Me parece que más y más gente está contagiando la enfermedad de la cual padece Maduro.
En el caso de Maduro, existen probablemente más de 1000 ejemplos de los síntomas de esta enfermedad, por lo menos un episodio por día, durante más de 3 años.
Febrero 23, 2016: Maduro dijo, “Hay que crear una nueva escuela …”
Febrero 22, 2016: Maduro dijo, “Cada empresa debe articular un plan …”
Febrero 21, 2016: Maduro dijo, “Hay que producir …”
No sé cómo llamar esta enfermedad, donde los síntomas afectan el cerebro y la boca simultáneamente, como si forzara a la persona a decir cosas como:
- hay que, habrá que, habría que,
- se debe, debemos, deben, deberán,
- se hará, se dirá, se anunciará, se averiguará, se movilizará, etc.
Ahora, lo que me intriga de esta enfermedad, es que ahora un número significativo de las personas públicas, entre ellas, ministros del gobierno, directores de empresas estatales, etc., muestran síntomas de la misma.
Por ejemplo, estos son algunos de los recientes titulares en Aporrea que evidencian este misterioso fenómeno:
- Pérez Abad: Posiblemente el viernes habrá anuncios sobre cupo viajero y estudiantil
- Istúriz: Es necesario revertir el patrón de consumo de la gasolina
- Venezuela exportará 48 toneladas de granito a EEUU
- Pdvsa cobrará gasolina a precio internacional en límites fronterizos
- Ministra Luisana Melo: La atención primaria debe cubrir el 100% de la población
Verdaderamente, creo que esto es una enfermedad que se podría convertir en una epidemia, donde poco a poco nos transformaremos todos en zombis.
Imagínense, son las 7 PM, y una familia venezolana de 7 personas está sentada alrededor de la mesa del comedor, como zombis, no dicen nada, ni se mueven, solamente se miran a los ojos, como si tuvieran miedo de abrir la boca. Finalmente, como a las 10 PM, uno de ellos dice:
“¿Qué vamos a comer? No hay nada sobre la mesa, y nada en la nevera.”
Y los otros, muy lentamente, como si fueran forzados a decirlo, sin ninguna expresión en sus rostros, voltean la cabeza, y al mismo tiempo le responden:
“Hay que ir a comprar comida.”
“Ahhh, verdad.”
Entonces todos se paran de la mesa y se van a la cama.
Mañana será otro día en que habrá que ir a comprar comida.