Somos un país que tenemos leyes a montones en lo político, económico, social y judicial. Tenemos una constitución que rige nuestros derechos y deberes al igual que al Estado. Tenemos un Código Procesal Penal y un un Código Cívil y un bojote de códigos y leyes que nadie o casi nadie cumple. Tenemos una AN que fabríca leyes como chorizos que muchos de los diputados jamás cumplirán. Tenemos un presidente que a través de un poder habiltante dado por la AN, crea leyes orgánicas o inorgánicas que en algunas ocasiones, él y los funcionarios del Estado se hacen los locos para no cumplirlas.
Los bufetes de abogados que están al servicio de las transnacionales, del empresariado nacional, de los medios privados, de los gremios de los profesionales y técnicos, de los militares, de los políticos (de los dos bandos) de los narcotraficantes y demás delincuentes, siempre consiguen burlar las leyes y sus defendidos quedan libres de polvo y paja. Solo el pueblo ofendido y humillado, no puede burlar las leyes, por que no tiene dinero para hacerlo. Por eso es que las cárceles están llenas de tantos pobres.
Hoy, le escuché decir a la presidenta del TSJ que es urgente reformar el sistema judicial (cada año dice lo mismo) para que la justicia llegue a todos en forma expedita y justa. Siendo ella presidenta de esta institución tan importante en Estado, no ha hecho casi nada para que esa reforma llegue. ¿Por que? Por que ni ella ni los otros magistrados y magistradas están interesados que se haga. Ellos viven de ese arcaico sistema judicial, al igual que los jueces y abogados que medran en el poder de los leguleyos. Nadie quiere bajarse de ese viejo autobús que los lleva a la comodidad de su hogar.
También escuché al presidente decir: que por ley hablitante reformará el código procesal penal dejado por Caldera para felicidad de los delincuentes. Menos mal que se decidió hacerlo por esta vía, ya que tiene tiempo pidiéndole a sus diputados en la AN que aceleren dicha reforma, pero estos no le han parado bolas. Yo, ni con Chávez a la cabeza de esta reforma me hago ilusiones ya que nuestro sistema judicial está tan podrido desde la época del general Gómez y da para tanto en el juego político y económico, que nadie se ha atrevido a hacerle modificación alguna. Esperaré con paciencia china, que tan atrevido será Chávez en esto.
Igualmente escuché y vi que los diputados del Psuv, aprobaron en segunda discusión en la AN una ley contra la delincuencia organizada y el financiamiento al terrorismo. Esto a mi lo que me produjo fue risa. Más de lo mismo (me dije) ¡coño! si estamos llenos de leyes que rigen esas actividades. Por ejemplo: Ley de casinos y bingos, ley de financiación de partidos políticos, ley contra ilícitos bancarios, ley contra el tráfico de estupefacientes y sustancias sicotrópicas. Ley contra la Pulga y el Piojo, contra la garrapata y el salpullido, contra la diarrea y el vómito. Leyes a las cuales nadie les para bolas. Los bingueros, los partidos de la oposición, los banqueros, los narcotraficantes, todos ellos se limpian el culo con ellas. ¿Usted a visto a algunos de ellos presos y que además tengan pulgas y piojos en sus cuerpos? Ni de vaina ¿verdad?
Por eso digo: tantas leyes para que?. Para que todo el mundo las viole. En un estado verdaderamente revolucionario, esta situación sería completamente inaceptable, pero como estamos con un gobierno permisivo judicialmente, es que la inseguridad se ha adueñado de la tranquilidad y el bienestar de todos los ciudadanos.
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