Hoy, cuando vemos cómo nuestro país encarna los más altos valores de un pueblo noble, combativo, heroico, vanguardia en la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos, cuando nos enfrentamos a un imperio fascista agónico en su fase imperialista y nos hemos convertido en la primera trinchera de lucha en nuestro continente por la independencia, la soberanía y la justicia social contra el expansionismo neoliberal, brutal y antihumano. No sólo es un orgullo, sino un privilegio ser venezolano, cuando es necesario tener un concepto claro del amor a la tierra, al pueblo, la necesidad de luchar para hacer realidad nuestros sueños, la utopía de un mundo mejor, de inclusión, de unidad, de justicia social, el Socialismo motivo de nuestra existencia y que hoy representa la alternativa al pensamiento único del imperio.
De allí que es importante entender el significado de las elecciones del 23 de noviembre, éstas no son más que el deslinde definitivo entre el sistema capitalista especulativo, protagonista de la peor crisis económica de la historia que azota al mundo con desempleo, hambre y más exclusión que llevó al presidente francés Nicolás Zarkozy a exclamar: “Hasta ahora se creía que todo el poder estaba en la autorregulación, en los expertos, la libre competencia y el mercado, pero desde ahora habrá más política porque la dictadura del mercado y de la impotencia pública ha muerto con la crisis financiera”, lo que a su juicio significa diseñar una nueva relación entre la democracia y la economía.
El triunfo del 23 de noviembre nos permitirá, dentro del marco de las tres R, darle continuidad a nivel nacional al plan Simón Bolívar revisando, corrigiendo errores, fallas, reimpulsando e incrementando la lucha a muerte contra la corrupción, lacra heredada de la cuarta república, depurar de oportunistas y vividores al proceso de gobierno revolucionario, consolidar el avance a nivel social, político, económico y desmontar el tejido de leyes que constituyen las bases del sistema capitalista promulgadas por la oligarquía nacional durante la cuarta república, por leyes que permitan la inclusión de todos los venezolanos al disfrute de los recursos nacionales, es decir, constitucionalizar todos los logros alcanzados, (Las misiones, Barrio Adentro, Sucre, Rivas, Vuelvan Caras, Che Guevara, José Gregorio Hernández, Madres del Barrio, los sistemas de Metros y Ferrocarrileros en las principales ciudades, la exploración y explotación del Gas, la Nacionalización de la CANTV y las Comunicaciones con la puesta en Orbita del Satélite Simón Bolívar, la Electricidad, las Cementeras, Sidor, etc). Es por eso que éste 23 de noviembre una Stella de luz, esperanza y seguridad en la continuidad de la Revolución Permanente y el Plan Simón Bolívar cubrirá al Estado Falcón y todos sus municipios, particularmente, nuestra querida Carirubana con Alcides Goitía al frente del ejecutivo municipal para seguir construyendo el Socialismo, única alternativa al sistema neoliberal salvaje, que nos llevará a la construcción de un mundo mejor para nuestros hijos y nietos, es el momento de recordar a nuestro camarada Argimiro Gabaldón cuando dijo “EL camino es difícil, es duro pero es el Camino”. El Socialismo.
Por eso repetimos la frase del camarada Pedro Ortega Díaz “al Comandante Chávez nos lo mandó Dios”, nos hizo entender el valor y la fuerza que tenemos como seres humanos, que unidos podemos lograr convertir en realidad todos nuestros sueños, nuestras utopías, el 23 de noviembre vamos con todo y por todos los cargos de elección popular para blindar la Revolución Permanente contra los intentos fascistas del imperio y la oligarquía apatrida a su servicio y avanzar hacia el Nuevo Estado Socialista Venezolano.
¡PATRIA SOCIALISMO O MUERTE
VENCEREMOS!
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