Fidel, García Márquez y Clinton en los umbrales de la causa de los 5 héroes cubanos

¿Por qué Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino, conocidos mundialmente como los 5 Héroes, fueron apresados por el FBI tres meses después que una delegación de esa agencia fuera enviada a La Habana para conocer pormenores sobre la información transmitida por Fidel Castro al Presidente Clinton, a través del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, sobre los planes terroristas contra Cuba, que incluía el atentado contra la aviación civil, y que se incubaban y organizaban en Miami con conexiones en Centroamérica?

¡Por qué el gobierno norteamericano y el FBI no actuó, según lo prometido, contra los terroristas sobre los cuales las autoridades cubanas entregaron evidencias y pruebas de todo tipo, con identificaciones de los individuos, direcciones, grabaciones, etcétera, muchas de cuyas informaciones habían sido aportadas por los 5 Héroes y otras fuentes?

¿Por qué el FBI dedicó tres meses de su intensa labor detectivesca para descubrir y apresar a los cinco cubanos el 12 de septiembre de 1998, durante el mandato de Clinton, y éste se mantuvo con la boca callada y los brazos cruzados, inmóvil como una estatua, y como si estos hechos no tuvieran nada que ver con una responsabilidad ética, política y legal de su gobierno?

Estas preguntas pueden ser de difícil o imposible respuestas por parte de las instancias pertinentes del gobierno norteamericano. Pero la historia precedente que forma parte de los umbrales de la causa de los 5 Héroes cubanos presos injustamente en los Estados Unidos, debe ser conocida o recordada en ocasión de cumplirse ya más de nueve años de su apresamiento.

Ante la práctica del terror descomunal desatado por Estados Unidos o desde ese país, el pueblo de Cuba desarrolló el más colosal plan de resistencia que país alguno haya librado en la época contemporánea frente a una potencia tan poderosa. Durante años se ha enfrentado, estoica y triunfalmente, contra los sabotajes, los alzamientos armados, la invasión militar, el bloqueo naval y las amenazas de guerra nuclear durante la crisis de octubre, los bombardeos por aviones, los ametrallamientos de puertos y litorales del territorio nacional por naves artilladas, los ametrallamientos y captura de buques pesqueros y barcos mercantes por naves piratas, secuestros de funcionarios, atentados personales, colocación de bombas en embajadas y otros locales, colocación de bombas en aviones y derribo del avión de CUBANA DE AVIACIÓN en Barbados, violaciones del espacio aérea y sobrevuelo de aviones de los terroristas llamados Hermanos al Rescate sobre la ciudad de La Habana. En fin, todo un rosario de actos canallescos en que el estruendo y los efectos de la metralla, o su representación verbal, trataban de sembrar el miedo, imponer el terror y producir, finalmente, la derrota de la Revolución. Pero el pueblo la defendió a costa de miles de sacrificios, y no permitió su derrota ni su muerte. Por eso hoy sigue, “vivita y coleando”, como se dice en Cuba.

En 1997 empezó una ola de sabotajes en hoteles de La Habana, que provocaron un número de heridos. El 4 de septiembre una bomba colocada en el Hotel Copacabana causó la muerte del joven italiano Fabio Di Celmo. En tales hechos terroristas estuvieron bajo la amenaza de riesgo cientos de personas tanto cubanas como extranjeras que frecuentaban esos centros turísticos.

Luis Posada Carriles se reconoce responsable de tales hechos ante la prensa escrita y televisiva. Además, los mercenarios terroristas capturados, de origen centroamericano, le reconocen, en sus confesiones,  como la persona que los contrató y entrenó en el uso de los artefactos explosivos.

Fue en tales circunstancias que Fidel Castro tuvo la iniciativa de enviar un mensaje al presidente Clinton a través de Gabriel García Márquez, cuyo contenido reflejaba la realidad del terrorismo contra Cuba que se organizaba, financiaba y ejecutaba desde Estados Unidos. El Premio Nobel de Literatura actuaría como un embajador de buena voluntad de un amigo, Fidel, ante otro amigo que le invitaría a la Casa Blanca, Clinton. Si aquel mensaje hubiera sido acogido e interpretado en todas sus posibilidades, si hubiera prevalecido su importancia para mantener un clima de paz entre ambas naciones, si hubiera prevalecido la necesidad de una política consecuente de luchar contra el terrorismo, la causa de los 5 cubanos antiterroristas nunca habría existido.

El mensaje trasladado por Gabriel García Márquez al presidente William Clinton, y redactado personalmente por Fidel Castro, decía en su párrafo inicial:

“Un asunto importante. Se mantienen planes de actividad terrorista contra Cuba, pagados por la Fundación Cubano Norteamericana y usando mercenarios centroamericanos. Se han realizado ya dos nuevos intentos de hacer estallar bombas en nuestros centros turísticos antes y después de la visita del Papa.

En el segundo párrafo se señala: “Ahora están planeando y dando ya pasos para hacer estallar bombas en aviones de las líneas aéreas cubanas y de otro país que viajen a Cuba trayendo y llevando turistas desde y hacia países centroamericanos”

El párrafo final expresa: “Las agencias policiales y de inteligencia de Estados Unidos poseen informaciones fidedignas y suficientes de los principales responsables. Si realmente lo desean, pueden hacer abortar a tiempo esta nueva forma de terrorismo. Imposible frenarla, si Estados Unidos no cumple el elemental deber de combatirla. No se puede dejar la responsabilidad de hacerlo sólo a Cuba, muy pronto podría ser víctima de tales actos cualquier país del mundo”

El miércoles 6 de mayo, a las 11.15, García Marquez asiste a la cita en las oficinas de McLarty en la Casa Blanca. Allí lo reciben tres funcionarios de alto nivel comisionados para recibir la información que según un plan previo debía recibir directamente el presidente Clinton, a quien se había solicitado la entrevista. La reunión duró 50 minutos.

García Márquez hizo un relato sobre el cumplimiento de su misión en fecha 13 de mayo de l998. En dicho informe señala que su interlocutor en la Casa Blanca, Mack, le dijo al final:

“Su misión era en efecto de la mayor importancia, y usted la ha cumplido muy bien”.

Luego García Márquez señala: “Salí de la Casa Blanca con la impresión cierta de que el esfuerzo y las incertidumbres en los días pasados habían valido la pena. La contrariedad de no haber entregado el mensaje al presidente en su propia mano me parece compensada por lo que fue un cónclave más informal y operativo cuyos resultados no se harían esperar.”

En las líneas finales del informe, García Márquez confiesa que esta fue “una aventura pacífica que ha de tener un sitio de privilegio en mis memorias”.

Como consecuencia de esta misión de García Márquez en la Casa Blanca, los días 16 y 17 de junio de 1998 se efectuaron varias reuniones conjuntas en La Habana entre expertos cubanos y oficiales norteamericanos del FBI sobre el tema de los planes terroristas. Se entregó a la delegación norteamericana del FBI abundante información documental y testimonial. La Seguridad del Estado cubano entrega al FBI 230 páginas sobre las actividades terroristas contra Cuba, cinco videocasetes con conversaciones e informaciones transmitidas por las cadenas de televisión sobre acciones terroristas contra la Isla y ocho casetes de audio, sobre conversaciones telefónicas de terroristas centroamericanos detenidos en La Habana, con sus mentores en el exterior. El FBI reconoce estar impresionado por la abundancia de pruebas y afirma que dará respuesta en dos semanas

Como se puede apreciar se entregaron informaciones sensibles a las autoridades del FBI y, por tanto, fueron compartidas y puestas en conocimiento del gobierno de Estados Unidos, que falsamente mostró interés en conocerlas para actuar consecuentemente, y envió para ello a dicha delegación del FBI a La Habana. En esa ocasión se comprometió a analizar dichas informaciones y a reciprocar con una respuesta. Sin embargo, la única respuesta que han ofrecido las autoridades norteamericanas, hasta hoy, ha sido el apresamiento de los cinco patriotas cubanos que se produjo el 12 de setiembre de 1998, o sea, casi al cumplirse los tres meses de la estancia de las autoridades del FBI en La Habana.

¿Cómo acusar de espías a los cinco cubanos? ¿Cuándo se ha visto que informaciones procedentes de espías se comparten con la nación espiada? Por tanto es evidente que se compartió con el gobierno norteamericano la esencia de las acciones de estos cubanos en la ciudad de Miami, y que Cuba por principios muy sólidos no practica el espionaje a nivel internacional. La misión de los cinco Héroes cubanos tuvo una connotación mayor que el simple acto de monitoreo y de prevención de las acciones de terrorismo, ya que estuvo dirigida también a evitar posibles incidentes planeados por la mafia que sirvieran de pretexto para una agresión armada de Estados Unidos contra Cuba. Por lo tanto, la significación más trascendente de sus actos, fue su contribución a la paz entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos y la evitación de los planes terroristas contra Cuba. Y sin embargo, a pesar de todo lo anteriormente expresado, fueron apresados por el FBI y ya se cumplieron nueve años de una prisión injusta, criminal y bochornosa por parte de Estados Unidos.

¿Cuándo la justicia norteamericana y el gobierno norteamericano pondrán en su verdadero lugar a la verdad que ampara y defiende a los cinco Héroes cubanos, que aún esperan que ese día llegue? ¿Cuándo actuarán con el honor debido y la reciprocidad con el gobierno de Cuba que hizo llegar un mensaje que tenía que ver con acciones terroristas en el área de las Américas, a través de un interlocutor tan respetable como Gabriel García Márquez, y que puso en sus manos todas las evidencias sobre las mismas? ¿Cuándo repararán el mal y reivindicarán la inocencia de los 5 Héroes condenados injustamente después de su apresamiento casi tres meses después de los intercambios de informaciones en La Habana? Es bueno recordar que se va a cumplir diez años de una infamia que descansa sobre la existencia de cinco antiterroristas de talla mundial por su entereza, valor y hombría.

(SE AUTORIZA LA LIBRE REPRODUCIÓN DE ESTE ARTÍCULO COMO LIBRES DEBEN ESTAR LOS HÉROES QUE SON LA RAZÓN DEL MISMO)

wilkie@sierra.scu.sld.cu



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Wilkie Delgado Correa


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