Desde que en cuarto grado me rasparon con los números romanos, no he sido muy amigo en eso de andar sacando cuentas como Chávez el matemático; pero como ya lleva 10 años, 120 meses, 480 semanas y 3650 días, echándole coco pá gobernar en estos 916.445 kilómetros cuadrados de tierra a 26.414.815 habitantes; bien valdría la pena echar numeritos y descubrir que teorema, ecuación o cálculo algebraico practica; para que en fin de cuentas el 65% de los venezolanos, en un dos por tres, se la mantengan gritando ¡UH! ¡AH! Chávez no se va.
No son bolas, ni tampoco el artilugio de Newton; pero si revisamos las metas del milenio propuesta por la ONU en el año 2000 en cuanto a la pobreza, Chávez quien en las cuentas del imperio lo enumeran entre los primeros gobiernos extremistas del mundo, a venido al igual que Lula, aplicando la ecuación de pobreza cero; y si tomamos como referencia el año que comenzó a gobernar, cuando los hogares en pobreza extrema rayaban en el 49,4%, según fuentes de la CEPAL, concluiríamos que el tipo en verdad le ha echao bolas, porque hoy según la misma fuente, las del INE y las del Banco Central, estos niveles se han reducido al 30,2%.
Yo que soy medio alérgico a las matemáticas, también saco mis cuentas y esto no es cuento; allá a que mis suegros que son más chavistas y me mato, el viejo quien toda su vida soñó con el socialismo y que se ha tragado cuanta línea tira su comandante en jefe, resolvió cerrar su taller mecánico y donde reparaban carros y sacaban cauchos, hoy ha montado un Barrio Adentro, y junto a los médicos cubanos se la mantiene reparándole la tensión y ayudando a sacar y poner dientes, a todos los vecinos del barrio; sólo porque él no se iba a quedar atrás, en esos números que señalan que ya van más de 6.500 puntos de consultorios populares regados por todo el país, y que desde que se instaló esta misión le han salvado la vida a más de 347.789 venezolanos en los últimos cinco años.
Justo en aquellos días en que aquel “tenientico coronel” y aspirante a gobernar bien, juraba ante la moribunda constitución cuarto republicana, el Índice de Desarrollo Humano Global de sus futuros gobernantes apenas se ubicaba entre la escala de 0,5 a 0,8. Estos numeritos que marean al más pintao significan que en aquel momento los logros en materia de salud, educación y el ingreso per cápita era muy bajo en comparación con el resto de los países del mundo; pero hoy, diez años después sin mucho cuento y con las cuentas bien claras, ocupamos el puesto 61 entre 179 países; es decir, pasamos a ubicarnos entre la escala de 0,8 a 1, e ingresamos en los últimos años por encima de 118 naciones de este planeta tierra, lleno de hambrientos y abandonados por sus gobiernos.
Estas cuentas, indicadores y numeritos en nada indican que todo es color de rosa y mucho menos que vivimos en el socialismo rojo rojito. ¡No!, todavía las cosas están color de hormiga y estas cuentas también hay que sacarlas, porque en estos diez años según informe del CICPC, se han producido un aproximado de 101.147 homicidios en todo el país. Existe un déficit habitacional de 1 millón 700 mil viviendas, y el país necesita la construcción de 200 mil casas por año para resolver el problema. Además y esto es una de las peores verrugas que acompañan la gestión del camarada Chávez; la corrupción es el caballito loco que galopa en casi todas las estructuras del aparato del Estado, sin que nadie le ponga freno a tanto desbocao que en nombre de su gobierno se enriquece y daña la moral quinta republicana.
Las cuentas deben ser claras, parejas y redonditas, porque vamos hacia la elección número catorce y en ella van a participar 16.767.511 venezolanos. El resultado de lo que suma y resta de esta década de gestión, va a depender de la revisión de los numeritos del comandante, que cada quien chequeará el quince de febrero. Mientras tanto hagamos lo que tengamos que hacer y que Dios y Pitágoras nos agarren confesaos.
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