“…..porque el pueblo debe expresarse en forma libre, amplia, sin presiones de ningún tipo” El Obispo Roberto Luckert.
Declaraciones a Jorge Piña / The Associated Press.
Este obispo de la ciudad de Coro, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, no solo se comporta como un líder de un partido político de la oposición venezolana, sino que comete lo que dentro de la doctrina católica, apostólica y romana, se denomina pecado, pues viola el 8vo mandamiento “No darás falso testimonio ni mentiras”, catecismo de la iglesia católica. 2006.
Podrá el lector darse cuenta de que estos personajes, dirigentes de una iglesia católica venezolana que se esta quedando sin pueblo y que solo apela a la clase media alta y clase alta del país para tener feligreses, cada vez que declaran entran en una evidente contradicción en cuanto a los poderes públicos del Estado venezolano y en lo referente a la libertad de expresión. Se expresan a diario por diferentes medios y de diversas maneras en libertad total pues.
En una declaración a la empresa privada de comunicación internacional Associated Press, refiere este Obispo que la Iglesia Católica Romana tiene mas de 2000 años, y que por ese hecho el Presidente Chávez no podrá arrinconarlos a ellos.
Aquí continúan los pecados de Luckert. Chávez no quiere ni arrinconarlos ni acabar con ellos. Chávez los que les ha pedido es que ejerzan su apostolado, primeros los pobres y desamparados, primeros los descarriados, los hambrientos, en fin los mas necesitados y que no se convierten en actores políticos de la oposición venezolana. Sucede pues que en este país, Venezuela, los jerarcas de la iglesia católica romana solo conviven y comparten con los de clase alta, ricos o medios ricos, empresarios y dueños de empresas privadas de comunicación. Para nada se vive con los anteriormente mencionados, pobres, no se acercan a los barrios de los necesitados, no hacen apostolado en los hospitales con los enfermos, en resumen viven en la comodidad que les da el ser dirigentes de la iglesia católica romana.
A diferencia de ellos el Presidente Chávez es hombre de primera línea ante los pobres. El haber convertido a Petróleos de Venezuela, PDVSA, en articulador de las misiones sociales dedicadas a la atención de sus necesidades haciendo llegar las ganancias del petróleo a todos por ejemplo, la alfabetización del país, el aporte en la misión lectura, la creación de Barrio Adentro, centros de atención medica gratuita dentro de los barrios y poblaciones, los Mercal y PDVAL organizaciones donde el pobre y no-pobre adquiere los alimentos subsidiados por el gobierno nacional y en fin la larguísima lista de todo lo que el Presidente Chávez dentro del Plan Simón Bolívar ha diseñado para el humanizar y hacer llegar al colectivo la suprema felicidad que no es precisamente convertirse en millonario en dinero, sino tener las mismas posibilidades de desarrollarse y de ser solidario con sus conciudadanos. Esto, entre otras muchas cosas mas acercan al Presidente Chávez a las masas y alejan a los jerarcas de la iglesia católica de ellas. Entonces no es Chávez quien desea arrinconar a la Iglesia sino que sus jerarcas la mantienen secuestrada de los pobres, necesitados y ávidos en su fe. Los Presbíteros de parroquias, pueblos, barrios son los que han acompañado al Presidente de manera evidente y sincera pues son ellos, nos los Obispos, quienes viven y se comunican con el pueblo venezolano. Que Benedicto XVI halla respaldado a los obispos venezolanos “entre líneas” según declaración de Luckert, no es ningún éxito de los jerarcas. Si lo que en sus escritos y declaraciones políticas exponen fuesen ciertas el respaldo del Papa debió ser contundente y claro y no “entre líneas”.
Estando así las cosas, lo que sucede es que estos jerarcas sin pueblo, especialmente Luckert, no perdonan que el Presidente Chávez se halla acogido a las palabras de Jesucristo o como acertadamente expresa Chávez al socialismo cristiano.
Luckert no solo es jerarca sin pueblo sino que es la pieza de choque de la conferencia episcopal venezolana. Sus reiterados ataques con lenguaje casi obsceno contra el Presidente y tratando, no puede, de retar al Presidente lo convierten en eso, además de ser un representante del poder económico de la jerarquía católica.
No obstante, el gobierno continua subsidiando las iglesias, los colegios privados católicos quienes para contradicción son elitesco, costosísimos pero como patronos pagan salarios de miserias a sus empleados. La universidad privada mas costosa de Venezuela es la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, surte de country club estudiantil, que dirige un cura jesuita, Luis Ugalde, de manera vitalicia. Esta universidad también recibe subsidio del estado venezolano cito, “La Iglesia, que tanto se pavonea de su importancia nacional, no es capaz ni de pintar sus templos, que son reparados y mantenidos por las Alcaldías y Gobernaciones, es decir con nuestros petrodólares. Y todas las instituciones educacionales que maneja, reciben fuertes subsidios del Estado. La UCAB es agraciada con 800 millones cada año” www.radionegroprimero.org.ve.
En fin, no es cierto que el Presidente Chávez sea quien desea acabar con la Iglesia Romana sino ellos, los jerarcas católicos, condenados al desprecio por opulentos o ricos. Porque ello que no pudieron ni siquiera mostrar una declaración clara, contundente y solidaria del Papa Benedicto XVI, solo “entre líneas”.
“Bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos” Mateo 5:1-12.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria Socialismo o Muerte.
Venceremos.
