Coño, la inseguridad es en serio

Sí, es tan seria que la oposición no hace más que utilizarla como una justificación política para tratar de sacarle provecho en contra del Gobierno Bolivariano, pero en el fondo, esa utilización, que no cabe dudas es a conveniencia, permite ver que no están interesados en que realmente se solucione; ¿por qué digo esto?, porque esa misma oposición, entiéndase medios de (in)comunicación, empresarios hibridados con políticos, curas y demás especímenes, no se pronuncian, ni lo van a hacer, con respecto a los factores que en la actualidad inciden altamente en la generación de violencia y/o delincuencia, entre estos se destacan el consumo de drogas legales (cerveza, ron, whisky, caña clara, anís, cocuy y cigarrillos) que proliferan no solo en las barriadas, sino que son estimuladas por el consumismo pernicioso de los distribuidores en los centro comerciales, camuflados en rumbas, fiestas nocturnas sin control (y ni que se le ocurra al gobierno atentar contra esta su libertad), amen de las bien conocidas drogas ilegales.

La publicidad de la opulencia al alcance de la mano con la visión óptica que hace creer a incautos, en una fácil consecución, solo que esos bienes y servicios vendidos como esenciales para el estatus, en los distintos medios comerciales, necesitan mucho recursos económicos que pueden ser obtenidos con un poco de suerte, aunque repentinamente aparezca la muerte en el riesgo, así como se proyecta desde Colombia con la cultura del Sapo y cuanta baratija mediática nos soplan a los cuatro vientos desde la frontera.

El interés que busca el imperialismo en nuestros recursos, que no para, ni escatima esfuerzos o recursos para lograr nuestro debilitamiento interno como Nación Soberana y, peor aun para ellos, referencia para toda América Latina y más allá; así que no hay que extrañarse de que EE-UU., tenga sus pezuñas en el estímulo de la violencia y la delincuencia, puesto que este problema se viene convirtiendo en la causa que podría llevarnos a una eventual desintegración social, trayendo consigo una anarquía general incontrolable, para que aparezcan voces gritando y pidiendo que nos salven, por su puesto, ahí vendrían a imponer su orden, los Márines of USA.

Ahora, debemos ser lo suficientemente responsables y sinceros con el pueblo, que en definitiva es el que mayoritariamente está poniendo los muertos, bien sea como víctima o victimario, para reconocer que desde el gobierno, lamentablemente, no se están aplicando medidas necesarias, sabiendo que se cuenta con los recursos policiales y militares, con alta preparación en materia de inteligencia y acción, para hacerlo, de esto tenemos que hacer referencia las capturas de narcotraficantes capos que son deportados inmediatamente y el desmantelamiento de bandas delictivas, sin embargo, parece que el hampa común, que actúa cada vez con más crueldad y sin compasión, nos está ganando las batallas, porque los ciudadanos no tenemos herramientas como enfrentarla sin que no sea, en desconfianza justificada, hacer una denuncia que pudiera ser contraproducente.

Esto se debe, entre otras razones, a la sensación de impunidad que se les brinda a los delincuentes desde las propias instituciones encargadas de la lucha contra el delito, entiéndase, policías en todos sus esferas y rangos, el Ministerio Público y los Tribunales de la República, sin que puedan evadir responsabilidad las otras ramas del Poder Público, dado que se trata de un problema de Estado que está socavando los sentimientos de Patria que deben vivir en los ciudadanos.

Pregunto, es que no tienen idea de cómo comenzar, o es que no se cree en la magnitud de esta problemática; pienso que es un error garrafal reaccionar cada vez que la oposición política hace algún señalamiento al respecto, porque la respuesta gubernamental no deja de ser igualmente política, mientras que la efectividad no aparezca en el sentir de la gente, porque el ciudadano de a pie, se sigue montando en transporte público, en las calles o plazas, en los comercios o bancos, es mas, hasta en sus propias casas, con el fantasma del miedo, no solo a la espalda, sino alrededor de todo el cuerpo, teniendo la obligación de salir a buscar el sustento diario.

Es necesario que los organismos policiales y demás instituciones comprometidas con la seguridad ciudadana, se sinceren y pidan opiniones a la gente de la calle, pero si, que no sea la cacareada retahíla de decir que el problema de la delincuencia es responsabilidad de todos, porque realmente sería así, solo, como lo afirmo Nolia en su programa Los Papeles de Mandinga del viernes 14 de agosto, y lo digo yo, como en Cuba y demás naciones revolucionarias, cuando el pueblo tenga las armas en sus manos para defender no solo la Patria, sino sus bienes y sus vidas.

gusclaret@hotmail.com


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Gustavo Claret Vásquez


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