Observamos con atención las noticias trasmitidas, asimismo corroboramos la estupefacción de algunos al ver que por solo un producto a los oligarcas de broma no les da un patatús. La verdadera razón de tanto agite obviamente no son los bolívares que dejarán de percibir, el delirio se desborda al ver caído su plan desestabilizador, recuerden que desde hace días vienen manejando el tema de la crisis económica, el desabastecimiento, la catástrofe pues; este gobierno, que ya no se chupa el dedo los dejó como pajarito en grama al aplicar mano dura, o mejor dicho, simplemente el gobierno aplicó la ley, eso bastó para echar por tierra, por ahora, los planes desestabilizadores.
Pero más aún, la batalla del arroz también le permitió al gobierno revolucionario abortar a tiempo las pretensiones de la oligarquía para generar una distorsión en el procesamiento de alimentos, la resolución permite ahora establecer los porcentajes adecuados de procesamiento de los rubros más vitales para la dieta del venezolano, asunto por cierto manejado hasta ahora "de boquilla" entre el gobierno y los empresarios, por supuesto que los "empresarios" no respetaron tales acuerdos, se limitaron a diseñar una estrategia absurda para disparar los niveles inflacionarios, además de obligar al pueblo a consumir sus productos tramposamente modificados, no podíamos esperar otra cosa, sería como pedirle "peras al horno", parafraseando al filósofo de Zulia.
Lo cierto es que el pueblo gano otra batalla más, el gobierno sale fortalecido en el inicio de su tercer periodo de la revolución y comienza a definirse el perfil con mayor protuberancia e igualmente se agudiza la confrontación de clases, vital para el éxito del socialismo. La oligarquía no se quedará tranquila, así como inventaron los saborizantes, seguirán buscando la fórmula para generar problemas, sabemos y estamos claros que esta batalla es larga, la oligarquía no descansa en su ataque a todos los flancos, el gobierno y el pueblo tampoco pueden descansar en esta batalla que cada día se pone más interesante.
Sin duda que esta revolución está obligada a seguir conquistando espacios socialistas en áreas tan vitales como el de los alimentos, se han obtenido avances en este sentido, el solo hecho de tener la capacidad para distribuir el 33% de los alimentos representa algún avance, aunque cada día debe ser mayor el ámbito del sistema estatal, entre otras cosas porque esa es la garantía de quebrar todas estas distorsiones, en lo relativo al procesamiento, la presencia del estado es muy precaria. En conclusión podemos señalar que los sectores oligárquicos a medida que vayan sintiendo el peso de esta revolución se irán radicalizando en sus posiciones, es la dialéctica, es la lucha de clases, es la dinámica inexorable cuando los pueblos inician la ruta hacia la libertad. Ninguna clase social entrega sus privilegios si no existe confrontación, cada revolución escoge su fórmula, la nuestra ha sido a través del enredado camino de la legalidad burguesa y ese es el que seguiremos. Allí la batalla no es nada sencilla, quien lo dude solo deténgase a observar la violencia mediática, las tácticas para hambrear al pueblo...¿Cual es la diferencia entre un ataque terrorista para que un pueblo no reciba alimentos y un estratagema como el intentado por estos oligarcas para que el pueblo no pueda comer? Esas son cosas que sin cortapisas se deben discutir, sin complejos para que el pueblo tenga plena conciencia de lo que está ocurriendo, por lo menos para que comencemos a manejar estos temas tan delicados bajo una óptica distinta.
