De Luís Tascón
podemos pensar y decir todo cuanto creamos o no, de los cuentos mediáticos
de una oposición que lo execra y lo maldice hasta el cansancio; pero
de allí a ubicarlo en el mismo campo de quienes lo han demonizado,
no pasa de ser otra leyendilla, para así poder safarse de las
latigantes denuncias que este militante revolucionario, ha venido realizando
en torno a los viejos y trillados conceptos de la disciplina y la solidaridad
automática partidista, tan en boga en los tiempos de la cuarta república.
Aquí en el
Zulia, hace dos años tuvimos la oportunidad de escucharle sus predicas
contra los funcionarios masca chicle y corruptos, que también en esta
quinta república pululan bajo el ropaje rojo rojito de una burocracia
que todavía sigue intacta, y que para esta enfermedad, este diputado
pregonaba leyes que permitieran que en la administración pública,
se aplicara incluso, la tecnología y la cibernética para atacar
la corrupción. De manera que no debe asombrarnos las causas de su defenestración
del naciente Partido Socialista Unido de Venezuela; allí, a pesar del
conjunto de hombres y mujeres honestos y comprometidos con este
proceso de cambio, existen fuerzas, grupos e individualidades, que siendo
una minoría, son muy poderosas y están tan enquistadas en sus
nuevas estructuras, que ni el propio camarada Chávez ha podido
expulsarlas de su partido.
Tascón ha
anunciado que por ahora tiene dos objetivos estratégicos. Uno es ser
candidato a la Alcaldía del Municipio Libertador; es decir, quiere
batirse en las barriadas del oeste caraqueño, donde el chavismo es
tan duro como su propia condición de chavista, que tantos odios le
generó entre los escuálidos, desde los días de las firmas para el
revocatorio presidencial. El otro objetivo es el que nos ocupa y motiva
a titularle este articulo: la formación y desarrollo de una nueva organización
política, que según sus propias declaraciones tiene como objetivo
principal, "respaldar el proceso revolucionario de una forma critica
e incorporar los movimientos sociales y populares sin tratar de secuestrarlos,
sino buscando que conserven su independencia".
No es nada fácil las tareas propuestas a corto y mediano plazo por Tascón, como fácil no será para el chavismo ortodoxo y acomodaticio, lidiar con las opiniones críticas y heterodoxas que puedan expresar el conjunto de diputados y dirigentes del también naciente partido político; que a brazo partido pujará por ser reconocido como otro eslabón de la cadena que no se amarra tan fácilmente al aldabón del PSUV.
Así las cosas,
no queda otro camino que desearle suerte y éxito a su “Nuevo Camino
Revolucionario”, porque a pesar de todo hay que insistir como decía
el legendario guerrillero Algimiro Gabaldon: “El camino es largo,
pero es el camino”