Auditórium

Albañal politiquero

“En la demora está el peligro”

Eloy Alfaro…


Encierra a un tigre durante diez años en una jaula, y después lo sueltas para ver lo que hace (la oposición sedienta de poder, haciendo ofertas engañosas de corte electorero al pueblo venezolano y sobre todo al anzoateguiense) lo que encuentre a su paso lo devora. Los politiqueros de albañal desplazados del poder hace diez años, salen a decir que, que la situación actual plantea serios inquietudes, acerca de las Creación de Leyes vía Habilitante y Asamblea Nacional. ¡Eso es politiquería! De la política y los politiqueros, mucho se ha hablado, solo que debemos analizar detenidamente que es la política, los políticos y los politiqueros de albañal. Que son diametralmente opuestos.

Hay muchas definiciones concernientes a la política: Se dice que es el arte de conducir para alcanzar un fin; además es el arte, doctrina, u opinión referente a la forma de conducir los Estados.

Los políticos puros viven de la forma continua de su virtud y de su utilidad.

Los politiqueros son los que usan la acción de politiquear, hablar de cuestiones político/social, sin necesidad o sin capacidad alguna para ejecutarla (El medio pollo, El cómico Er’ Conde, Esto lo arreglo yo) Chapuzando y confundiendo los fines de la actuación del ejercicio de gobierno.

Siempre se ha dicho que por desdicha la política practica (por eso la proliferación de candidaturas, muchas de corte bufona y folklórica) no es más, que la lucha por el disfrute de las “mieles del poder”. Los politiqueros de oficio que no les ofrecen soluciones concretas a las comunidades, lo que hacen es malograr las grandes batallas del espíritu. Criminales públicos son estos prometedores de oficio. ¿Cómo diferenciar a un político estadista de un politiquero de oficio?

Un político de verdad es honesto, consagrado en cuerpo y alma a la causa a la cual sirve (Tarek y la Revolución Bolivariana en Anzoátegui); virtuoso y sincero, es una persona sin dobleces, más que un líder es un siervo entregado a las necesidades y sufrimientos del pueblo; es un ser sosegado para llevar a cabo sus ideales; sus objetivos en el ejercicio del poder van dirigidos a mejorar y perfeccionar la calidad de vida en su estado, municipios. Hacer que el territorio donde gobierne sea un remanso de paz, progreso y libertad.

Un politiquero es lo más fácil de reconocer, estos individuos son la demagogia personificada (medios pollos, el conde cómico), son artífices y payasos de la mentira, ávidos de dineros provenientes de la corrupción, calumniadores con ansias desmedidas de poder. El politiquero siempre se reconoce, cuando se le ve en el circo político o la TV, porque es vanidoso y autosuficiente, siempre los verán atacando a los políticos con talento que le hagan sombra., su amor por la patria y la libertad, son en realidad pura fachada donde esconden sus oscuras y malvadas intenciones hambrientas de poder.

Son infames que al no tener meritos propios se postulan a las fuentes de poder a las que aspiran engañando con sutileza y haciendo promesas que jamás cumplirán como ¡esto lo arreglo yo! Cuando aparecen en los medios de comunicación Radio y TV, enfurecidos ante las injusticias, solamente están fingiendo para ganar adeptos a sus parapléjicas candidaturas. Una vez logrado sus objetivos ven con desprecio a las personas que tanto los apoyaron. La lista de adjetivos para calificar a estos individuos, seria interminable para este tipo de personas. ¡Pero cuando vea a un polticucho no vacile en dudar! Sin pelarse que esta frente a un politiquero, enemigo de la patria, verdugos de su pueblo y jala bolas de los yankis. Pitiguinflay dixit…

Diferenciando la política de la politiquería, es que esta última es la adulteración de los principios que rigen la política, es un fenómeno que corroe los ideales por la justicia y la libertad, de construir una nueva sociedad. Es una afrenta al decoro de hombres y mujeres que con abnegación ponen sus vidas como soportes, para echar las bases de una nueva sociedad justa y democrática.

A la politiquería como a los candidatos politiqueros hay que desenmascararlos por el bien de Venezuela; debemos decirles no, porque son ellos los degeneradores de las virtudes de los pueblos, son una especie de asesinos alevosos de la patria.

Venezuela y Anzoátegui padecían por causa de estos males, es indispensable que los políticos verdaderos los que aman y trabajan por sus pueblos, los que avanzan confiados al futuro, aquellos que usan la política con el fin supremo del mejoramiento humano, den un paso al frente el próximo 23N, y cierren filas ante la mentira, el deshonor. En ellos se centran (Hugo Chávez y Tarek W. Saab) las esperanzas del pueblo. Y, la patria los contempla con orgullo. Decia El Sabio Salomón: “Abre tu boca por el mundo en el juicio de todos los desvalidos, abre tu boca y defiende la causa del pobre y del menesteroso”… (Proverbios, 31-8-9).

percasita11@yahoo.es El Tigre, octubre del 2008



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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