Expedita, diligente, la Fiscal General, la camarada Luisa Ortega Díaz puso entre rejas a una valiente Guardia del Pueblo, Josneidy Castillo. Uy, qué gafo, así no se dice, perdón, le dictaron privativa de libertad. Es que hay que decir las cosas con corrección. En la foto se ve un escenario de fondo tipo Kiev, con Josneidy sujetando a un elemento femenino (o más o menos), que posiblemente (po-si-ble-men-te) hacía parte de los destrozos, el vandalismo, la anarquía, la coacción a la violencia, los asesinatos, y los cientos de heridos que producen los terroristas (que muchos siguen insistiendo en llamar opositores) de Valencia, en el Estado Carabobo. En la foto también se puede ver a otros seis Guardias del Pueblo (sexo masculino aparentemente) apoyando el trabajo de Josneidy, como debe ser, con el propósito más que evidente, (aunque la camarada Fiscal dice que va a investigar) de controlar la situación y que los terroristas no continúen con su destrucción de bienes públicos y privados, y sus asesinatos. La camarada Fiscal también nos comunicó que ya hay 17 asesinados (perdón, fallecidos) y que la fiscalía será muy severa con aquellos que han infrigido la ley. Muy bien camarada, muy bien. Yo a la camarada Luisa le creo con los ojos cerrados, pero hay un grupito que se dice chavista -algunos escriben en Aporrea-, pero no lo son tanto, que desconfía un poquito del manejo de la justicia por parte de la camarada Luisa. Tal vez la camarada podría disipar las dudas de estos pseudo-chavistas, mostrando la lista de los detenidos y enjuiciados por asesinato (provocar fallecimiento) de más de 10 militantes revolucionarios durante la anterior guarimba (intento de Golpe de Estado, perdón, no lo quise decir). No ésta, compadre, ésta todavía está en curso. Me refiero a la inmediatamente posterior a las elecciones del camarada Nicolás. Que la camarada Luisa muestre la lista de los acusados, y enjuiciados, por esos asesinatos y de todo el daño causado en esa oportunidad, hace apenas 11 meses. Que diga dónde se encuentran actualmente esos asesinos y terroristas. Así esos pseudo-chavistas se convencen de una vez, que a estos terroristas de hoy se les viene una. que me da hasta miedo.
El colonizado cultural quiere ser como su colonizador, o mejor dicho, como el estereotipo que éste le ha implantado en su imaginario. Muchos indúes de las clases medianamente acomodadas de la India bajo la férula colonial británica, se vestían de bombín, ambo, y no se desprendían de sus paraguas banboleandolos de atrás para adelante, aunque el próximo pronóstico de lluvias estuviera fechado para dentro de tres meses. Imitaban los comportamientos británicos, la flema propia del ciudadano inglés, la distancia propia que imponía el gentleman, la falta total en tomar partido, su aparente equanimidad. Muchos de ellos pensarían que de esa forma lograrían el estado civilizatorio que los británicos les habían hecho creer. Lo mismo les pasó a muchos vietnamitas, y argelinos, bajo del dominio colonial francés, como a muchos otros africanos y asiáticos bajo el colonialismo y neo-colonialismo de metrópolis como Bélgica, Portugal, España, Reino Unido, Francia, Holanda y demás.
Le informo a la camarada Luisa, por si no lo sabe, que no trate de imitar a los que ella posiblemente considera civilizados y defensores de los DDHH, y menos que exagere, y quiera ser más papista que Francsco I. En los países que la camarada Luisa considera civilizados, los organismos del Estado responsables de la seguridad personal y del bien privado y público están más que claros sobre lo que tienen que hacer, cuando alguien en forma individual o en fascio atentan contra la vida, la libertad, y la propiedad de otros. Nadie puede pretender que las fuerzas de seguridad entablen el diálogo o la disuación con palabras, cuando una turba de terroristas incendian un centro de salud, o de enseñanza, o prohíben la circulación de autobombas y ambulancias, o de cualquier otro ciudadano común y corriente. A los elementos terroristas hay que neutralizarlos, comenzando por la desactivación preventiva de su organización, logística, movilización, propaganda, recursos, etc. Para eso (supongo yo) trabajan y cobran un sueldo los elementos que integran los organismos de inteligencia del Estado. Si la escalada continúa, la neutralización debe de estar acorde a los niveles de violencia de los elementos terroristas y al daño que de facto están infligiendo o potencialmente podrían infligir a la vida humana y a la propiedad.
Mi admiración y mis respetos a la valiente mujer chavista, patriota y revolucionaria Josneidy Castillo. El pueblo chavista de Venezuela debería exigir su inmediata libertad y retorno a sus funciones.