Tiene razón el Presidente, no es lo mismo ni se escribe igual. Una cosa es la propuesta mollejua que casi nadie se leyó, llamada Reforma Constitucional y otra la enmiendita requetechiquitica, pidiendo de frente y sin tapujo lo que iba traspapelao en los 69 artículos, que aquel tenebroso 2D, una mayoría también requetechiquitica le dijo ¡No!, al reincidente proponente.
Cualquiera le cambiaria el ¡SI!, al “insignificante” recortico que le van hacer al Art. 230; por la sugerencia y la mera explicación acerca de cómo es que nuestro “camarada” Diosdado, después de perder por paliza el Referéndum de la Reforma Constitucional, no obtener los votos para quedar como miembro principal del Buró Político de su partido y perder su reelección el 23N; nuestro candidato para el 2013, en vez de cumplir lo prometido y mandarlo pá la borracha, lo embriaga con más poder y lo renombra Ministro de la cartera, maletín o maletota más importante del gobierno Bolivariano.
Si yo fuese militante del PSUV, rapidito saldría a permutar el ¡SI! de esa enmiendita constitucional; si tan sólo se me pudiera responder las razones políticas y de soberanía popular, por las cuales los gobernadores, alcaldes, diputados, legisladores, concejales, dirigentes sindicales, gremiales, estudiantiles y hasta los directivos del consejo comunal del barrio donde vivo y convivo diariamente, no pueden tener el mismo derecho constitucional de ser reelectos cada vez que sus electores así lo consideren.
Aquí más de uno haría el cambalache por el ¡SI! y no se abstendría como con la enrredina de los 69 Art. del año pasado.; si por lo menos Haiman El Troudi, Ministro que todo lo planifica y quien es fiel creyente de la participación ciudadana, y de paso acaba de publicar un libro donde explica el porque de “ser capitalista es un mal negocio”; nos explica que lo motiva a no explicarle al camarada Chávez, el tejemaneje de esta economía que hoy nos acogota con un 35% de inflación y un derrumbe en los precios del petróleo, puede ser salvada dándole mayor poder a los actores que dinamizan, desarrollan y constituyen el poder popular.
Claro que todo el mundo haría el trueque por el ¡SI!, si el líder fundamental de este proceso y a propósito de estarse cumpliendo un aniversario más de las elecciones que aprobaron esta bicha que hoy nos solicita enmendarla, nos garantiza que desde ahora y hasta el 2019 cumplirá con las siguientes metas entre otras:
1) Provocar que con la misma velocidad que esta Asamblea Nacional va aprobar la enmiendita, discuta y apruebe definitivamente la ansiada Ley de Seguridad social, la ley de Aumento general de Sueldos, Salarios, Pensiones y de fijación del Salario Mínimo Nacional y de la Prima de Profesionalización, la Ley de Participación Ciudadana y Poder Popular, y por supuesto la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo para reducir la jornada de trabajo, propuesta esta que iba en la negada Reforma Constitucional.
2) Desmontar el pesado y traumático Estado burgués, lo que significa en primer término revocar los contratos otorgado a las empresas imperialistas que participan en el negocio petrolero en la faja del Orinoco. Así como también eliminar los subsidios directos e indirectos a las burguesías internacionales, que a través de los gobiernos de Argentina y Brasil se benefician de nuestras políticas integracionistas.
3) Demostrar con los hechos que el rumbo escogido es hacia el socialismo, lo cual implica que debemos modelar con los nuevos valores de la ética y la moral pública y no con lo que se ha demostrado hasta ahora, donde el consumismo desbordado y los actos de corrupción, que no podemos esconder en casi todos los niveles de la administración pública, son uno de los protagonistas sobresalientes de este proceso.
Por ahora, estas serian algunas razones para trocar el ¡SI! y salir a firmar, defender, apoyar y votar por la enmiendita que se propone. Se escuchan ofertas. Favor abstenerse los adulantes, gurruminos, medias tintas y los que por ahora decidieron votar ¡NO!
douglas.zabala@hotmail.com