Todos los luchadores revolucionarios durante la cuarta república recuerdan a José Vicente con elevado afecto, saber que existía era un alivio a la hora de las dificultades con el monstruo fascista que se ocultaba tras la falsa democracia. Los gritos y los pensamientos de los que se veían en estos trances eran, primero para la madre y luego para José Vicente. Nosotros en “El Arado y el Mar”, en el “Grano de Maíz”, sólo tenemos agradecimientos para él.
Ahora José Vicente escribe un artículo, “Operación Masacre”, que es un alerta para el alto gobierno y para toda la sociedad. Merece comentarios y reflexión de los hombres de buena voluntad. Leamos algunos párrafos de su artículo.
"Nada más peligroso para una sociedad que aquello que ocurre cuando los demonios que existen en los organismos policiales, inspirados en sórdidas concepciones sobre el orden público y la seguridad de Estado, se liberan. Cuando los gobiernos pierden el control sobre ellos y éstos comienzan a hacer su propia política. Entonces llega el momento en que la institucionalidad se inhibe y el vacío lo llenan los que conducen esos aparatos. Es posible que en la composición de un gobierno, entre sus miembros, no exista voluntad de reprimir. De ejercer a discreción el poder de policía y violar derechos fundamentales. No lo pongo en duda. Pero si no hay garantías de control, el morbo de la arbitrariedad termina por imponerse, desde abajo, con resultados nefastos. Durante la IV República vivimos esa desoladora experiencia. No pretendo absolver a los dirigentes de entonces de su responsabilidad en los desbordamientos de esa franja de la autoridad sin escrúpulos, de comandos policiales y militares, dirigida por oscuros personajes con entrenamiento para matar, torturar y desaparecer. ¡No! Su responsabilidad consistió en la permisividad que auspiciaron. A admitir que lo que esos organismos hacían se justificaba -sin verificación alguna- por razones de seguridad de Estado”.
"Lo que escribo está relacionado con hechos que vienen ocurriendo con inquietante regularidad en el país; reveladores de fallas en el control de los cuerpos de seguridad. Se repiten las agresiones a los ciudadanos. Constantemente me llegan informes sobre el ajusticiamiento de personas, de procedimientos de captura con violación de la ley. De operativos policiales y militares en los que se veja a las personas, se las extorsiona, e, incluso, de casos de secuestros efectuados por las propias autoridades."
Luego de referirse a los hechos de la "Masacre de Quinta Crespo", concluye:
“Sé que el presidente Maduro está indignado, como hombre que siempre ha luchado contra estas despreciables manifestaciones represivas. Por consiguiente, es hora de actuar. De desmontar lo que haya que desmontar, y de aplicar severas medidas para impedir que la maldición de la Cuarta República en tan delicada materia, se reproduzca en la Quinta…"
Estamos perfectamente de acuerdo con José Vicente. Y añadimos algunas reflexiones:
No es aislado el hecho que hoy se denuncia, tiene estrecha relación con el comportamiento de la Revolución en los últimos meses. El vacío, las dificultades que ahora confronta la Revolución, el resquebrajamiento ético, es consecuencia directa del alejamiento del Socialismo, del maridaje con el capitalismo, de los intentos por restituir un pacto de punto fijo. En resumen, con la metamorfosis de la Revolución en un gobierno más de la cuarta república, con el desvío hacia la socialdemocracia. En esta condiciones, los cuerpos represivos tienden a adaptarse a la nueva realidad, por reflejo, a parecerse a los cuerpos de la cuarta. Este desvío ha causado confusión, desespero, y una especie de sálvese quien pueda que esta en la raíz de estos hechos.