El triunfo de la confusión

Desde tiempos inmemoriales, la clase dominante, y más tarde las fuerzas imperialistas, se valieron de la confusión, una de sus aliadas favoritas, para engañar a la clase trabajadora.. Esa verdad dolorosa se repite en el tiempo, venciendo incluso los avances científicos de las ciencias sociales y en especial del marxismo leninismo, que por razones de la misma manipulación dominante, no son del conocimiento de los trabajadores de la clase explotada, clase que sufre el saqueo de su plusvalía y que por ignorancia de su función histórica de transformación, continúa conspirando y actuando en contra de sí misma.

Esa verdad dolorosa nos ha mojado la cara en la pasada jornada para aprobar o desaprobar el proyecto de Reforma constitucional propuesta por el Presidente Chávez y la Asamblea Nacional. La realidad es que en estos comicios no ganó nuestra perversa, y deprimente oposición, gano la confusión, que las fuerzas imperialistas, y sus lacayos de aquí, con toda su maldad y mercachiflismo; desató sobre la clase trabajadora.

Todos presenciamos como esta cáfila de ladrones y vende patrias desataron una campaña de miedos ancestrales sobre nuestro Pueblo trabajador, aun no suficientemente consustanciado con su condición de clase transformadora del Mundo; para confundirlo en sus cimientos existenciales. Esa campaña de terror desataba aquel viejo tufo que decía que el Comunismo le iba a quitar los muchachitos para comérselos, o en los mejor de los casos le iba a quitar los hijos para educarlos de espaldas a Dios, y más allá, que el Comunismo le iba a quitar la casa, la mujer, y en general las propiedades domésticas.

Ese discurso desatador de los miedos ancestrales, es el mismo discurso utilizado por los fascistas en contra de la República en la Guerra Civil española. Es cuento podrido la Quinta Columna, echaron por tierra los sueños de socialización de los trabajadores españoles.

La gran lección de este adverso electoral es que no hemos avanzado en la formación de una conciencia de clase de los trabajadores de nuestra Patria y que por lo tanto los Comunistas y los socialistas chavistas, tenemos que lanzarnos a la calle, a los suburbios a conversar íntimamente con nuestros trabajadores. Cuando los trabajadores de Venezuela crezcan en su conciencia de clase, ya no podrán ser manipulados por las fuerzas imperialistas con la complicidad de estos apátridas nacidos aquí en nuestro País


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Eduardo Mármol


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