no se puedan abastecer internamente, por lo que
le interesa sobre manera culminar con ese conflicto en el Golfo y ponerle la
mano a ese 10 % de una zona rica en el vital crudo.
Son muchos lustros de desidia gubernamental que han mantenido nuestros
gobernantes. Recuerdo cuando aún estaba en el Liceo veía los mapas de
Venezuela con una extensa área demarcada como “zona en reclamación”, y de
golpe desapareció de todos nuestros mapas, como por obra de magia, y ¿a
quién le dolió, a quien se responsabilizó o castigó por ello?, a nadie que
yo recuerde, pero allí está la historia y los hechos no se pueden ocultar.
La clase dirigente de Venezuela ha sido la responsable por la disminución
del territorio patrio, ya que ésta no ha entendido que disminuir el espacio
significa la eliminación progresiva de la nación. Además, se debe modificar
y actualizar el concepto geopolítico de frontera a fin de impedir la
reducción del espacio venezolano, problemas debidos a causas diversas, pero
principalmente por incoherencia en nuestra política exterior, carencia de
una conciencia territorial, presencia de numerosos vacíos territoriales,
ausencia de una conciencia marítima y deficiencias del sistema educativo. La
política venezolana, que a través de la historia ha puesto a las necesidades
fundamentales del Estado los intereses de partido y de los gobiernos de
turno. La presencia de numerosos vacíos territoriales, como consecuencia de
la distribución desigual de la población venezolana, que ha determinado la
existencia de numerosos espacios sin ocupar en sus fronteras. La frontera
despoblada ha sido una de las causas fundamentales de las perdidas
territoriales que hemos sufrido, y constituye una constante amenaza a la
integridad de la nación. Por ello, el poblamiento de las fronteras debe ser
un imperativo de primer orden dentro de los planes de desarrollo del país.
En las fronteras sólo la presencia venezolana real y tangible, es
instrumento idóneo de verdadera demarcación.
La ausencia de una conciencia marítima, pues a pesar de ser Venezuela
un país con unos 3.700 kilómetros de costa y limitar al norte con catorce
países, ha vivido de espaldas al mar, sin tener una política audaz en el
Caribe.
El estudio de la problemática fronteriza colombo / venezolana debe
tomar como punto de partida, en el caso de nuestro país, la identidad
nacional, que es la que define la vinculación espiritual, histórica, física
y moral con la tierra donde se vive.
Ya perdimos La Guayana Esequiba, espero no sigamos perdiendo cada
vez un pedacito más de territorio hasta quedarnos amuñuñados en las grandes
ciudades, por una falta de planificación estratégica en el desarrollo de
nuestros espacios terrestres y acuáticos.
En al caso del Golfo el avance de la tecnología hace posible la
extracción de crudos y gas de esa región, y por ello es la pugna del
Gobierno Colombiano. Aquí yo traería a colación la famosa frase de nuestro
Libertador: “Patria o Muerte”.
Email: reinaldosilva119@hotmail.com.