Tascón, una piedra que se quitó del apato la derecha disfrazada de izquierda

He leído y releído el texto de Simón Rodríguez Porras titulado “La expulsión de Luís Tascón del PSUV” y creo que ha dado en el mero centro de la llaga interna del descontento en el PSUV, que tiende a coger una dimensiones catastróficas, dada la composición del comando de decisión y movilización electoral para el venidero referendo popular sobre el proyecto de reforma. Si a esto agregamos, lo señalado por Carlos Lanz acerca del golpe suave y el efecto Baduel, mas allá que lo llamen “capitulación ideológica” o “alta traición”, lo cierto es que hay síntomas de que el proyecto de reforma ha activado mayores contradicciones internas en el campo de la revolución bolivariana, que en el terreno opositor. ¿Será casual esta aparente radicalización de la revolución que lleva a fortalecer y oxigenar los planes de la derecha, tanto externa al chavismo, como la llamada “endógena”? Algo huele mal en Dinamarca. A mi particularmente, no me cuadran las piezas del rompecabezas que se esta tramando en los actuales momentos.

Por otra parte, la radicalización actual es mas retórica que efectiva, por cierto, ya que en la práctica, el poder económico, militar y burocrático-estatal que viene acumulando la fracción política de Diosdado Cabello lo convierte en el verdadero poder que le hace sombra a Chávez, si tomamos por verosímiles los resultados de la indagación de Domingo Alberto Rangel, entre otros, sobre la nueva oligarquía del dinero que gira alrededor de esta emblemática figura del chavismo (ver artículos en el Correo del Caroní y en el Carabobeño). DAR inició la veta de los estudios sobre los grupos económicos de poder y sus relaciones con el Estado y la política Venezolana, y son totalmente aplicables a la nueva clase (nomenclatura boli-burguesa) que se viene formando y que hace uso de los símbolos de privilegio y alto consumo suntuario de Hummers, Yates, Flotas de aviones, Hoteles, Empresas con testaferros, etc. Dice DAR:

“Hoy es posible divisar ya, como esbozo, tres grupos oligárquicos cimentados por el presupuesto en los últimos ocho años. El primero gira en torno a Diosdado Cabello y Rafael Sarría, ambos militares retirados. Tiene ese grupo una galaxia de tres bancos coligados, varias plantas industriales y participación como accionista en empresas de servicios. Es posible que después del grupo Polar sea este el primer imperio financiero del país. Desaparecido el grupo Alfonzo Rivas, adquirido por Cargill de Estados Unidos, sólo el grupo Delfino (Manpa) podría alternar con este brote bolivariano. Alguien podría señalar una omisión, no figura en estas comparaciones, me diría, el grupo Cisneros. Ese grupo dejó de ser venezolano, respondería yo, es hoy un grupo gringo con inversiones en Venezuela como Rockefeller o cualquier otro de la misma procedencia.”(DAR-Correo del Caroní)

Si lo indagado por DAR es correcto, hay que preguntarse sobre el porvenir del proyecto socialista, del debate sobre la construcción del nuevo socialismo, a contraluz de la siguiente afirmación:

“Creo que Ruperti, Sarría y Cabello integran un grupo económico que, entre nuestras formaciones de capital, apenas es rebasado, hoy día, por el grupo de Empresas Polar.”(DAR-El Carabobeño)

Si a todo esto agregamos las pretensiones de controlar y hegemonizar el aparato burocrático del Estado, la Asamblea Nacional, el TSJ, y de acuerdo a las listas de los postulados, el poder ciudadano, entonces el Aparato de Estado está siendo controlado gradualmente por una fracción política interna del PSUV, que además controla el propio partido-aparato a sus anchas. De manera grotesca, esta fracción anula cualquier posibilidad de discusión de corrientes internas de opinión acerca del socialismo, y es la que más se resiste a hablar de Marx, por ejemplo, como un patrimonio intelectual del PSUV. Y todo esto, en paralelo al fortalecimiento de la derecha ideológica a lo externo del campo de la revolución bolivariana en el plano mediático, logístico y organizativo. Como ha planteado el documento del equipo situacional “Ezequiel Zamora”, cuidado y si la conspiración del golpe de mecha lenta no termina con conexiones orgánicas con la derecha endógena, y Chávez termine siendo cercado por un plan orquestado internacionalmente, con apoyo de la oposición actuando con complicidad de quienes despejan del terreno: la derecha endógena que manipula el mito-cesarista en función de sus intereses económicos y políticos. Al parecer, plantean situar a Chávez como un líder internacional, pero a lo interno controlan al país de facto. Repito, algo huele mal en Dinamarca y la ausencia de debate ideológico-programático es un síntoma de lo que viene si se instala una subcultura estalinista sin marxismo-leninismo retórico.

El asunto Tascón me lleva a reiterar que es ilegitimo e ilegal al tribunal disciplinario del PSUV, que no cuenta con un estatuto interno ratificado por la militancia para calificar las faltas y administrar un debido proceso de sanciones. ¿Y quien puede sancionar a estos ungidos del monopolio de la sanción? No faltará mucho tiempo para que el PSUV sea denominado “P-CH-UV”; es decir, no un partido socialista sino un partido cesarista-personalista con una camarilla dominante, controlada por un falso Saint Just de la revolución bolivariana. Quines se metieron a construir un partido socialista desde abajo (PSUV), no quieren terminar en un aparato de movilización cesarista (PCHUV).

El asunto Baduel, por otra parte, tiene conexiones con toda esta situación, y poco a poco se irán despejando los aspectos de una ecuación que no es lineal y por lo visto, es bastante compleja (si analizamos las entrelineas del texto de Dieterich, también descalificado ligeramente por una ultra-izquierda retórica que calla la materialidad de los grupos económicos de poder internos del chavismo). Así que la santa inquisición anti-baduelista debe hilar mas fino, y analizar la recomposición de las correlaciones de fuerzas, internas y externas en los campos ideológicos, económicos, sociales, políticos, militares e internacionales en conflicto. Es muy pronto para calificar la acción de Baduel como funcional a los intereses del golpismo. Esa es una visión estereotipada del “golpe de estado”. Las cosas son más sutiles. Mientras busquemos a quienes les hacen el juego a la derecha solo tomando en consideración lo que dicen o lo que estos mismos actores se imaginan, y no por lo que hacen efectivamente (Marx), no develaremos que no se trata de ajedrez sino de Go. Este es un juego con muchos frentes y con múltiples estrategias entrecruzándose. No se trata de esquemas binarios, sino de multiplicidades que por los órdenes jerárquicos que movilizan, entran en conflictos sobredeterminados, no a contradicciones simples. Lo más terrible es que mientras estemos señalando a unos lobos que se colocan en el afuera del campo chavista, y cuyos perfiles no podemos distinguir adecuadamente, mostremos una total ceguera de los lobos vestidos de ovejas que tenemos adentro y bien adentro. Al compatriota Tascón, entonces, un afectuoso saludo, por decir lo que cree, y por equivocarse si es el caso, pensando con cabeza propia. Lo hay que hacer aquí no es seguir una disciplina basada en lealtades de camarillas, sino en principios socialistas revolucionarios, que solo se adquieren en el fragor de una polémica ideológica hasta ahora silenciada entre derecha e izquierda en el campo bolivariano.


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Javier Biardeau R.

Articulista de opinión. Sociología Política. Planificación del Desarrollo. Estudios Latinoamericanos. Desde la izquierda en favor del Poder constituyente y del Pensamiento Crítico

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