“Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”

Esas palabras de Marx y Engels no han perdido vigencia. Acepto esa afirmación como parte del conjunto de proposiciones que forman el marxismo. Sólo algunos tontos y una ejército de enemigos de la clase trabajadora rechazan al marxismo como ciencia. Esta proposición en particular nos permite comprender parcialmente qué fue lo que paso el pasado 2 de diciembre en el referéndum constitucional.

Han proliferado los análisis simplistas y sentimentales, muchos han sido los que han escrito con el dolor de haber perdido. Otros se engañan tratando de convertir la derrota del 2 de diciembre en una victoria. Esa actitud sólo los llevará a mayores frustraciones. Levantarse de la derrota y encontrar el camino adecuado para continuar en la lucha reclama que se haga el análisis correcto. Sólo el marxismo como ciencia y el realismo científico como filosofía nos proporcionan las herramientas adecuadas para el análisis de los acontecimientos que desembocaron en la derrota de la propuesta de Reforma Constitucional presentada al país pro el Presidente Chávez.

Muchos revolucionarios y seguidores de Chávez han perdido de vista que estamos muy lejos del socialismo y que en la Venezuela de hoy, después de nueve años de Gobierno Bolivariano, el capitalismo está vivito y coleando. Si sometemos a un estudio detallado la economía venezolana, podemos constatar esa realidad. Al capitalismo, a la clase dominante, en particular al sector financiero, no se le ha tocado ni con el pétalo de una rosa. Las relaciones de producción capitalistas están intactas sino más fortalecidas. La especulación propia del capitalismo actúa a sus anchas y sin restricciones. En otros ámbitos, como las universidades, las clases dominantes mantienen su hegemonía. Si bien las misiones han llevado educación a amplios sectores de la población que sistemáticamente habían sido excluidos, también es cierto que en nueve años no se ha podido desmantelar el sistema escolar excluyente y elitesco al servicio de la burguesía.

Renegar del marxismo, negarse a aceptar el marxismo como ciencia no detendrá los efectos de las fuerzas objetivas. La realidad seguirá su curso independientemente de nuestra interpretación errónea de la misma. El marxismo nos permite comprender esa realidad para transformarla, hacemos un flaco servicio a la clase trabajadora y a los que sobreviven abandonando el marxismo.

El 2 de diciembre la realidad real se hizo patente, se mostró con su crudeza. Y el marxismo nos aclara que pasó, cuál es la causa de lo sucedido. Entre otras cosas tenemos que, como afirmaron Marx y Engels, “Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”. No reconocer esta verdad nos llevaría a otro fracaso.

Julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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