Los seudo líderes de la ¡y que! oposición andan de cabeza pues ya no encuentran qué hacer para reclutar gente que los acompañe a cualquier marchita que se les ocurra con el solo propósito de hacerse notar. Ante esta situación convocaron una reunión de todas las cabezas visibles de esas organizaciones: no gubernamentales (pero mantenidas por la CIA), políticas, “culturales” y hasta religiosas cuyo propósito único es decirle a Chávez ¡vete ya! No te queremos, deseos que, por supuesto, no trascienden del reducido entorno que ocupan.
El referido encuentro se llevó a cabo en los amplios salones de una quinta del este de Caracas, con numerosas habitaciones y cuyas paredes mostraban gran cantidad de trofeos de cacería de muchas partes del mundo y sus jardines se encontraban abarrotados de vehículos modelo 2009, aunque los participantes a la reunión se concentraron en un pequeño salón, preparado al efecto, que casi lograron llenar a la mitad, tal era el número de asistentes que disfrutaba con los sabrosos palos y pasapalos generosamente distribuidos entre ellos.
El punto principal tratado en dicho magno evento consistió en analizar el fracaso de las numerosas marchas convocadas últimamente para agitar las calles, cuyo número de asistentes es notoriamente decreciente en la medida que transcurre el tiempo a pesar de los enormes esfuerzos realizados por los organizadores y los considerables aportes económicos de los patrocinadores extranjeros. Dentro de este mismo punto se incluyó la cagada que habían puesto en las dos ocasiones en las cuales habían pedido dialogar con organismos gubernamentales y en las cuales fueron satisfechas sus peticiones, no obstante lo cual tuvieron que salir, en las dos oportunidades, con “el rabo entre las piernas” pero simulando estar muy ofendidos por considerarse víctimas de celadas, aunque la realidad era su carencia de argumentos para enfrentar un diálogo.
La gran solución que se presentó para solucionar este problema fue muy sencilla y consistía en cambiar de táctica primero no volviendo a convocar manifestaciones de calle, sino crear, sin previo aviso, focos de disturbio tipo guarimbas, con cualquier tipo de pretexto y, segundo, no volver a solicitar más nunca, “never more in the life” como expresó el proponente, un debate abierto con ninguna entidad gubernamental para no correr el riesgo de salir no sólo con “el rabo entre las piernas” sino también con “la cabeza gacha”. Dicha propuesta logró la aprobación unánime de los participantes, quienes a la hora de la votación se limitaron a manifestarlo con la señal de costumbre y siguieron campaneando su 18 años y ponderando entre unos y otros las virtudes de sus poderosas “naves” y cómo se habían burlado del gobierno para evadir los controles y pagos correspondientes.
Cuando terminó la reunión y se retiraron todos los participantes haciendo rugir los motores de sus naves, pudo observarse, sin embargo, que dentro de la quinta permanecieron estacionados casi treinta vehículos de ¿…..? ¡Misterios de la ciencia! como dice el profesor Lupa.
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