Mucho se ha dicho de los raspacupos, y es un problema que se debe atacar, pero resulta que la mayor fuga de divisas no es por los raspacupos, sino por los importadores, es decir, la burguesía.

Voy a contar algunas historias que escuché en un banco, en la universidad, etc, cosas que se escuchan y no se creen, pero pareciera que son reales:

Estando en un banco a la espera de mi turno escucho a dos señores conversando y tocan el tema de los dolares; uno le dice al otro que es el gobierno quien saca los dolares al mercado negro (según ellos) y comienza a contarle a su amigo que tiene un conocido que tiene contactos con el gobierno. Este conocido solicitó millones de dolares para importar arroz, y como el gobierno necesita arroz y mediante un contacto en el gobierno le dieron los millones para importar arroz. El dinero era para importar, por ejemplo unas cien toneladas de arroz, y como en la aduana no le pesan el contenedor y como nadie está pendiente de los kilos importados, este señor importó una décima parte de lo que debió importar y el resto del dinero lo vendió en el mercado paralelo haciendo millones de bolívares.

Escuchar eso para los pelos, ¿tanta impunidad? ¿será posible que en las aduanas no controlen nada o se hacen los locos? ¿será posible que una vez que cadivi entrega los dolares para importar, luego no verifica que se importe lo correspondiente?

Luego en la universidad, comiéndome algo en el cafetín, dos personas hablan de los dolares; y uno dice que conoce a alguien que solicitó millones de dolares para importar medicinas, específicamente pastillas, luego, en vez de importar las pastillas mandó a fabricar las cajas de pastillas, pero vacías; de manera que se ahorró millones de dolares porque las cajas vacías no cuestan mucho, trajo sus cajas vacías que pasaron por las aduanas tranquilamente y el dinero sobrante lo vendió en el mercado paralelo haciéndose millonario.

Me sigo haciendo las mismas preguntas.

Luego ese mismo ser cuenta de otra persona que importa cauchos y pide que le facturen por un precio muy superior al real, se trae unos pocos cauchos y hace negocios con el dinero sobrante.

Estas historias se escuchan por doquier, son secretos a grandes voces, Así se explica como el estado saca y saca dolares para importaciones y luego no se consigue nada para comprar, y lo que se consigue a un precio elevadísimo. Y es que la burguesía venezolana es la que se beneficia del cadivismo. ¡será posible que en las aduanas no se controle nada de lo que se importa! ¿cómo es posible que se controlen estrictamente a los viajeros y se perdone a los grandes capitalistas?

Para que todo esto ocurra, que me perdonen, pero debe haber complicidad interna en cadivi, en las aduanas y en todos los organismos que se supone deben controlar lo que se importa. Está bien que se controlen y sancionen a los raspacupos viajeros, pero no es posible que los que ingresan millones con importaciones ficticias se llenen los bolsillos a costa de los demás y con absoluta impunidad. Siendo estos los que elevan los precos y luego culpan al gobierno.

Leo y leo y leo las denuncias que hace el mismo gobierno del problema de los negocios de dolares, pero me preocupa que no haya presos, ni detenidos. me preocupa que solo detengan a los viajeros que manejan poco dinero y se deje impune a los peces gordos de las importaciones. Basta ya de tanta impunidad, no es posible que sigan ocurriendo este tipo de cosas, no es posible que existan aduanas donde no se controla lo que ingresa ni como ingresa. No es posible que se otorguen millones para importar y luego nadie supervisa que se importe lo que realmente corresponde y al precio real, no es posible.

Es hora de poner mano dura y castigar a los culpables y a todo aquel funcionario que colabore para que estos hechos ocurran, no es posible que los precios de algunos productos aumenten día a día según la cotización del dolar negro. Los repuestos y partes de vehículos aumentan día a día; nos están dolarizando los precios, la inflación aumenta y mientras vemos las amenazas de que se van a tomar medidas pero los peces gordos se nos ríen en la cara. Basta ya de impunidad