Comenzaré aclarando que mis críticas son escritas desde el amor que siento a Chávez, al pueblo y la revolución, jamás destructivas.
No me va a ser fácil escribir hoy y debo hacerlo con el mayor de los cuidados, pues quienes me han leído en todos estos años conocen mi dicho que reza los trapos sucios se lavan en casa, cosa que ya no puedo decir, he escrito hasta el cansancio por la causa de Julián Conrado, quien está preso en nuestra revolución sin asidero jurídico alguno, injustamente atrapado en un cuarto y nadie respondió, ni a él ni a quienes luchamos por él. Esto obliga a empezar a decir las cosas que no pasan y que deberían suceder.
Dos cosas más tengo en el tintero:
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El nepotismo. A mí me llegan muchas denuncias de altos funcionarios y funcionarias cuyos familiares ostentan altos cargos una vez que fueron electos. Esto pasa en órganos importantes de nuestro gobierno. ¿Podría excusarse este suceso por la necesidad de tener cuadros de confianza? Podría ser. Pero definamos bien que es Nepotismo para que sepamos hasta donde es legal y hasta donde es delito, inmoral y falta a la ética revolucionaria: El nepotismo es la preferencia que tienen funcionarios públicos para dar empleos a familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza. Esto tiende a creación de tribus o clanes familiares que terminan gobernando bajo la repugnante figura que dice Todo queda en familia No, no es verdad no queda en familia camaradas, porque el pueblo representado en las instituciones, que observan estos hechos, sienten la injusticia y la expresan, la comentan y es vox populi, esto señores del alto gobierno, simplemente, remedando a nuestro querido Luis Britto García, es un hecho vergonzoso que al final solo logra ser un MATA VOTO más impelablemente.
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El dedazo. Acabo de leer que comienzan el 6 de este mes las inscripciones para las elecciones de alcaldes en el CNE, y siento un gran temor por lo que allí va a pasar. Como miembro del PSUV a mí nadie me preguntó nada. Me enteraré quien será mi candidato cuando se cierre este período de una semana y anuncien los resultados, como creo que nos pasará todos. No quisiera pensar que nuevamente se escogieron a dedo. Un nuevo dedo, porque el único dedazo que yo acepté en mi vida era el de Chávez, quien casi nunca dejó de ser acertado, y aceptado a regañadientes porque yo creo en la voz del pueblo, pero cuyo dedo no incluyó, a mi parecer, en su legado.
Las elecciones para alcaldes ya están siendo vistas como un plebiscito a la gestión de Nicolás Maduro, lo cual no es verdad desde lo jurídico, ganemos nosotros o la oposición no compromete para nada el cargo del presidente Nicolás Maduro y continuar su mando junto a los gobernadores electos en anteriores elecciones, pero una derrota nuestra será usada magistralmente por los fascistas que de nuevo lanzarán a la calle con toda su arrechera a sus seguidores si resultan mayoría: ¡Toda Venezuela se ha expresado! ¡Este Gobierno es ilegítimo! Dirán los majunches- para de inmediato comenzar a exigir con violencia continuada en la calle una nueva elección presidencial y salir a implorar a los gringos la invasión tan postergada.
En nombre de Chávez y del pueblo, pido a nuestros dirigentes ser muy conscientes de los escenarios. Solo dando poder al pueblo y poniendo a quienes el pueblo sabe que son sus representantes como candidatos para las elecciones a alcaldes, lograremos aplastar a la burguesía amarilla y teñir nuevamente el mapa con el rojo hermoso y merecido de Hugo Rafael Chávez Frías.
Sepamos dar la batalla y vencer.
Irreverente en el discurso y leal en la acción, me despido en esta hora.