La reacción de casi la totalidad de los países del mundo ante la barbaridad que sucede en Honduras era de esperar, claro, siempre hay excepciones, y dos lamentables aquí mismo en nuestra patria grande; Colombia y Perú, por el solo hecho de callar, son la vergüenza de la familia latinoamericana que no sale de su asombro ante este intento artero por regresar casi a la época de las cavernas, en que la bota militar o un pelele puesto por los gorilas, le daban una patada a la democracia y de un zarpazo conculcaban durante lustros todos los derechos humanos causando muerte y desolación, desaparecidos, el regreso a la tortura y en fin el caos.
Pero los golpistas no se esperaban el aguacero que se les vendría encima, la protesta internacional demoró solo lo que el tiempo le permitía para actuar en consecuencia y cercar a los facinerosos con los instrumentos legales, institucionales que existen a nivel internacional, ni siquiera el presidente de Estados Unidos, se abstuvo, a pesar de que es prácticamente un secuestrado de los enormes poderes económicos que son los que en realidad manejan ese país, sobre todo en las acciones por dominar cada vez más al mundo.
La condena casi general que hemos visto, institucional o no, tiene que pasar de los simples discursos, comunicados o declaraciones a la acción activa si fuere necesario, lo que estamos viviendo es un golpe de estado, así CNN y la vergüenza de aquí, Globoterror lo llamen “sucesión forzosa”, como aquí llamaron al de abril del 2002 “vacío de poder”, en el que por cierto las características son casi similares, es una copia al carbón, la misma receta, solo que esta vez las instituciones han avanzado, ya Bush aunque seguramente sigue desde de las sombras moviendo sus piezas, no está al frente del Gobierno gringo y las circunstancias de un pueblo en la calle como aquí, sumadas a la solidaridad de las democracias del orbe tienen que traer el único resultado que se puede aceptar, que no es otro que la restitución del hilo constitucional y el regreso del Presidente Zelaya al cargo que el pueblo le otorgó.
Los acontecimientos están en pleno desarrollo como dice Walter Martínez, y más temprano que tarde habrá justicia y entonces lo que ha sucedido en Honduras quedará en la Historia como un ejemplo para que quien algún día quiera imitar esta barbaridad sepa a lo que se atiene.
Hechos como los que se viven actualmente en América también sirven para que los fascistas una vez más se quiten las caretas y como aquí en el canal pestilente, que por ahora seguimos padeciendo, hemos podido ver y oír con asco a los mismos personajes de siempre, colocándose al lado de los asesinos de la democracia en Honduras y justificando lo injustificable, se les olvida eso sí, que el pueblo está tomando nota y los tiene rodeados.-
Como dijo alguien al comentar el golpe artero a la democacia de Honduras, los golpistas se están suicidando politicamente, no puede ser de otra manera, porque quien, en pleno siglo XXI, cuando ni siquiera podiammos pensar que en alguno de nuestros países era posible regresar a épocas ya superadas, se atreva como se atrevieron los gorilas de ese país, es porque o están desesperados o es tanta su ambición que se cegaron ante las ansias de poder; su torpe accionar, y la puesta de spaldas a la realidad latinoamericana, de entrada los inhabilita ante el mundo para estar al frente del goberno en ese país.
