El primer intento dentro de la OPEP por darle paso a las transacciones
internacionales con preferencia a una moneda distinta al dólar fue desechada
de inmediato por uno de los principales aliados de los Estados Unidos, como
lo es Arabia Saudita, pero ha comenzado un movimiento que mas que una
posición anti imperialista, es la búsqueda de alternativas para mejorar la
economía y poder contar con una moneda competitiva en el plano
internacional. Esta situación no es nueva, ya que vimos como se logró con
gran éxito en la mayoría de los países europeos y algunos de otras latitudes
que sus naciones cambiaran su moneda tradicional por el novedoso Euro, el
cual desde sus inicios ha sido un gran competidor de la moneda del “Tío
Sam”. Ese cambio entre otras medidas mancomunadas logró la estabilización de
la economía de los países que adoptaron dicha moneda, logrando una tasa de
inflación en promedio alrededor del 3% anual.
¿Seria ilógico pensar que otros países lograran ponerse de acuerdo para
atacar los problemas coyunturales de su economía y establecer una moneda
común?.
Tengo entendido que Rusia anda por esos pasos, ya esa potencia pasó por
un caso de reconversión monetaria. La moneda rusa es el rublo, que se divide
en 100 copeks. Estos valores están en circulación desde enero de 1999 cuando
debido a la devaluación del rublo de septiembre de 1997, decidieron quitar
dos ceros del valor facial a los billetes en rublos y reintroducir el
copeck; algo semejante a lo que está aplicando nuestro país al reducir tres
ceros al valor de su moneda.
Además tenemos otras naciones, con Venezuela incluida en la lista, que
han dado señales de abandonar el dólar como divisa de referencia, para
preservar sus activos, tal como Corea del Sur, que podría cambiar activos a
otras monedas y trascendió que planifica la venta de mil millones de dólares
en bonos estadounidenses. En el juego de importación y exportación, China
podría jugar con la venta de dólares para equilibrar las tensiones
monetarias. Sudán ha anunciado la posibilidad de cambiar sus reservas a
euros, así como Irán considera la alternativa de cobrar sus envíos
petroleros a Japón en yenes; y Rusia sopesa la posibilidad de crear una
bolsa de intercambio de materias primas en rublos, preocupada de que la
mayoría de sus reservas aún están en dólares.
Visto este breve análisis yo le propondría a los manejadores de las
políticas económicas en el país, que promuevan un entendimiento y se plantee
la posibilidad de buscar una moneda alternativa, que tenga la suficiente
fuerza para competir con el dólar, y estoy seguro que esta política entre
una serie de restricciones de gastos burocráticos podría ser una salida para
combatir la inflación de la mayoría de estos países que en el caso de
Venezuela, presenta una tasa acumulada al mes de Octubre del 13,6%, según
cifras del Banco Central de Venezuela, entendiendo que va a subir
significativamente ya que los meses de Noviembre y Diciembre representan
picos en las tasas de inflación, por la cantidad de dinero que sale a la
calle en estas fechas. Así que manos a la obra. Email:
reinaldosilva119@hotmail.com