La pregunta es pertinente, ¿en qué mundo vive la oposición? ¿Vive en la realidad o se desplaza por el territorio, libre de obstáculos, de la ficción? Es a ese sector al que le toca responderla, y, además, si se encuentra cómodo como está.
Lo que no admite duda alguna es que la percepción que se tiene afuera, lo que a simple vista se capta del mundo abigarrado y contradictorio opositor, es que se ha convertido en refugio de fantasmas. Preciso lo que quiero expresar: hay un conjunto de partidos --y grupos que no alcanzan esa categoría, pero que tienen influencia-- que, aparentemente, funcionan como centro de dirección. Pero se trata de una dirección virtual. Ojalá fuera lo contrario, es decir, que tuviese peso específico, liderazgo efectivo y autoridad suficiente. Pero no es así. Ejemplo: la llamada Mesa de la Unidad congrega factores sin capacidad para dilucidar los problemas que aquejan al sector. Lo que trasciende del organismo es desalentador para cualquiera, mucho más para aquellos que colocan sus esperanzas en esa política. Hasta ahora se alimenta de una voluntarista invocación a la necesidad de la unidad, asumida ésta en función de la cuota que correspondería a cada partido en las listas para las elecciones parlamentarias de septiembre. Nada se sabe de tareas organizativas, si es que las hay; de la elaboración programática, si es que existe.
Mientras la situación en ese nivel de dirección parece congelada, y que sólo priva el reparto de los puestos salidores a la Asamblea Nacional, afuera, en la calle, la situación tiene una textura distinta. Existe una dinámica impulsada por la "realidad real". ¿Cuál es? Que la Mesa de la Unidad estaría montada al aire, sin anclaje efectivo y desconectada de las exigencias de otros sectores de la oposición.
Vuelvo a los fantasmas. El vacío en ese mundo lo llenan, en la actualidad y en la práctica, factores muy activos y con dinámicas propias. Menciono los siguientes: 1) Algunos medios de comunicación imponen políticas que no son procesadas en el organismo unitario, o que si se las consideran en ese nivel sufren luego deformaciones a la hora de su aplicación. El medio, esta vez con menos peso del que tuvo hace siete años cuando las aventuras golpistas --como también ocurre con otros poderes fácticos que se la jugaron a fondo--, introduce perturbaciones y, sobre todo, confunde al campo opositor y conduce a descontextualizar el dato electoral por el que trabaja la oposición partidista tradicional. 2) Los sectores juveniles, provenientes mayoritariamente de universidades y colegios privados, son expresión --por cierto, nada novedosa-- de la incorporación de sectores de las clases media y alta motivados por un mensaje caracterizado por abstracciones e invocaciones a la violencia. Con atractivo, es lógico, en un ambiente de rebeldes sin causa. El dato tiene debe ser analizado por su importancia. La pretensión de utilizar a ese caudal de jóvenes para promover políticas con una fuerte carga del pasado, y atadas al puntofijismo partidista, se ha convertido en una especie de trampa -o tiro por la culata-, al revertir con signo contrario. La Mesa de la Unidad cuenta poco para ese movimiento juvenil. Su concepción sobre la política no conecta con la de aquellos que manejan otra noción. Con lo cual se da un rechazo tácito al obsoleto liderazgo político, desbordado por lo que ocurre en la calle, y la gestación de un proyecto propio de participación electoral que ya está en marcha.
El actual vacío que hay en la oposición partidista -siempre alguien lo llena-, se agudiza cuando algunos medios asumen protagonismo, y cuando los jóvenes que manifiestan definen políticas particulares, y, en la práctica, se sacuden tutelas anacrónicas. En la actividad humana donde menos vacío hay es en la política, y la aparición de este novedoso cuadro lo confirma. Faltaría por ver qué pasará en los próximos meses de cara a las elecciones. En los próximos meses el reto se ubica en ese terreno, y es impredecible lo que puede suceder con una oposición sin conducción y con nuevos liderazgos competitivos. Sobre todo si se plantea el dilema de dedicarse a fondo al trabajo electoral o sucumbir otra vez a la tentación de la violencia, cada día más atractiva.
LABERINTO
Lo mismo que en el pasado comenzó el cuoteo en la oposición para escoger candidatos a la Asamblea Nacional. Durante el puntofijismo cada grupo económico y mediático tenía garantizada la postulación de su gente en las planchas de AD y Copei. El sector industrial y agrícola, Fedecámaras y otros gremios, así como los medios de comunicación, imponían nombres a las direcciones partidistas. Tantos diputados y tantos senadores para El Nacional, El Universal, Bloque De Armas, Cadena Capriles, Rctv, Venevisión, circuitos radiales. Generalmente esos parlamentarios no rendían. No tenían compromiso con los electores y no se interesaban por los Estados que representaban. De nuevo se barajan nombres de directivos de medios, de grupos empresariales e, incluso, de políticos prófugos de la justicia. Sería interesante explorar la reacción del electorado ante el retorno de esta perversa práctica adecopeyana…
Hay un cable pelado en la relación Obama-Uribe. El presidente norteamericano no estaría dispuesto a avalar toda la política del colombiano. Por eso se produce un recorte de casi 60 millones de dólares en la ayuda a Colombia, y todo indica que la presión de sectores sindicales y progresistas sobre el Congreso conducirá al rechazo del TLC. No es gran cosa: puro equilibrismo. Porque al mismo tiempo Obama entrega el manejo de la relación con Venezuela al Pentágono y a la Dirección de Inteligencia. O sea: la militariza. Así el Premio Nobel de Paz se mece en el chinchorro de la incertidumbre. Mientras tanto, su popularidad se desploma…
Ahora la llave siniestra, gusanos y escuálidos, la cogió con el comandante Ramiro Valdés, héroe del Moncada, combatiente de la Sierra Maestra y ministro-vicepresidente de Cuba. No le perdona que su capacidad fue decisiva en la lucha contra el terrorismo en tiempos difíciles. Mientras esa gente descalificada ataque a Valdés, no hay problema, y sin duda que la ayuda de la misión que él preside será positiva para Venezuela en el tema eléctrico…
Por otra parte el cinismo de los promotores de la campaña contra Valdés se pierde de vista. Sostienen que su llegada -no se instalará en el país- "reforzará el aparato represivo del Gobierno". Los traiciona el subconsciente: piensan en los Orlando García, Posada Carriles y decenas de criminales que importó la Cuarta República para matar, torturar y desaparecer a venezolanos. Ahora los cubanos vienen para funciones sociales…
En el problema de la inseguridad es determinante la acción contra el tráfico de armas. El contrabando y la venta, prácticamente libre, de todo tipo de armas. Hay un tráfico que requiere tratamiento especial y mano dura. Así como se actúa contra la especulación en los comercios, hay que hacerlo contra las armerías que infringen la ley y las guaridas de delincuentes, muchas veces conectadas a la policía, que trafican en los barrios populares…
Solo en este país, donde la oposición dice que no hay libertad de expresión y todo se reprime, se publican avisos como éste: "Cuidado con los Bancos de Venezuela. Invierte tu dinero en el extranjero. Aprovecha la crisis de USA. Es tiempo de comprar. Precios Bajos y pagamos tu pasaje a Miami". En el aviso aparecen los correos y teléfonos para ampliar la información.