Vamos con todo que es nuestro tiempo

Creo que es tiempo de dejar atrás la ingenuidad. Si estamos por entrar en la tercera fase (decenio) de la Revolución, bueno es comenzar diciendo que Revolucionario pendejo se muere chiquito. Dejemos de creer fundamentalmente que puede haber camaradas light, que existe el Chavismo sin Chávez (El Líder Comandante no solo vuelve a reconocerlo, sino que demuestra estar clarito de donde proviene).

Habría que dar crédito a Capriles Ratapelunski, cuando dijo acertadamente que somos agua y aceite, pues en una frase tan corta dio un mensaje preciso y nada subliminal sobre a lo que nos exponemos con el fascismo. Paradójicamente, por nuestros predios hay gente que todavía cree que una suerte de anastomosis Capitalista- Socialista es una ideología, cuya praxis más conspicua es suponer que puede azar dos conejos sin que alguno se le tueste. De modo que, además de lo dicho en la tercera línea, todo Revolucionario debe estar claro en que son las acciones y no las intenciones lo que descubre a un “revolucionario”, haciéndose el pendejo ya de grande. Etología popular, diríamos.

Vamos a la enmienda en el momento oportuno para impulsarla como río crecido por las sendas de La Patria, pero ya empezaron los “camaradas light” con la culequera. Entonces ¿Son pendejos o se hacen los pendejos? Ahora mismo todo militante o aspirante a tal honor, debe estar con la “bicha” en la mano leyendo los artículos sobre la enmienda y congregándose en su batallón para discutir los caminos más expeditos para ese proceso. La consigna es que a los fascistas, ni agua ni tiempo.

A Cloacavisión hay que aplicarle esa consigna. Si las instituciones han fallado en cerrar ese tributario del Guaire porque en ellas hay camaradas que se hacen los pendejos, entonces es momento de que el Poder Constituyente ponga un dique de contención a tanta mierda. Se trata de una impostergable profilaxis del espacio radio eléctrico. Reconozcamos en principio, que allí proliferan parásitos comunicacionales que se han fortalecido en nuestras narices y que han convertido en vectores, a connotados anclas de espacios audiovisuales y en huéspedes finales, a demasiados televidentes. A Alberto Federico solo le falta asomar la cabeza por una alcantarilla llamando a golpe ¿O será que ya lo ha hecho?

Producto de una vergonzosa impunidad, un puñado de depravados golpistas y guarimberos logra hacerse con cargos de elección popular, auspiciados sin melindres por banqueros, empresarios, dueños de medios y funcionarios extranjeros relacionados de una manera u otra con sicariato, tráfico de drogas, secuestro y paramilitarismo. Apenas conocidos los resultados, sus hordas fascistas arremetieron contra El Pueblo para beneplácito de sus patrocinadores criollos y foráneos.

Ellos asumen que este es su momento. Por eso quemaron transportes populares y módulos de Barrio Adentro, Cerraron aulas de la UBV, amenazaron de tal a medios comunitarios, propiciaron invasiones, promovieron saqueos a instalaciones de Mercal, amenazaron la vida de compatriotas y acabaron con la de tres valerosos dirigentes sindicales. Nada de eso fue transmitido por los canales golpistas

¡Cuan irresponsables seríamos si legáramos a nuestros hijos las ruinas de la Patria por no detener la acción de estos salvajes!

¡Vamos con todo a la enmienda!

pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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