Pequeños y grandes porqués sobre los cinco héroes cubanos presos en EEUU

La historia más reciente de Cuba demuestra que, ante situaciones adversas frente a los enemigos de su país, el patriotismo, la dignidad y la lealtad se agigantan hasta despertar admiración de propios y extraños. El ejemplo de Juan Miguel González y toda su familia, ante la pretensión de secuestrar a su hijo Elián González en los Estados Unidos, es imperecedero. La mafia cubano-norteamericana y la debilidad e inconsecuencia del Gobierno prolongó durante meses una causa que no tuvo al fin, ante los ojos del pueblo norteamericano y del mundo, defensa ni posibilidades de mantenerse en pie. Y ello pasó por la firmeza de todo el pueblo de Cuba, pero en igual medida por la dignidad de Juan Miguel y su familia que se mantuvieron fieles al amor del niño, a los principios humanos más elevados capaces de resistir asedios e intentos de comprar lo que un hombre honrado no puede vender nunca y ese patriotismo acendrado que se crece en las circunstancias más difíciles.

Los hombres y mujeres cubanos ante el reto de ceder o resistir y rebelarse, planteado de diversas maneras en la historia cercana o lejana ante las acciones de sus enemigos, han mantenido una firmeza y estoicismo que son una herencia inapreciable de la verdadera cubanía.

Después que el juicio y la causa de los 5 Héroes han sido los más silenciados en la historia de los Estados Unidos, pese a constituir quizás, por su asunto de alta política y los debates político-legales, el más sustantivo y trascendente de los celebrados por el sistema judicial norteamericano, tal parece que comienza a resquebrajarse la actitud cómplice o la confabulación de la gran prensa, vaya Ud. a saber por qué razones, con la aparición de las entrevistas a Gerardo Hernández Nordelo y a su esposa, así como a otros familiares, y hasta artículos en el New York Times. Tal vez lo que debió ser noticia de primera plana en los medios digitales e impresos de la gran prensa en su momento, hace cerca de nueve años, hoy comience a ser una noticia permanente y generalizada, tan novedosa como ayer, acompañada de artículos periodísticos analíticos y de editoriales, que contribuyan, ahora que un panel de tres jueces de la Corte de Atlanta ventila la apelación de los 5 Héroes, a poner las cosas en su debido lugar y a que la justicia norteamericana, hasta ahora tan injusta, se digne a asumir su carácter verdadero.

Sin embargo, hoy quiero resaltar una faceta de este asunto, que considero de sumo interés para entender en forma integral la causa, la prisión y la futura reivindicación legal de los cinco Héroes cubanos.

Primero, que llevan nueve años presos y mantenidos en condiciones excepcionales de castigo y venganza, por ser dignos y consecuentes. La historia de que eran espías detrás de los secretos bien guardados de la seguridad de los Estados Unidos, a pesar de que todavía algunos medios de prensa lo reflejan en sus titulares, nadie medianamente informado sobre los elementos aportados en el juicio y lo establecido en la legislación penal norteamericana para tipificar o probar tal delito, puede darle credibilidad alguna. Sólo aquellos papanatas que en el mundo existen, pueden creerlo tontamente,

Segundo, que si ellos hubieran estado dispuestos a pactar una “colaboración” con las autoridades para declarar que sus fines eran esos que se les imputaban u otros parecidos de menor cuantía, que involucraran a Cuba, hubieran sido premiados de maneras especiales, según el caso y las concesiones que hubieran hecho. En todo caso, que no lo dude nadie, hoy estarían liberados y gozando, vaya Ud. a saber, de qué privilegios materiales o de otro tipo.

Tercero, que fue su actitud honesta, valiente y digna la que concitó tanto odio de la Fiscalía, en nombre del Gobierno, y, por supuesto, de la jueza y del jurado. El de ellos era un juicio político, pero, sobre todo, era un juicio sobre los valores humanos de cinco personas frente al poder de un imperio que no perdona a los representantes legítimos del país al que han tratado de destruir y quisieran poseer como una fruta madura desde hace siglos. Allí se enfrentaba la impudicia de un sistema frente a l honor de cinco hombres decididos a defender a ultranza la verdad de sus vidas y la de su pueblo, a denunciar toda la política miserable de agresiones que los grupos terroristas y los propios gobiernos norteamericanos han practicado impunemente contra Cuba.

Cuarto, que ante esta coyuntura adversa y las desproporcionadas condenas, a los cinco Héroes les acompañó siempre, en forma unánime, sus familiares. Ahí estaban y están sus padres, madres, esposas, hijos, hermanos y otros familiares. Cinco familias convertidas en un bloque humano monolítico dispuestas a apoyar y defender la acción valiente y leal de los cinco cubanos anónimos que posteriormente fueron declarados Héroes de su país. Y, por supuesto, como tenía que ser, toda la gran familia cubana, esa generosa y heroica familia que es el pueblo cubano, también estaba allí defendiendo a sus hijos hasta con los dientes y convocando la solidaridad de otros pueblos, incluyendo el norteamericano, para librar una lucha global que demolerá el muro de silencio en torno al caso y derribará con argumentos irrebatibles, las rejas de las prisiones de alta seguridad. Todas estas familias, la pequeña y propia de cada uno de los Héroes, y la grande constituida por el pueblo cubano y otros pueblos, han estado conscientes y convencidos que sólo un movimiento de solidaridad mundial, que defienda la verdad y denuncie la injusticia, podrá lograr la libertad final de los cinco Héroes.

En conclusión, la familia de los cinco Héroes es hoy tan extensa como el mundo, pues en todas partes han surgido seres receptivos y sensibles para asumir el gesto y el sentimiento de solidaridad con hombres de cualidades admirables que sufren, sin embargo, condenas injustas por defender lealmente un pensamiento de Martí: “El hombre es un instrumento del deber, así se es hombre”.

Finalmente, ante lo que observamos cada día, en todas partes, sobre como marcha, organiza y se desarrolla la solidaridad con nuestro cinco Héroes, hay que convenir con Martí que es hermoso ver a las personas de todos los pueblos agrupados alrededor de esos hombres. Y esa es una hermosa página del género humano que pasará a la historia de lo mejor del hombre.

*Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, escritor y periodista.

wilkie@sierra.scu.sld.cu


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Wilkie Delgado Correa*


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