Finalmente tenemos contra las cuerdas al petropirata de Sabaneta. Falta poco para escuchar el tan esperado y liberador ‘’adiós luz que te apagaste’’, es solo cuestión de tiempo, mezquindad y kilovatios.
Arrinconado por una seguidilla de apagones, el señor de la oscuridad, apela a nuestra conciencia -como si tuviéramos una- y nos pide que ahorremos energía.
El que sembró de sombras nuestras esperanzas. El que pintó el futuro de negro con su socialismo repleto de cosas nauseabundas como la solidaridad, la equidad y demás miserias. Él, justamente, es quien nos pide colaboración. ¡Ja!
¿Que pasó entonces con aquello de ‘’moral y luces bla bla bla’’? No es que mis damas y yo seamos bolivarianas -¡Dios nos libre!- pero no puede venir este pseudopresidente a decirnos, a quienes carecemos de moral, que prescindamos también de las luces, justo ahora que viene la navidad.
Prendido o apagado ¿Donde queda mi derecho a escoger? Y ¿Qué clase de arbolito endógeno pretende el pichón de Fidel que adorne nuestras sufridas navidades? No quiero saberlo, mis distinguidas compañeras de ‘’botox parties’’, porque ¡No es no!.
Decorad arbolitos capaces de quemar retinas con su desafiante luminosidad. Programad vuestros aires acondicionados a punto de congelación y avivad el fuego de vuestras chimeneas para que, además de tumbar al tirano, logréis un delicioso ambiente de blancas navidades. Apretad, con ayuda de vuestras asistentas domésticas, el botoncito de ON de los microondas, lavadoras, secadoras, hornos, y de todos esos horrendos aparatos a los cuales hoy, por fin, les encuentro alguna utilidad que no sea facilitar el trabajo de la siempre floja servidumbre.
Encended al país de punta a punta con la luz del 11 de Abril y que no quede un solo bombillo apagado en esta patria que pide a gritos kilovatios por la libertad.