La demanda actual del dólar es inelástica, tomemos medidas radicales

Si hoy se permitiera comprar libremente, a Bs. 100, todos los dólares que existen en el país, bajo cualquier esquema (bonos, subasta, otorgamiento, bandas, flotación limpia o sucia, etc.), los bancos, las grandes empresas y los muy ricos comprarían hasta el último dólar, porque saben que mañana el dolar valdrá Bs. 120. Esta es nuestra triste realidad, resultado de la experiencia de los últimos 30 años --mitad cuarta y mitad quinta repúblicas--, que ha visto aumentar 10.000 veces la tasa Bs./$, de 4,30 a casi 43.000 bolívares viejos, lo que parece mentira pero es verdad. Otro pensamiento sería irracional. Actualmente no hay ninguna razón para que el dólar no siga aumentando, para que en el futuro no pase lo mismo que ha pasado durante los últimos 30 años. De este desmadre es culpable la irresponsabilidad de los sucesivos gobiernos + la voracidad de Fedecámaras, que varias veces se ha llevado todos los dólares oficiales, dejando al gobierno sin reservas internacionales.

Toda solución cambiaria que no tome en cuenta esta realidad, la inelasticidad de la demanda del dólar, está condenada a cometer gravísimos errores que podrían hacer inviable el estado venezolano, para desgracia de la gran mayoría de los venezolanos. Repito lo que he escrito varias veces: el dólar paralelo internet es falso, pero el gobierno nada ha hecho en su contra. En particular, nada ha hecho el Banco Central de Venezuela, obligado por nuestra Constitución a la defensa del bolívar. Por otro lado, aceptar el dólar paralelo como verdadero llevaría el país y a la revolución bolivariana al fracaso absoluto. Debemos estar claros: en la Venezuela de hoy no existe una tasa de equilibrio Bs./$, como sugieren los economistas de oposición, con la idea de que el gobierno acerque el dólar oficial al falso dólar paralelo, aumente violentamente la inflación, lleguemos a la devaluación y perdamos las elecciones. Ellos saben que la tasa de equilibrio no existe, pero no lo dicen, porque también tienen sus cuentas en dólares y buscan aprovecharse de la situación.

Lo que ha hecho el mercado paralelo del dólar en internet, mediante páginas como lechugaverde, dolartoday y tucadivi, todas apoyadas política y económicamente por Fedecámaras, es aprovecharse de esta inelasticidad para lanzar un poderoso ataque unilateral contra el bolívar, sin control alguno, que ha llevado el dólar, en apenas 21 meses, a la mayor alza histórica, de Bs. 9,43 a Bs. 42,90 (+355%, 4,5 veces), creando en la población una percepción catastrófica de la economía venezolana y generando toda clase de desórdenes (acaparamiento, desabastecimiento, especulación, ventas ilegales, contrabando, tremendas colas, pérdida de votos chavistas y muchas arrecheras).

El análisis de la crisis cambiaria debe hacerse desde el punto de vista del trading, de la negociación de monedas. El análisis puramente económico o académico está fuera de lugar. El mercado Bs./$ está impactado por un alza que lleva 30 años y que nadie puede parar con planteamientos teóricos por iluminados que sean. Bajo las actuales condiciones, quienes tienen dólares no están dispuestos a aflojarlos. Véase el ejemplo de Argentina con la Ley de Blanqueo: poquísimos dólares regresaron al país, a pesar de las ventajosas condiciones. Por otro lado, mientras se mantenga esta percepción catastrófica, el gobierno tampoco debe aflojar sus dólares, los dólares de todos los venezolanos, porque se los llevarán a cualquier precio. Todos los dólares que venda el gobierno para atesoramiento sólo servirán para generar inflación y devaluación, y para engrosar la montaña mágica, los $400.000.000.000 que un grupo de venezolanos tiene depositados en bancos extranjeros, según Tax Justice Network.

La pelea es peleando, pero no a corto sino a mediano plazo. En primer lugar, el gobierno debe aprobar una Ley reservándose la importación de todos los productos básicos (no solamente la comida), los cuales serían comprados con dólar de Bs. 6,30. Esta es la primera medida clave, quitarle esta importante tajada a Fedecámaras, que utiliza los dólares de Cadivi con variados fines perversos. A partir del momento en que el gobierno logre regularizar en todo el país la venta de productos básicos, a precios del dólar de Bs. 6,30, lo que tomará varios meses, bajará la inflación y comenzará la declinación del innombrable. Se trata de profundizar la estrategia que se está ejecutando, no como una medida de emergencia, sino como una decisión definitiva del estado venezolano, para lo cual se requiere capital, planificación, eficiencia, conocimientos y organización. La idea es que los precios basados en el dólar paralelo, que Fedecámaras continuará utilizando como marcador, se apliquen solamente a productos no indispensables para la vida diaria, que el dólar paralelo tenga poco efecto, que la inflación no perjudique a la mayoría del pueblo venezolano sino solamente a las clases altas, promotoras y beneficiarias del alza del dólar. La idea es profundizar el estado socialista.

Como segunda medida, que Cadivi no entregue más dólares a Fedecámaras para importación (dólares tiene Fedecámaras de sobra) sino yuanes chinos, otorgados mediante depósitos en bancos chinos seleccionados, con la condición de que sean utilizados exclusivamente para pagar facturas en yuanes a empresas chinas. Nada de cambiar yuanes a dólares. La idea es detener el crecimiento del gigantesco posicionamiento en dólares ($400.000.000.000), causa fundamental del alza del dólar. Este posicionamiento es la fuerza que hace que muchos venezolanos, en contra de los intereses de su país, promuevan el alza del dólar. No habrá solución al problema del dólar si el gobierno permite que este posicionamiento siga aumentando. Gobiernos anteriores cometieron el grave error de permitir quincenalmente la conversión a dólares de los sueldos en bolívares de sus empleados. Ahora lo estamos pagando.

Tercera medida: no más dólares para remesas ni para viajeros, ambas fuentes de corrupción. No es justo que los dólares que genera el petróleo a través de PDVSA, dólares públicos de todos los venezolanos, sean aprovechados por un pequeño grupo de venezolanos y extranjeros para hacer trampas y enriquecerse ilegalmente. Los dólares públicos deben ser utilizados exclusivamente en inversiones públicas para el mejoramiento de la calidad de vida de todos los venezolanos. La revolución bolivariana es socialista.

La mediática del gobierno (Sibci) juega un papel fundamental en este proceso. Casi toda la información económica que recibe la población proviene de la oposición, con muy escasas réplicas del gobierno. Todo venezolano debe conocer el problema de larga data en que estamos sumergidos y apoyar las medidas que el gobierno del presidente Maduro está tomando para asegurar el abastecimiento de productos básicos a precios justos, contrarrestar el dólar paralelo y detener el crecimiento de la montaña mágica. Paciencia, unidad, lucha, batalla y victoria.


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Asdrúbal A. Chirinos

Licenciado en Educación, Master en Administración, MIT Sloan Fellow.

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