Se cumplen 29 años de la trágica y espantosa masacre donde más de tres mil seres humanos fueron asesinados, miles de heridos y desaparecidos por orden del gobierno de Carlos Andrés Pérez, que según sus "fuentes oficiales" no pudo darlas en Televisión el entonces Ministro de Interior y Justicia Alejandro Izaguirre, cuando le ordenaron decir, que apenas eran trescientos los fallecidos y que los mismos habían sido por enfrentamiento entre bandas delictivas, así era como calificaban estos gobiernos punto fijistas al pueblo, en el guion del Ministro igualmente debía decir, que la situación en el país estaba totalmente controlada y en calma, sin embargo, tan grave fue la situación, que no tuvo el valor de decir las ya manipuladas cifras y de forma temerosa expresó lo siguiente: " solo en Caracas existen, no puedo… no puedo…" Todo el país vio como el gobierno nacional montaba una gran mentira mediática para mitigar el terrible fusilamiento de un pueblo pobre que se hartó de la miseria y salió con sus pechos abiertos para poder llevar algo de comer a sus hijos, pero también salió para defender el país del latrocinio cuarto republicano que no solamente lo saqueo sino que termino negociándolo al fondo monetario Internacional, he aquí algunas de las medidas del paquete neoliberal de CAP adoptadas y que nuestro pueblo rechazo en las calles.
Solicitud al Fondo Monetario Internacional de un financiamiento de 4500 millones de dólares, donde el gobierno se comprometía a cumplir la receta o el paquete de medidas que establecía dicho ente, la cual consistía en la liberación de la tasas de interés activas y pasivas en un 30%, unificación y eliminación de la tasa de cambio preferencial y a su vez dicha tasa debía ser determinada en el mercado libre de divisas, liberación de los precios en alimentos, medicina y servicios públicos (transporte, agua potable, teléfonos, electricidad, gas…), incremento en más del 100% de la gasolina y derivados del petróleo, eliminación progresiva de los aranceles a la importación, recortes drásticos en los programas sociales los cuales los consideraban gastos innecesarios, igualmente despidos masivos de la administración pública y congelación de cargos, se programaba una serie de privatizaciones de empresas del sector público entre otras.
Luego del rechazo a estas medidas, el pueblo en rebelión sacudió a la falsa democracia y el gobierno tambaleante represor y asesino, negocio un acuerdo mínimo de gobernabilidad en el Congreso y el Senado, sin embargo, el descontento popular y la protesta de calle ante la ausencia de políticas dirigidas para atender las necesidades de los más pobres que en ese momento superaba el 80% de hogares en el país y ante la vergüenza nacional en la utilización de las Fuerzas Armadas Nacionales de ese entonces para reprimir y asesinar al pueblo, prefiguraba un escenario de futuras rebeliones para quebrar definitivamente el pacto de la clase política con la burguesía nacional y es ahí donde no se hace esperar la inmediata rebelión del 4 de febrero de 1992, esta vez no es el pueblo en la calle sino un movimiento militar bolivariano de rescate nacional dirigido por el Comandante Hugo Chávez y un grupo de valientes militares que no solo pretendió salvar la honra y el decoro de la Fuerza Armada Nacional, sino que llevo un rayo de luz, de fe y de esperanza al ya maltratado pueblo de Venezuela.
Dicho movimiento militar se propuso detener la escalada neoliberal, depredadora y desnacionalizadora que generó pobreza y miseria por un gobierno revolucionario, nacionalista y profundamente Bolivariano, por lo cual debemos señalar que el 27 de febrero de 1989, significó el sacrificio de todo un pueblo lanzado a las calles con el propósito de quitarle la careta a la falsa democracia que las clases políticas ostentosas, arrogantes, corruptas y protectoras de la burguesía mantenía en la decidía a las grandes mayorías de este país.
El pueblo se hartó de tanta corrupción, burlas, chantajes y persecuciones, de los gobiernos populistas, de la representatividad, de la exclusión y pedía a viva voz poder ser incluido en educación, salud, trabajo, vivienda, el derecho verdadero a la participación política, el respeto de los derechos humanos, a la paz y a la convivencia pacífica con justicia social e igualdad, es decir, un pueblo que pidió ser visibilizado.
El caracazo debemos verlo como el parto emancipador del pueblo venezolano para el resto del mundo, por eso debemos profundizar y seguir concretando este sentir social que encarnó como fuerza moral y espiritual en la conciencia del pueblo y a pesar de su sabia paciencia, hoy más que nunca, está dispuesto a combatir en el terreno que sea por su dignidad, 29 años después, el pueblo nos reclama mayor esfuerzo, compromiso y eficiencia revolucionaria para no caer en la restauración como nos lo advirtió el comándate Chávez aquel 8 de diciembre del 2012, Por ello no podemos fallar, la única vía para lograrlo es el Socialismo.
Honor y gloria a los mártires del 27 de febrero de 1989.
¡Lealtad siempre con Chávez y el Pueblo…!
alexisramirezmarquez75@gmail.com
Ex Gobernador de Mérida, Militante del PSUV.