Cuando conocimos a nuestro comandante eterno, esa mañana del 4 de febrero de 1992, el “por ahora” fue la esperanza de saldar cuentas con el régimen de las elites, de los pactos neoyorkinos, de las barraganas del FMI, y del conciliábulo de la quinta Punto Fijo.
Pero las siguientes palabras tenían aun mayor simbología, era la certeza que el por ahora no significaba simplemente un desquite sino el resurgir de la dignidad casi perdida: “Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este Movimiento militar Bolivariano. Muchas gracias."Hugo Chavez Frías.
Esas palabras denotaban responsabilidad en un país donde nadie era responsable del alto índice de pobreza extrema, de los cientos de muertos enterrados en fosas comunes en "La Peste", de los jóvenes muertos por pedir un cupo para estudiar, de los Waraos que se los trago el Delta porque alguien ordenó en función del “progreso” ponerle compuerta a sus aguas; denotaban integridad en un País donde sus gobernantes no eran íntegros, hablaban que el otorgar subsidios al pueblo reforzaban la vagancia pero entregaban millones en auxilio financiero a los banqueros, en nombre de la modernidad neoliberal hablaban de reducir el estado entregando parte de sus empresas a la “eficiente” gerencia privada pero esa misma gerencia “eficiente” dirigió y quebró esas mismas empresas del estado.
Chávez vino a darle valor a la palabra, a revaluar la promesa, a convertirla en compromiso de vida, en razón existencial y se consumió sin apartarse ni un ápice de su deber.
Eso es congruencia, eso es integridad, eso significa ser incorruptible.
La ética humanista es un pilar fundamental que le ha dado sostenibilidad e inmortalidad a Chávez como figura histórica y vigencia a su pensamiento expresado en lo que llamamos el CHAVISMO.
Ahora bien como ha pasado muchas veces, todo pensamiento en ausencia de su precursor corre el riesgo de torcer la direccionalidad y languidecer lentamente hasta convertirse en el triste recuerdo de una buena intención.
Que el chavismo no quede en un quimérico anhelo, dependerá no solo de los que institucionalmente dirigen la revolución bolivariana, sino de todos los que hemos sido ganados con su ejemplo de entrega y dedicación a la causa más justa de la humanidad; un mundo sin explotado ni explotadores.
Por lo tanto, aquí no se trata solamente de esperar que otros cumplan y aplaudirlos o criticarlos si fallan, aquí lo que se trata es de asumir, cada cual desde su micro espacio y desplazar a los que se tengan que desplazar; pero con la arrolladora fuerza de la conciencia organizada en colectivo.
El Comandante Eterno ya nos lo ordenó; cuando nos dijo que no escucháramos el canto de sirena de la corrupción y que si es necesario hiciéramos como Ulises y nos amarremos.
“Si algún día tienen que amarrarse o mandar que los amarren bueno amárrense (…) y si no pueden, láncense del barco y dejen el mando” así de claro nos lo dijo.
Nos repitió muchas veces: “Tenemos que ganar esa batalla, una batalla estructural, moral, ética”.
Hoy toca a los que nos sentimos chavistas convertir la palabra en acción, en arma de combate en esta lucha moral y ética y ayudar a nuestro Presidente Nicolás Maduro a consolidar el sueño de Chávez.
Para eso debemos de reencontrarnos o como decía Alfredo Maneiro debemos ir al encuentro de los iguales, de allí que tenemos que armarnos del mismo coraje de nuestro Comandante Eterno que ni en los momentos más difíciles cedió ante los corruptos y traidores.
Hoy tenemos que rechazarlos como enemigos de la revolución porque no puede ser CHAVISTA el servidor publico corrupto que se enriquece con jugosas comisiones
No puede ser CHAVISTA quien este en una empresa del estado y filtre información en los procesos de contratación y reciba ganancias extras e ilegales.
No puede ser CHAVISTA el que se hace cómplice del contrabando.
No puede ser CHAVISTA el raspador de tarjeta que negocia para sus propios fines con las divisas del estado.
No puede ser CHAVISTA el inspector de una obra pública que firme valuaciones indebidas.
No puede ser CHAVISTA el servidor publico de algún abasto del estado que negocie para sus propios fines con los alimentos del pueblo
No puede ser CHAVISTA quien se dedique a la reventa incrementado especulativamente los precios de las mercancías.
No puede ser CHAVISTA el vocero comunal que negocie para sus propios fines con lo que el estado entrega para su comunidad.
No puede ser CHAVISTA el servidor publico del Ministerio de la Comuna que establezca roscas con voceros comunales y tuerzan y manipulen la voluntad del poder comunal.
No puede ser CHAVISTA el servidor público que negocie para sus propios fines con las minas de arena y granza que son de la nación y es un material necesario en las obras constructivas que desarrolla el pueblo organizado y el gobierno revolucionario.
No puede ser CHAVISTA el servidor público que utiliza para sus propios fines la distribución del gas comunal.
No puede ser CHAVISTA quien negocia para sus propios fines con el cemento y las cabillas.
No puede ser CHAVISTA quien esté negociando para sus propios fines con el programa de Mi Casa Bien Equipada.
No puede ser CHAVISTA un servidor publico de la Superintencia de Precios Justos que negocie para sus propios fines con los comerciantes especuladores.
No puede ser CHAVISTA quien esté negociando para sus propios fines con la venta de vehículos del estado revolucionario.
No puede ser CHAVISTA el trabajador que este en una empresa del estado y solo su preocupación sea lo que tiene que recibir pero no se preocupa por aportar nada a la eficiencia y la productividad.
No puede ser CHAVISTA el dirigente de PSUV que manipule a la militancia y cuartee la voluntad de las mayorías.
No puede ser CHAVISTA el servidor publico electo por voluntad popular que se crea que el poder le pertenece y no se forme como decía nuestro Comandante Eterno “en la ciencia viva del poder obediencial: mandar obedeciendo, gobernando obedeciendo”
No puede ser CHAVISTA el servidor publico que sobre la base de la manipulación y la calumnia permanente; hostigue, persiga y logre el despido de otro funcionario honesto y eficiente por el solo hecho de que necesita para sus propios fines, colocar otra persona en esa responsabilidad.
Aunque se vista de rojo, aunque vaya a todas las marchas, aunque vote por los candidatos de la revolución, jamás un corrupto será chavista.
Para concluir propongo que los Honestos, lo chavistas que en fin somos la mayoría del pueblo nos identifiquemos y hagamos nuestra esta consigna;Si eres chavista no eres corrupto.
Porque una consigna así, que golpee en el rostro a los traidores mimetizados, que estremezca con su irreverencia como lo fue la palabra de nuestro Comandante Chavez, solo podrá ser lanzada por los que por seducción, convicción y praxis somos CHAVISTAS.
Abrebrecha y después hablamos