Es evidente el progreso constante de la oposición hacia el socialismo. Así dice Roberto Malaver.
Se burlaron de la exaltación a la bandera y ahora se disfrazan de pabellón de la cabeza a los pies, que hasta diseñaron chancletas y ropa interior con el tricolor. Es mentira tanta veneración, porque ya vimos cómo profanaron la bandera en Valencia, tirándola al piso y enchumbándola en sangre animal. Es el signo evidente de la náusea que llevan en vez de cabeza.
Se burlaron de la octava estrella, le aplicaron el revoltillo de acusaciones que endilgan al gobierno. Ahora la acogen en las banderas que ondean.
Objetaron la Constitución de 1999 con los colores más alarmantes. Igual amasijo sin razonamiento: fidelista, cubanizante, comunista, totalitaria, fascista. No la leyeron, simplemente le atribuyeron todo lo que se les pegó la gana. Ni siquiera se trata de una interpretación equivocada, porque por errada que sea una interpretación, siempre parte de una lectura descuidada. Fue lo de siempre: decretaron la realidad. Pues bien, ahora, si a gesticulaciones vamos, no hay más fieles defensores de la Constitución que quienes la execraron en 1999, que hasta intentan quemar parques nacionales para protegerla. Torpemente, porque así son de ineptos.
Se burlaron de Simón Bolívar, quitaron su retrato de Miraflores el 12 de abril de 2002 para leer el Decreto Inmarcesible de Carmona; lo declararon anticuado porque vivió hace dos siglos. Pero siguieron andando en automóvil, que depende de la rueda, invento anticuadísimo. Ahora reivindican a Bolívar, tanto que llaman Angostura a su comando, en homenaje al Discurso de Angostura.
Escarnecieron las misiones, sus sifrinos dijeron que la Robinson sería un fracaso porque el vídeo era rústico. Inventaron que la Misión Barrio Adentro había matado un gentío por malapraxis. Curioso que nadie más se ha muerto. Ahora afirman que mantendrán y hasta mejorarán las misiones cuando Chávez se vaya. Si la hipocresía no existiera, la oposición venezolana la hubiese inventado. Pero ya ves lo que pasa cuando rozan el poder: asaltan módulos Barrio Adentro y CDIs, cierran infocentros. Y lo que falta.
Lo que más temo es que un día amanezcan más revolucionarios que Venezuela.