¿Cómo matamos la revolución? Creer que un beneficio es un poder individual, caso de los claps

 

Con el perdón de los verdaderos revolucionarios y la revolución misma, me permito esta crítica no para perjudicar a nadie, sino para reparar los daños a tiempo. ¿Qué pasa en el fondo con los Claps?, ente al servicio del pueblo, donde también se ven las costuras, pero es necesario denunciar.

Desde hace tiempo se vio esta irregularidad en todas las bodegas o mercalitos, caso que fue corregido a medias, pero que funcionó, cuando fueron eliminadas dichas bodegas y se remendó el capote con los mercados a cielo abierto para abastecer al pueblo. Sin embargo, parece que fue peor el remedio que la enfermedad, a veces da pena, hacer este tipo de denuncias cuando la corrupción viene del mismo pueblo, aquel que se viste de rojo, para imponer su revolución que deja mucho que desear, cuando no saben que es una revolución. Creen que gritando o imponiendo una autoridad con gritos e insultos, ya son líderes o supuestos voceros del pueblo organizado, imponiéndose ante un verdadero revolucionario, valiéndose de firmas de un grupo familiar sin contar con toda una comunidad. La corrupción no solamente es robar el erario ajeno, es aprovecharse del bien público en beneficio propio.

Fijémonos en este caso, del que también acabamos de ser víctimas, parte de un colectivo luchador y trabajador del proceso revolucionario y me disculpan por ponerme yo, como protagonista, lo que me hace responsable de la denuncia, pero que voy a colocar otros nombres, como el de Marlin Rivas y Milangela Ojeda, ambas responsables de calle en los Claps, que hacen o hicieron su trabajo sin ningún interés en lo particular, así mismo, estoy segura que han sido muchas las personas agraviadas, no solo en mi comunidad, sino en toda Venezuela, las camaradas mencionadas, arriba son víctimas por reclamar un derecho que me pertenecía al incluirme en el censo, a estas les hacen una manipulación en el traslado de las bolsas y hacen desaparecer una, en el combo la mercancía, haciéndolas responsables del escamoteo, lavándose las manos de lo ocurrido, cuando el deber es ayudar a las camaradas y ver dónde está el error, nada, se lavaron las manos como Pilatos las de él.

Cuento esto, porque acabo de vivir un acto de injusticia, al igual que las camaradas ya señaladas, por unos compatriotas que se dicen ser revolucionarios más chavistas que Chávez, que de paso son arribistas en ella, como es el caso de la Sra. Diana Pinto, como al responsable de la UBCHE, el Sr. Eduardo Aguilar, encargados de estos eventos en la comunidad digo con nombre y apellido, pues no soy escaparte de nadie, así como el representante de la UBCH, no niego que me nominaron en la misma, como vocera en la parte ideológica, pero eso no me da derecho a apropiarme de la misma organización, como lo hizo la Sra. arriba mencionada. En revolución se suman los votos no los restamos, como dice la camarada Nelly Rivas.

Así mismo, cometieron un acto de discriminación y exclusión, digno de fascistas en acción, haciendo una lista, donde fui descartada por no ser del lugar, que según la organizadora del evento la Sra. Diana Pinto, la lista se la bajaron del CNE, excusa irrita, pues todos mis actos electivos son realizados ahí, y que, según ella, cuyos integrantes, eran los que supuestamente tenían derecho a comprar la mercancía, la que ha sido recuperada para beneficio del pueblo, esto lo manifiesto, por la respuesta de dicha señora a la inquietud de unos curiosos que extrañaron mi ausencia en dicho mercal, donde más adelante se me revindicó por la tarea de las afectadas en la distribución de los claps, un logro para todo el pueblo, no para unos escogidos por una persona y sus corte de acólitos, beneficiando con los primeros números al contorno familiar de ellos.

Escribo esto porque en verdad me dolió dicha exclusión, como el acto que se acaba de cometer con las camaradas, no porque me haya hecho falta la venta de dicho alimento, gracias a Dios vivo con la jubilación que paga el Estado, que la considero muy digna para vivir, a pesar que también nunca he sido nominada para gozar de la pensión para el adulto en amor mayor , que tampoco me hace falta para seguir viviendo, pero también es una injusticia, porque existe una gran mayoría que si la disfruta y goza de ese logro de la revolución, caso, los jubilados de CADAFE, hoy CORPOELEC, por ejemplo, gozan de su jubilación y su pensión, así también hay muchos que también tienen las dos, jubilación y pensión, los jubilados de algunas universidades no gozamos este beneficio porque nos quitaron ese derecho hace más de 30 años, "CUANDO ERAMOS FELICES Y NO LO SABÍAMOS," acto al cual, no nos convocaron por cierto.

Hago uso de esta queja, gracias al medio que me lo facilita, también a nuestra noble y justa Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con los derechos que me da la misma. La contraloría social la hace el pueblo.

 

Norma.rojita@hotmail.com



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Norma Rivas Santacruz


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