Este es el informe que hace: Robert Rivard, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), calificó este año como “el más trágico de las últimas dos décadas para la prensa latinoamericana”.
“México encabeza la lista de crímenes contra periodistas. Hubo cinco asesinatos relacionados con la violencia de los narcotraficantes que controlan casi toda la geografía nacional azteca. Otros casos se han producido en Brasil y Honduras con cuatro muertes en cada uno. En Colombia, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú y Venezuela registró un homicidio en cada país”. En los últimos días, además del dominicano Silvestre, fueron asesinados, la periodista mexicana Yolanda Ordaz de la Cruz y el brasileño Auro Ida.
Para salpicar a la revolución bolivariana, en dicho informe se le atribuye un muerto a Venezuela y lo ligan con el caso Mackled.”En los siete primeros meses de este año veinte periodistas han sido asesinados. El último de la lista fatal ha sido José Silvestre, secuestrado en La Romana, República Dominicana. Apareció el miércoles con dos balazos en el abdomen. Silvestre había acusado, en su programa por TV La voz de la verdad, al fiscal José Polanco Ramírez de nexos con el narcotráfico. Acusaciones similares a las hechas en Venezuela: denuncia de vínculos oficiales con el narcotraficante Walid Mackled, por las cuales fue asesinado el mensajero.”
Cuando uno lee todo esto surge en la mente la siguiente pregunta: ¿Por que Si en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, donde supuestamente no hay libertad de expresión y se persigue a los periodistas, que viven aterrorizados por los dictadores que gobiernan a esto países, no les pasa nada?.
Por lo menos 10 de esos 20 periodistas deberían ser venezolanos, pues la intensa represión aplicada ,según dice la SIP. contra la prensa libre en Venezuela deberíamos estar en primer lugar con todos los honores del caso.
La mentira tiene patas cortas dicen, y esa mentira de la SIP contra los gobiernos bolivarianos de América parece que ya no tiene patas. De pronto un disociado acepta la información sin verificarla, pero lo que es el pueblo chavista venezolano ya no come cobas.
Si para tener “verdaderas democracias” aceptadas por los yanquis, hay que matar periodistas, aumentar los niveles de pobreza y desempleo, destruir el medio ambiente y tener economías dependientes del narcotráfico, entonces decidimos quedarnos con “nuestras dictaduras” bolivarianas y sufrir con ellas como castigo.
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