La oposición y sus medios de difusión, permítanme llamarles por su nombre exacto, ya que no son medios de comunicación sino aparatos de difusión que forman parte de la guerra mediática contra el pueblo venezolano y del mundo, se regodean cada vez que "informan" de la muerte de algún venezolano producto de la violencia generada por la oposición. El descaro ha llegado a tal punto que, algunos "comunicadores" se les sale la baba cada vez que hablan del tema... "y van tantos" dicen, obviamente en un juego macabro que denota la conexión con el perverso plan del imperio, usando a la oposición, para desestabilizar la nación.
Desde luego que detrás de esas manifestaciones casi de alegría con un dejo de supuesta consternación no hace sino demostrarnos el mar de fondo que se mueve contra Venezuela. En el ámbito internacional inmediatamente se activa el plan de promocionar la violencia y a los violentos, punta de lanza de la "respetable" oposición "democrática".
Ahora bien, veamos el asunto más de cerca, en realidad la violencia opositora está derrotada, este pueblo quiere paz y con mucha sabiduría nuestro líder, Nicolás Maduro, nosotros si tenemos líderes que dan la cara, tomó la iniciativa de convocar el poder constituyente de todos y todas y eso dejó a la oposición y al imperio "con la carabina en el hombro", además de ponchaos. La oposición pareció ver el diablo con esta propuesta, pero cayó en su propia trampa de mentiras que ha construido con el único fin de manipular a la población, ellos hablan de convocar al pueblo a elecciones para legitimar su golpe continuado, pero les sale el diablo cuando se activa el poder popular y éste es convocado.
En realidad la oposición celebra la muerte, nosotros celebramos la vida. En cada acto violento de la oposición se esconde la criminalidad, los paracos, el narcotráfico y los delincuentes especuladores y contrabandistas. Sin duda la derecha está montada en una mina explosiva y las maromas les puede salir muy mal. Así como pagan y manipulan a un grupo de jóvenes que entrenan para actos terroristas, su cobardía es tal que ni siquiera reconocen que son ellos, con descaro culpan a los tupamaros y colectivos chavistas. Son el oscurantismo, son el engaño, son la manipulación.
Esos jóvenes que hoy utilizan para actos vandálicos serán las primeras víctimas del fascismo de mañana, en un hipotético triunfo de la derecha, así pasó en Libia. Esto debemos recordárselo todos los días a los que convocan a "los valientes guerreros" opositores a las guarimbas diarias, algunos quizás sean sus hijos o familiares pero están marcados por la derrota histórica, están defendiendo los intereses más oscuros y criminales del planeta en donde todo se vale, incluso, hasta celebrar la muerte...
Del otro lado estamos millones que celebramos la vida, y tanto, que estamos dispuestos a darla pero por más vida; vida para nuestras futuras generaciones. ¡La Constituyente es paz!