La cola

Ayer en horas de la tarde-noche salí a comprar pan, al llegar a la panadería me encuentro con una cola, ya que; “el pan salado sale en 20 min”,  decía una de las muchachas que esta detrás del mostrador atendiendo. Como  un venezolano mas me quedo esperando esos 20 min.

Delante de mí un grupo aproximadamente de 4 personas, 2 hombres y 2 mujeres; Una de estas mujeres de voz fuerte, empieza a contar sus anécdotas de la actual situación político-económica que atravesamos, que por supuesto ella tampoco escapa, viendo que se había convertido en el centro de atención de toda la panadería  seguía subiendo cada vez mas la voz  con sus comentarios “jocosos” como por ejemplo “La semana pasada agarre 23 mil bs.

Y compre todo lo que necesitaba para la casa, pero solo me duró una semana” o “Ya esta situación es insoportable, la mejor manera de solucionarlo es firmando, por eso yo firmé” decía la mujer.

Detrás de mi una mujer se comía las uñas escuchando los cuento y detrás de ella un hombre hasta ya se había puesto cómodo sentado en el piso para escuchar con mucha atención y así cada uno de los integrantes de esa cola escuchábamos los alaridos, las quejas y penurias que esta mujer contaba de su día a día.

Mi comentario: Desde muy temprano en la mañana prendemos el tv o la radio y enseguida escuchamos esos mismos cuentos de aquí o de allá, escuchamos y vemos como una tolda política culpa a la otra por lo que pasamos. ¿Qué ganamos los venezolanos, me refiero al común, al de pie, al que sufre cada una de estas penurias día a día, hablando de ello siempre? Y cuando digo siempre de verdad me refiero a siempre! Con nuestras parejas, con nuestra familia, amigos, compañeros, y todo aquel que se nos atraviese en nuestros días, ¿Cuáles son nuestros temas de conversación? Política y economía.

Les digo que ganamos, ganamos rabia, stress, impotencia, malestares de salud y lo mas preocupante; Ganamos inestabilidad emocional y psicológica.

Vivimos en un país democrático donde podemos hablar lo que queramos y con quien queramos, pero, ¿no seria lindo vivir en un país que el tema central de conversación de sus habitantes fuese deportes, cocina o política pero sin rabia?
Compañeros y compañeras; no pensemos y seamos tan ingenuos de creer que esta mujer de voz fuerte hace todo este show de manera aislada así como ella hay muchas y muchos mas,  que aprovechando el descontento nacional apuestan a la rabia, a la calle, a que se “prenda el peo”, porque para algunos la única salida es la violencia.

Mi consejo: Si vamos hablar de política y economía con Raimundo y todo el mundo, no hablemos de los problemas, plantémonos las posibles soluciones para salir de ellos.

P.D.  
Nos quedan pendientes los 20 min de espera, el tamaño y la calidad del pan y la actitud de los dueños de la panadería ante los contribuyentes.

*Politólogo

saiffkablan@gmail.com



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