El diario franquista "El País", necesita relevos constantemente para mantener sus ataques contra Venezuela. No les basta con los matraqueros del Alonso y la Florantonia, quienes casi diariamente llevan la batuta en sus fakes y bodrios sobre nuestra patria. La plantilla es enorme, cuando no está Juan Diego Quesada, aparece Silvia Ayuso o Manuel Viejo o Miguel González. La lista de palangristas abarca también a: Sebastián Forero, Christina Noriega, Luis Manuel Rivas, Elsa García de Blas, Antonia Laborde, María Antonia Sánchez Vallejo, Santiago Torrado, Maolis Castro, Víctor Lapuente, Federico Rivas Molina, Soledad Gallegos-Díaz, Carlos Maldonado, Javier Lorca, Luis Carlos Pinzón, Berna González, Javier Casqueiro, Virginia Martínez, Manuel V. Gómez, además de los grandes sinvergüenzas y palangristas de Efecto Cocuyo: Laura Weffer Luz Mely Reyes Josefina Ruggiero, entre muchos otros. Si a esos se les suma los que disparan desde Miami, Santiago de Chile, Bogotá, Lima, Buenos Aires y Nueva York, se podrían reunir a más de mil canallas que pujan pero que para nada empreñan, porque realmente, ya no convencen a nadie, sino que más bien están cada vez más desacreditados en el mundo.

Por unos días se produjo en el diario franquista "El País", un súbito apagón sobre los acontecimientos en Venezuela, Alonso Moleiro y Florantonia Singer no tenían a la mano un mojón que meternos. En días pasado, la directora de "El País", doña María José «Pepa» Bueno Márquez, se angustiaba al ver que llevaba dos días sin poder colocar alguna mierda contra nosotros, por lo que optó por pedirle cacao a dos burdas tontas, de medio pelo, llamadas Mariana Vahlis y Virginia Ferrer, y les escribió: "Please, I urgently need a note about the crisis in Venezuela, something very acidic, raw, strong, with quite poisonous doses against Maduro... I will send you a good payment according to the firepower of your grade…"

Las insulsas y mercenarias Mariana Vahlis y Virginia Ferrer se pusieron manos a la obra y enviaron la siguiente basura. Comiencen viendo esta horrible pendejada: "En Venezuela, tenemos a dos actores principales que establecen como condición para negociar que se reconozcan los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio, cada uno a su favor. Sin embargo, el problema radica en que estos resultados se basan en dos realidades irreconciliables: una comprobable y otra sin sustento legítimo para sostenerse". Luego añaden: "Por un lado, Nicolás Maduro, proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en un proceso LLENO DE IRREGULARIDADES Y FALTA DE TRANSPARENCIA, insiste en convocar a un diálogo centrado en el futuro, asumiendo su rol como presidente y afirmando que continuará en el cargo. Por otro lado, Edmundo González, apoyado por María Corina Machado, ha llamado a negociar para llevar a cabo la transición del mando de Maduro a González, ya que la oposición sostiene, CON BASE EN LAS ACTAS OFICIALES (que estúpidas, ¿cómo saben?), que González fue el verdadero ganador con casi el 70% de los votos. Estas dos posiciones son tan antagónicas que resulta difícil imaginar una resolución cercana al conflicto".

No tienen nada nuevo que decir ante lo tantas veces trillado, pero no desisten en sus vacuidades y colocan: "Por su parte, la oposición parece orientarse hacia el aumento de la presión internacional ante lo que consideran un fraude electoral. GRAN PARTE DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL insiste en no reconocer los resultados anunciados por el CNE hasta que no haya una demostración comprobable de los votos DESAGREGADOS POR CENTROS ELECTORALES; esto incluye a algunos aliados tradicionales del chavismo en la región, como Colombia y Brasil, o en el caso de Europa, España, que ahora ha recibido en su territorio a Edmundo González, y quizás sin pretenderlo se ha convertido en otro actor clave en la resolución de la crisis poselectoral venezolana".

Como si no les bastara con lo que pasó con Guaidó colocan: "Si Maduro pretende juramentarse el 10 de enero de 2025 con el apoyo de las Fuerzas Armadas venezolanas, LA CRISIS Y EL CONFLICTO EN LA REGIÓN SE INTENSIFICARÍAN. Es el momento de actuar antes de que sea demasiado tarde. No negociar sería enterrar la política en Venezuela, y ese parece ser el plan de Maduro: imponer su voluntad y consolidar un sistema en el que el diálogo y la política se limiten a niveles simbólicos, vaciados de contenido y sin comprometer su permanencia en el poder, es decir, sin alternancia". La tal Virginia Ferrer es internacionalista, parte del equipo editorial de Hacha y Machete. La tal Mariana Vahlis es antropóloga, parte del equipo editorial de Hacha y Machete.