--Es muy fácil construir grandes infraestructuras, autopistas, hospitales, vías férreas. Un cheque y listo. La dificultad está en la microfísica de la operación de esas instituciones o cuando afrontamos la organización de un núcleo de desarrollo endógeno, un consejo comunal, un batallón, atender ese microclima capitalista exacerbado y sin modales que es una cárcel o cómo ciertos funcionarios se sienten dueños de sus instituciones, etc.
Me respondieron con un argumento largamente meditado, producto de todos sus posgrados y de la excelencia académica ucevista:
--Ni un paso atrás, ¡fuera!
Me dejó sin aliento y turulato tanta contundencia conceptual. Respiré hondo y les expuse que los valores del capitalismo son testarudos. Añadí que el sistema republicano fue construido por gente monárquica, ya que la republicana no tiene que edificarlo porque ya lo tiene y que asimismo el socialismo será erigido por personas formadas en el capitalismo, por aquello de la dialéctica. A ello él me repuso un razonamiento complejísimo, que me dejó atónito ante el efecto intelectual que le han dejado los medios de comunicación privados:
--¡No es no!
Me hizo sudar y hacer meditación zen para recuperarme de cogitación tan lapidaria en su multitud de impecables connotaciones, silogismos, entimemas, paradojas, proposiciones, prótasis y apódosis.
Guapeé refiriéndole que como la hegemonía del capital está en peligro, tiene que defenderse con toda su panoplia, pero que como no podía dar un golpe como en 2002 ó como en Honduras, en parte por la composición social de nuestra Fuerza Armada, recurre a la guerra mediática, por lo cual no hay instante radioeléctrico ni centímetro de prensa que pierda oportunidad en su embestida contra el gobierno. Ahí dio ella lo mejor de sí, soltándome en el pecho toda su materia gris. Me rendí, pues inferencias tan sutiles son inapelables:
--¡Anda vete pa Cuba!