Podemos enunciar miles de causas que conllevaron a que la oposición lograra hacerse de una mayoría en la Asamblea Nacional y que ahora este amenazando destruir todo el legado que nos dejó el Comandante Hugo Chávez. Considero que a estas alturas todos tenemos alguna idea de qué cosas incidieron en los resultados electorales del 6-D. Considero que debemos abocarnos a qué vamos hacer nosotros para que no sea arrasada la revolución bolivariana. Debemos establecer estrategias contundentes al estilo del juego de ajedrez. Ellos están cantando jaque, depende de nosotros que no sea jaque mate, depende de nosotros hacer una defensa ofensiva y que revierta la jugada.
Las propuestas que hago son las siguientes:
1.- En el siglo pasado un psicólogo estadounidense, Abraham Maslow, habló acerca de la pirámide motivacional del ser humano.
Él decía que en la base de esta pirámide estaban las necesidades primarias, es decir, las necesidades de alimentación. Maslow decía que las necesidades no satisfechas influyen en el comportamiento de todas las personas. Este comportamiento se vuelve más negativo, más irracional mientras más hacia la base de la pirámide este la insatisfacción. Partiendo de este punto la primera propuesta va dirigida a la satisfacción de las necesidades primarias del pueblo. Ya tenemos suficientes pruebas y evidencias de la guerra económica y de todo lo que están haciendo la oposición y empresarios inescrupulosos: acaparamiento, escasez, especulación, etc. Ante esto hay que, en primer lugar, revisar los niveles de producción de todas las empresas del ramo alimentario y las empresas que están incluidas en la estructura de costos de la manufacturación de los alimentos. En segundo lugar, revisar, vigilar y controlar la red de distribución de los productos de primera necesidad. Si hablamos de que hay una guerra económica entonces deben haber estrategias y respuestas basadas bajo esta premisa; es decir, militarizar tanto las empresas a lo largo de toda la cadena alimentaria: producción, distribución, almacenamiento y transporte. En tercer lugar, se debe castigar severamente a los funcionarios corruptos que permitan la especulación, acaparamiento y escasez. La premisa es: ante la guerra económica implacable de la contrarrevolución, respuestas de guerra a muerte, tal cual lo hizo Bolívar ante las acciones brutales de los españoles.
2.- Profundizar el poder popular. La estructura sustantiva del socialismo bolivariano es el de darle poder al pueblo a fin de lograr la máxima felicidad posible. En tal sentido, urge el ideologizar al pueblo acerca de la organización popular y el colectivismo versus el individualismo y el representacionismo del capitalismo. La oposición parte de que ellos, los líderes, son los que saben que conviene al pueblo. Lograron que muchas personas del pueblo ni siquiera sabían ni saben ni les importa por quienes votaron, solo necesitan alguien que sepa resolverles sus problemas. El paso que urge por parte de la revolución y de los gobernadores y alcaldes es ceder su poder al pueblo. Es necesario buscar un mecanismo óptimo que logre la movilización consciente y organizada del poder popular en la solución de los problemas que aquejan cada comunidad. Hay que profundizar en lograr el empoderamiento de las organizaciones de trabajadores, de la juventud, de los estudiantes, de las comunidades, deportistas, artistas, profesionales, etc. Hay que lograr que el pueblo entienda, comprenda e interiorice que el poder no está en la asamblea sino en el pueblo mismo. Es necesario darle el protagonismo al pueblo, lograr la participación, lograr maneras de participación. Por otro lado hay que inundar las redes sociales, los medios de comunicación televisiva y radiofónica, las paredes y todo lo que sirva a la comunicación colectiva en el desenmascaramiento del proceso de implosión de los logros populares que quiere llevar a cabo la contrarrevolución.
3.- Las guerras del primer milenio estaban dirigidas a la dominación de espacios geográficos, territorios; en este segundo milenio, el siglo XXI, las guerras están dirigidas a el control de la psique de las personas, al dominio de lo psicológico, de las maneras de percibir la realidad, de crear pensamientos, sensaciones y emociones que naturalicen y justifiquen el modelo capitalista. Si queremos que realmente se materialice el socialismo del siglo XXI debemos crear significados, sentidos, sensaciones, emociones y maneras de percibir basadas en el socialismo, en lo colectivo, en lo bolivariano. Hay que partir de resignificar la economía, transformar la economía capitalista en una economía política socialista. No podemos seguir utilizando los términos, palabras, significados capitalistas ni cuartorrepublicanos. Debemos abocarnos a crear relaciones económicas socialistas, modos socialistas de pensamiento económico. Algunos llaman a esto cambios de paradigmas, de maneras de ver, de pensar, de percibir, de entender la realidad. Los precios de los productos deben estar basados en la fuerza laboral y no en una estructura de costo según el valor monetario establecido por el capitalista. Debemos partir de cuantas horas de trabajo invierte el trabajador para transformar el objeto de trabajo y de ahí establecer los precios. Un par de zapatos que un grupo de trabajadores hacen en un día no puede costar lo que estos trabajadores ganan en más de tres meses de trabajo. La unidad de precios de los productos debe estar en relación a la fuerza laboral y de esa manera se valorizará el salario de los trabajadores; no al revés, como en el modo capitalista en donde la materia prima y los medios de trabajo valen más que la fuerza de trabajo de los trabajadores.
4.- La cuarta propuesta que hacemos tiene que ver con la seguridad y salud ocupacional de los trabajadores. En la medida que impulsemos el que los trabajadores profundicen el conocimiento de sus condiciones laborales, que exijan y luchen porque el trabajo sea fuente de salud y no de fuente de condiciones inseguras e insalubres, de propensión a enfermedades y accidentes, lograremos un avance gigantesco de la revolución. Ya el comandante decía que esta era una revolución obrerista y han sido los obreros quienes le han dado un impulso al establecimiento de condiciones seguras en el trabajo, en tal sentido, esta es una bandera de los revolucionarios, del socialismo bolivariano.
Consideramos que estas cuatro propuestas lograran neutralizar la contrarrevolución.