Castigo y represión

Recuerdo tal y como si fuese ahora, en este momento, las declaraciones de un alto funcionario público al referirse al movimiento estudiantil universitario que se originaba en las aulas de la UCAB.

El ciudadano en referencia, consideraba a este movimiento como una nueva tendencia democrática que tendría cabida en el espacio político de la vida nacional. Sin embargo por sus actitudes y manifiestas tendencias, muchos de nosotros vislumbrábamos desde ya, que algo andaba mal en Dinamarca, sus principales dirigentes estaban manejados por esa derecha fascista que se cobija bajo el manto episcopal y por la embajada de USA en Venezuela. Eran los cachorros del Imperio.

Hoy considero que aquellas declaraciones emitidas por el personaje en referencia, hayan sido el resultado del temor producido por aciagas experiencias vividas durante la IV República, o quizás, hayan sido el producto de la angustia por tratar de evitar una eventual represión por parte del gobierno nacional ante la actitud agresiva de esos jóvenes fascistas. Sin embargo, en el fondo sus declaraciones denotaban cierta preocupación por el trato que habría de tenerse con la oposición, y al respecto, consideraba prudente mantener el mayor tacto posible para evitar situaciones complejas que podrían afectar el “estado de derecho” del cual disfrutamos “todos” los venezolanos.

La verdad es que éste “estado de derecho”- al que tanto invoca la oposición de acuerdo a sus conveniencias- es el mismo que permitió catalogar el golpe de estado del 11 de Abril, como un simple vacío de poder que requería de un reemplazo “democrático” en Miraflores, y es el mismo que ha impedido en reiteradas ocasiones juzgar y condenar a ciudadanos metidos en conspiraciones contra de la estabilidad del país.

La ausencia de castigo ha favorecido la impunidad. En momentos en los cuales el país se ve amenazado por los apatridas con saboteos al suministro de electricidad o del agua potable, o del posible saboteo dentro de PDVSA o del Metro en a nivel nacional, ante tal eventualidad, la gente pide al gobierno la militarización de estas instalaciones y en el caso de ocurrir algún atentado pide también al gobierno que los ciudadanos que estén involucrados, sean castigados con todo el rigor que exige la ley.

Si aparecen temores o pánico por parte del gobierno nacional, con respecto a la posible reacción de los medios a nivel internacional, por aplicar la ley y hacer justicia, no hay que olvidar nunca que dichos medios son portadores de una opinión sesgada y manipulada por la internacional fascista e imperialista que nos ataca y, en consecuencia, no debemos ni tenemos que respetarla. No merece ningún tipo de consideración por nuestra parte.

El CASTIGO puede ser considerado como un componente más de esa categoría constituida por cualidades sociales que al ser quebrantadas requieren de él para su equilibrio.

La REPRESIÖN es otra cosa, también es parte de una cierta categoría de eventos que se aplican a la sociedad por el poder. Viola e irrespeta profundamente los derechos humanos.

No es igual un gobierno con autoridad suficiente para castigar el delito, a un gobierno que se apoye en la fuerza del poder para atropellar y violar los derechos humanos del individuo.

alexriver870@hotmail.com


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Alex Rivero


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