Fiestas macabras

El 28-03-07 salió  publicado en aporrea.org y bajo mi firma un escrito titulado EL ENTRENIMIENTO DE LOS PERTURBADOS, éste sobre la espantosa y sangrienta fiesta brava, allí se solicitaba a las autoridades del país que prohibieran estos eventos en Venezuela por ser muy deprimentes, aunque la incongruencia fuera el que la mayoría de estos eventos son promovidos y financiados por entes oficiales, en aquella oportunidad  no se observó se tomara alguna medida restrictiva sobre el escalofriante espectáculo, fiesta para algunas personas deseosas de ver cosas ignominiosas, gente que esgrime argumentos triviales como el que esos espectáculos son herencia que vienen de nuestros antepasados españoles cuando conquistaron estas tierras y que por lo tanto es una costumbre que hay que respetar; y tal mala costumbre estar arraigada profundamente en el pueblo. Hoy esa gente ven menguados sus razonamientos cuando en la propia España el parlamento regional de Cataluña se pronuncia a favor de abolir tan dantesco espectáculo, siendo lamentable que esta decisión no se ponga en vigencia mediatamente sino que será a partir del 1 de Enero de 1012, pues ya veremos como durante un año y medio quienes se llenan de dinero a costa de la tortura de unos nobles animales harán cualquier cosa para que se deje sin efecto tal pronunciamiento. 

En las Islas Canarias, también región del reino español, desde el año 1.991 existe la prohibición de las lidias de toros, pero  por no ser frecuente en esta zona estas fiestas tal medida no tuvo mayor repercusión.  Ahora, Cataluña por ser la cuna de la tauromaquia la prohibición de las corridas de toros se sabía iba a despertar muchas controversias entre sus pobladores y españoles en general, por que hay que felicitar muy sinceramente a los catalanes por cuanto sus autoridades legislativas se atrevieron anteponer lo honesto, al beneficio económico de contadas personas que viven de esos infortunados espectáculos. Sin embargo los conservadores españoles, liderado por el señor Mariano Rajoy, dicen que pedirán al Congreso Nacional de España se declare las corridas de toros FIESTAS DE INTERÉS CULTURAL y así impedir que los parlamentos regionales y locales tengan capacidad para prohibir esos tipos de festejos.  Son muy pocas personas las que se encuentran involucradas en el negocio del toreo, en un pequeño grupo de personas “aficionadas”,  por los reales que se embolsillan al realizarse estos espectáculos taurinos, a quienes no les importa un comino la crueldad del espectáculo. Habría que rogar que la posible proposición del Sr. Rajoy al Congreso español no se imponga, porque de lo contrario habría el peligro de que alguien más proponga se rescate las luchas en se llevaban a cabo en los circos romanos y lo plantee como “fiesta de interés cultural general” y entonces oigamos: Majestad, Presidente, Primer Ministro etc., los que vamos a morir te saludan, viendo a los gladiadores con sus espadas,  cuchillos, flechas y demás indumentarias matarse entre si; ésto solo para complacer a unos cuantas personas poderosas que gozarán un mundo en sus cómodos palcos en donde disfrutarán tranquilamente de una buena cantidad de finos vinos. 

Los venezolanos debemos aprovechar este buen ejemplo dado por la gente decente de la región de la Coruña y basarnos en ello para solicitar a nuestras autoridades nacionales se prohíba en esta patria los espectáculos que no traen mayor beneficio a la población ni a las instituciones del Estado. Hay espectáculos morbosos que no dejan nada al pueblo en lo espiritual, en lo moral, en lo intelectual, ni en lo económico, por lo que el gobierno debería preocuparse por abolirlos por malsanos. Veamos algunos de éstos: Las corridas de toros. Las peleas de gallos. Las coleaderas, etc., y también la actual diversión de algunas personas que se reúnen, toman unas potentes máquinas automotrices, RUSTICOS, se marchan a algún lugar hermoso dentro de la geografía venezolana a realizar rallys, competencias, campeonatos, o como quieran llamar a esos eventos, y allí destruir su ambiente natural: paisaje, flora, fauna, camino, riachuelo, etc.; aparte protagonizar acciones censurables en perjuicios de los pobladores de aquellos parajes.

  Agosto 2.010

joseameliach@hotmail.com



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José M. Ameliach


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