Por defender el Proceso Bolivariano: nos pagan demasiado mal

Nunca hemos ido a las puertas de un Ministerio ni de ninguna Institución del Estado, ni cuando estaba el camarada Chávez vivo ni ahora con el camarada Maduro, a solicitar cuotas de poder en la administración pública alegando que estamos resteados con el Proceso Bolivariano y que hemos participado en todos los procesos electorales votando por los candidatos que decidía el líder o el PSUV. Podemos decir que con el dirigente de más alto rango del Proceso Bolivariano en función de Gobierno que nos hemos reunido, fue con el camarada Héctor Navarro en su condición de Ministro de Educación y puede dar fe de lo que planteamos o exigimos como organización de izquierda. Jamás nos haríamos eco de exigir prebendas aunque consideramos acertado estrechar las relaciones políticas al máximo, en provecho de fortalecer el mismo Proceso Bolivariano y el propio Gobierno, entre los factores o partidos políticos que conforman el Gran Polo Patriótico para que éste deje de ser, así lo creemos, simplemente una banderilla electoral. Tiene que ser, por Dios y todos los santos y todos los que apoyen al Proceso Bolivariano, un instrumento de dirección colectiva. Pero no es de ello que queremos explicar en este documento.

         En las horas difíciles, luego del 14 de abril cuando se anunció la victoria del camarada Maduro, que vivió el país cuando miles de miles de personas de la Oposición protestaban de manera violenta en las calles, avenidas, pueblos y ciudades, denunciando que había habido fraude electoral y que el ganador era el candidato de la MUD, el señor Capriles, nosotros (como organización política El Pueblo Avanza EPA), sin que nadie del Gobierno o del Estado nos llamara, salimos también a las calles, a las avenidas, a los pueblos y ciudades donde existimos y, así lo creemos y son testigos organizaciones políticas hermanas (UPV, Tupamaro, CRV y otras, por ejemplo, en los estados Lara y Táchira), cumplimos con nuestro deber de defender no sólo al Proceso Bolivariano y al camarada Maduro como Presidente de la República sino, muy especialmente, a gente del pueblo que corría riesgo de ser víctima de los disparos de personas armadas que andaban atacando todo lo que consideraban chavismo. Fuimos nosotros, y no lo decimos para que nos llamen y nos den prebendas ni reconocimientos ni condecoraciones, los que respondimos a los violentos que disparaban a la concentración que estaba respaldando al camarada Maduro frente a la Alcaldía del Municipio Iribarren; fuimos nosotros los que nos metimos en barrios dominados por la Oposición para evitar que salieran a crear disturbios en la avenida Florencio Jiménez; nosotros estuvimos el tiempo necesario en la casa de Gobierno del Táchira para defenderla de muchedumbres que querían desaparecerla del mapa geográfico de San Cristóbal. Sí reconocemos que el camarada Gobernador del estado Táchira, Vielma Mora, siempre tiene la gentileza de invitar a todas las organizaciones políticas que apoyan y defienden al Proceso Bolivariano para dialogar. Por eso consideramos que su gestión de Gobierno es un ejemplo digno  de la inclusión, de la concertación y del diálogo entre los múltiples factores revolucionarios tachirenses. Por supuesto, en Lara eso no existe ni existirá mientras el Gobernador sea de la Oposición.

         Creemos que cumplimos con un deber sagrado y revolucionario en esas horas difíciles. Nada solicitamos a cambio. Pero nos preguntamos: ¿por qué nos pagan tan demasiado mal?

         Estando en la casa del Gobernador en Táchira recibimos una llamada que grupos violentos pretendían quemar la sede de El Pueblo Avanza (EPA) y la casa de una camarada en la parroquia Santa Teresa. Nos trasladamos al lugar para evitar se cometiera ese delito. Ninguno de nuestros camaradas portaba arma de fuego. Muy cerca de la sede y de la casa de la camarada ciertamente había un grupo exaltado y lo extraño es que un miembro de la Policía Bolivariana lideraba al grupo guarimbero con una pistola apuntando y amenazando a la gente que no compartía su visión sobre el resultado electoral. Logramos aplacar los ánimos y nos retiramos sin que se hubiesen producidos hechos lamentables. Lo extraño es que el policía se puso a disparar pero con la suerte que ninguno de nuestra organización salió afectado.  A pocas horas de ese hecho se corrió la noticia que el policía había sido muerto por un disparo de arma de fuego.

         El Colectivo Pedro Rodríguez Vive opera políticamente, de manera muy especial, en la parroquia Santa Teresa la cual, hasta hace poco, era del completo dominio de la Oposición. Nosotros hemos logrado hacer un trabajo político que ha permitido atraerse unas cuantas personas que han comprendido las actividades de El Pueblo Avanza y del Colectivo Pedro Rodríguez Vive a favor de las comunidades sin excluir a nadie por pensar distinto al Proceso Bolivariano. Esa verdad lo verifica el resultado en votos obtenido por la UPV en la parroquia Santa Teresa, ya que fue la tarjeta escogida por El Pueblo Avanza (EPA) para llamar a votar por el camarada Maduro. Lo cierto es que fuimos sorprendidos cuando el CICPC citó en calidad de testigos a los camaradas camarada Ibsen Jesús Colmenares Gómez (CI: 21.001.163), y otros, los cuales fueron sometidos a torturas con bolsas plásticas, electricidad y golpes con una bate forrado de un material que no deja hematomas por fuera. Cuando el padre del primero preguntó el por qué dejaban a su hijo preso, le respondieron que se largara de inmediato si no quería que también lo implicaran en el crimen del policía guarimbero. Fueron pasados a Tribunal, privados de libertad y enviados a la cárcel de Santa Ana sin que en el expediente exista un solo indicio de participación en el crimen. Pero eso no ha sido suficiente sino que andan persiguiendo a otros camaradas de El Pueblo Avanza (EPA) y del Colectivo Pedro Rodríguez Vive para, seguramente, también torturarlos y pasarlos a Tribunal con el mismo propósito de los camaradas nombrados anteriormente. El mismo método: son citados como testigos. Ese procedimiento debe desaparecer en el Proceso Bolivariano, porque una Revolución Socialista jamás y nunca justifica la tortura y todo quien torture debe ser sometido a juicio y condenado como mercenario y criminal de oficio y de vocación.

         Nosotros nos preguntamos en este momento ¿qué pasaría si se produjera un golpe de Estado contra el Proceso Bolivariano y las organizaciones de izquierda o revolucionarias salen a defenderlo en las calles y luego, frustrado el golpe, los perseguidos por los organismos de seguridad, pasados a tribunales y condenados fuesen los revolucionarios? ¿Valdría la pena salir a pelear en las calles para que las víctimas terminen siendo los victimarios?

Ya la Comisión de la Verdad debe tener un informe elaborado del caso. ¡Exigimos la inmediata libertad de nuestros camaradas por ser completamente inocentes del delito por el cual se les mantiene privados de su libertad!



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El Pueblo Avanza (EPA)


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