A unas pocas horas de efectuarse la votación para el Referéndum Aprobatorio de la Reforma a la Constitución Bolivariana de Venezuela el pasado 2 de Diciembre de 2.007, fue por fin aceptado en el ámbito nacional e internacionalmente que el régimen presidido por Hugo Chávez Frías es uno de los más democráticos que existe en el mundo, ello basado en que el mismo Presidente Chávez admitió, al enterarse de un escrutinio preliminar, que la opción contraria a la propuesta hecha por él había ganado; aun cuando la diferencia en votos era tan solo un poco mayor del l %. Lo mismo pasó con respecto a la credibilidad del Consejo Nacional Electoral, el primer resultado anunciado por ese organismo del evento electoral sobre la Reforma Constitucional, hizo se reconociera que el CNE nunca estuvo supeditado a los intereses del Presidente de la Republica y que su actuación siempre ha sido completamente autónoma y apegada a dar el veredicto fidedigno de la voluntad expresada por los concurrentes a los diferentes actos comiciales realizados durante el gobierno de Chávez Frías.
La oposición política siempre estuvo contra la Constitución Nacional aprobada en Diciembre de 1.999 y de ella dijo cualquier clase de infundio, sin embargo, en el recién proceso electoral refrendario la oposición la defendió con todo su vigor y la aceptó como la mejor Carta Magna que haya tenido la patria y fue así como no permitió se le cambiara ni una sola coma; por lo que implícitamente la reconoció como la más hermosa Constitución del mundo. Otro de los grandes beneficios obtenido por Venezuela con el resultado electoral que se dio sobre la Reforma Constitucional, fue el disipar la angustia y el temor que dominaba a toda la población sobre la violencia que se desataría inmediatamente se diera los escrutinios de la jornada cívica llevada a cabo; en cambio hoy solo reina la alegría en las personas que estaban dispuestas en participar en esos actos antidemocráticos.
Hay que reconocer que Venezuela está protegida por Dios, el resultado en la contienda electoral del pasado 2 de Diciembre fue lo mejor que ha podido sucederle, después del sereno ejercicio democrático que protagonizó el pueblo en esta patria cuna de nuestro Libertador Simón Bolívar, quien probablemente así nos ha señalando que el camino propuesto no era el más idóneo; y que hay que esperar se presente otra oportunidad para que la democracia se enrumbe por una mejor vereda mediante otro proyecto. “Lo mejor es lo que sucede” este es un sabio proverbio, por lo tanto no hay que desesperar y convencerse que todo bajo el sol tiene su tiempo, tiene su hora; solo hay que ser acertado y saber cuando ha llegado ese tiempo y cual es la hora para efectuar determinada acción.
Se ha dicho que hay saber administrar el triunfo, pero indudablemente que también hay que saber administrar la derrota. Del triunfo puede salir muchas cosas buenas y/o malas, lo mismo pasa con la derrota, de ella puede salir muchas cosas buenas y/o malas, tan solo ha de saberse administrar lo ocurrido. Menos mal que el Presidente Chávez es un hombre que cree mucho en la táctica y la estrategia como factores fundamentales para enfrentar situaciones, y por tal circunstancia se debe estar seguro que él sabrá administrar muy bien el revés sufrido el 2 de Diciembre; esa experiencia lo conducirá a planificar una acción que definitivamente lo llevará a la obtención de un rotundo triunfo.
Lo ocurrido el 2 de diciembre servirá para cimentar el camino por donde marchar con el proceso revolucionario bolivariano, esa derrota obligará a ser más comedido, más atinado en las decisiones y a ponerle más corazón al trabajo; hay que revertir este pequeño descalabro y transformarlo en enseñanza para hacer la marcha invencible. Sosiego, y entonces estúdiese donde estuvieron las fallas y búsquese repararlas contando con las bases políticas, a ellas hay que incluirlas al buscar alternativas, hay que oírlas y dejarlas que ayude a elaborar una acción, dejarlas que ellas participe y sea su guía, pues es del pueblo de quien se obtiene los mejores consejos, más confiable que los dados por algún alto magistrado; dejemos que sea el pueblo el que viva este proceso y confíese que todo saldrá muy bien para el máximo beneficio de Venezuela.
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