No es primera vez que en sus artículo el escritor José Sant Roz arremete contra militantes, exmilitantes o amigos del Partido Comunista de Venezuela; no sé si tal actitud responde a algún viejo reconcomio o a que alguien del PCV le adeuda algo a este caballero, lo cierto es que incluso para halagar a un escritor de derecha, como terminó siéndolo Argenis Rodríguez, arremete contra el partido del gallito rojo.
Particular tirria ha expresado contra aquellos que alguna vez tuvieron alguna figuración importante en el PCV, como es el caso de Vladimir Villegas, uno de los hijos del viejo Cruz Villegas, y quien fuese miembro de la Dirección Nacional de la JCV en su momento.
Acusa a Vladimir de estar listo para saltar la talanquera (no estamos en condiciones de jurar que nunca lo hará) sólo porque el periodista escribe un artículo en los términos que cualquier venezolano que haya sufrido o sido testigo directo de los vejámenes policiales, escribiría.
No sé, a lo mejor el escritor Sant Roz nunca enfrentó la represión policial, ni fue víctima de los abusos de los cuerpos policiales, ni participó en manifestaciones callejeras reprimidas por los tombos. Lo cierto es que quienes han pasado por esas experiencias y vemos la conducta de los cuerpos policiales hoy día, sabemos que el cambio no es mucho.
No porque entremos en un proceso revolucionario, el policía ingresa a un nuevo nivel de conducta; no, eso es producto de un largo proceso de formación que en este país todavía no se está dando a fondo. ¿O nos olvidamos de la masacre de Kennedy? ¿O no vimos el video presentado por José Vicente Rangel donde unos funcionarios policiales torturan a un ciudadano?
Queda mucho por hacer dentro de los cuerpos policiales para poderlos adecentar. Todavía quienes hemos militado en la izquierda desde mucho antes de que Hugo Chávez Frías apareciera en el mundo político, tenemos ciento de razones para desconfiar primero del policía antes que del ciudadano común y corriente, así este sea un escuálido convicto y confeso.
Por otro lado, este Sant Roz vuelve a presentarse como uno de esos chavistas que llaman contrarrevolucionario a cualquiera que haga una crítica al proceso o al mismo Presidente. Me parece que es de esos que aplaude al Camarada Presidente cuando éste dice que Uribe es un criminal, e igual aplaude a rabiar a Chávez si éste llama al mismo Uribe “hermano”.
A Sant Roz le parece bueno no protestar a Uribe ahora; porque una cosa es que el Presidente reciba al terrorista colombiano y otra que pretenda limitar el derecho de los venezolanos a protestar a ese hijo de la gran ramera.
Si seguirnos con Sant Roz veremos como hoy ataca a Luis Miquilena, pero seguramente cuando era “Don Luis” en el MVR no lo hizo. En todo caso, el del craso error de creer que este traidor desde los años sesenta era “una especie de padre para él”, fue el Camarada Presidente, no la gente del PCV que bien lo conocía; igual sabía quién demonios era Alfredo Peña, pero allá el camarada Chávez que es el líder del proceso. Y no fueron los comunistas los que el 10 de abril de 2002 afirmaban que “todas las fuerzas armadas son revolucionarias”, el PCV tenía otra opinión.
Ah, coño, pero crítica un montón a la desaparecida Unión Soviética, ¿acaso no sabe que lo primero que se cercenó allí fue el espíritu crítico? Mosca con eso, camaradas.
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