¿Se manchó el uniforme del ejército bolivariano?

I

La clarinada de Barlovento

He sacado fuerzas de dónde no tengo, por culpa de mi metástasis, para referirme al caso que envuelve a nuestro ejército bolivariano con la masacre realizado por unos militares contra un grupo de personas desalmadas y sin ningún motivo para detenerlas arbitrariamente en la zona barloventeña. ¿Se manchó el uniforme del ejército bolivariano con esta masacre? No. Absolutamente no. Nada que ver. Unos pocos oficiales, comandando soldados, mancharon sus uniformes y echaron por tierra su carrera militar. Esto hecho da mucho que pensar, ya que estos oficiales no han sido entrenados en la Escuela de las Américas, ni mucho menos. Pero ese grupito no es el Ejército. Sin embargo, han actuado tal como se actuaba en la IV República… Con una gran diferencia: en aquel entonces, como en las masacres de Yumare, El Amparo y Cantaura, los gobiernos de turno trataron de tapar tales hechos. Funcionaba la impunidad amparada por los gobernantes de turno. Ahora no. Ahora funcionan los organismos del Estado, creados para velar por la seguridad y el resguardo de los derechos humanos de los venezolanos y venezolanas. Ahora toman en cuenta cualquiera denuncia de un familiar, se procesa y se procede a la investigación respectiva, que tienen que ver con actuaciones reñidas contra los derechos humanos, tanto dentro del campo castrense como en el civil. Hoy una fiscalía que actúa de inmediato. Y son capturados y pasados a los tribunales, sin demora alguna, los responsables, sean estos militares o no.

II

Los militares no son cazas delincuentes

El militar de hoy no es el mismo de ayer. Gracias al Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, hoy existe un militar con consciencia de pueblo. Un militar fusionado con el pueblo, como siempre debió ser, para luchar contra los problemas que afectan al país. El militar no puede estar exento de participar en la solución de ciertos problemas. Pero el problema delincuencial deber ser enfrentado con una policía bien preparada para actuar con diligencia, pero dentro del marco de los derechos humanos. El militar no se prepara para cazar delincuentes. Está preparado para resguardar la soberanía nacional, entre otras cosas que tienen que ver con las verdaderas amenazas contra la revolución. El presidente Nicolás Maduro, y el Ministro general Vladimir Padrino López tienen que oír la clarinada de Barlovento, y tomar las medidas pertinentes para que no se repitan hechos como ese. Veámonos en el espejo de México, donde la Marina asumió roles que no le corresponden en el combate contra el narcotráfico y la delincuencia generaliza. Hay, a cada momento, matazones de militares y de civiles. Allí caen culpables y no culpables, y las masacres de ciudadanos mexicanos está a la vuela de la esquina. Hace días el Ministro de la Defensa de ese país dio declaraciones en torno a que la Marina no había sido preparada para atrapar delincuentes, y que el Estado debía revisar el estatuto de la Marina, respecto a lo que venía haciendo.

III

La OLP

¿Qué significan esas tres letras? Significa Operación para la Liberación y Protección del Pueblo. Este organismo está integrado con un gran componente militar, y fue creado el 13 de julio del año en curso por el gobierno revolucionario que lidera Nicolás Maduro. ¿Objetivo? Disque para liberar al pueblo venezolano de delincuentes, para militares y narcotraficantes, todos en componenda para desestabilizar al gobierno venezolano. Se habló de infiltración fascista entre estos grupos. "Tenemos que actuar para garantizarle al pueblo venezolano su felicidad, su estabilidad, su tranquilidad y derecho a la vida y a tener patria…". Eso dijo el Presidente Nicolás Maduro, en aquel momento.

Surgen preguntas: ¿Se analizó previamente el alcance de esta nueva organización? ¿Se maduró el plan, tomando en cuenta la desviación y el fracaso de otros planes creados para combatir la delincuencia? ¿Se determinó los objetivos? ¿Se preparó bien a los integrantes de la OLP? ¿Dónde se entrenaron? ¿Cuánto tiempo? ¿Quiénes fueron los instructores? ¿Se puntualizó las zonas donde operaría la OLP? ¿Se evalúan los partes de "guerra" que se dan a diario? ¿Cuántas personas, culpables o no, han perdido la vida a manos de la OLP? Todo parece indicar que nada de eso sucedió. Fue una simple reacción del gobierno ante la arremetida de la delincuencia. Se puso en acción a un organismo sin norte, sin preparación, sin la debida concientización sobre los derechos de los venezolanos y venezolanas, y los postulados universales sobre derechos humanos. En ese sentido, hay que revisar, concienzudamente, la actuación de este organismo. Se debe revisar la participación directa de militares en esta acción contra la delincuencia en todos sus niveles y manifestaciones. Pero sobre todas las cosas se debe evitar que mañana se repitan estos bochornosos hechos, liderados por oficiales de nuestro histórico ejército bolivariano. Hay tiempo de enmendar el capote. Tiene la palabra el Presidente Nicolás Maduro y el general Wladimir Padrino López… ¡Volveré recuperado!

Nota final: Me despido de mis lectores hasta el año que viene. Espero volver recuperado de la rebeldía de mi cáncer. Mis mejores deseos para todos los venezolanos y venezolanos, sin distingo de tintes políticos. Ojalá caiga sobre todos ustedes las bendiciones de Dios, que coadyuven a una mejor expectativa de vida para el 2017 y más allá… Saludos y abrazos.

Puerto Ordaz, 12 de diciembre de 2016



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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