Hay cosas en el seno del chavismo que hacen pensar en la necesidad perentoria de atender dos materias pendientes, por una parte, la impunidad en atender diligentemente a nuestra gente ante los ataques físicos y verbales de personeros de la oposición, en contraste con la rapidez en el caso contrario (AVILA TV); lo otro, es el adolecimiento en la generación de conciencia revolucionaria en gran parte de quienes defienden el proceso revolucionario, lo que acorta el racionamiento acerca del análisis de ciertos hechos ocurridos recientemente, tomando como muestra tres eventos que paso a enumerar y que son calificados como frentes venidos a menos, por decirlo de alguna manera; el caso de las piedritas, lo ocurrido por la acción temeraria de Lina Ron y por último, la agresión mediática a la gente de Avila TV; hechos todos que son considerados frentes de lucha revolucionaria que por ahora no están aparentemente en el frente de batalla en la defensa revolucionaria.
Desalentamos no los motivos que impulsaron a estos camaradas a actuar con orientación anárquica e inconsulta, sino a la inutilidad de ofrecer a través de actos sin sindéresis alguna, materia prima para el enemigo histórico de las luchas revolucionarias en la búsqueda del camino socialista que impulse la liberación del atado capitalista, es por ello, que vale la pena preguntarnos al que apostamos cuando definitivamente la impunidad ante las actuaciones antidemocráticas dejan pasar hechos y eventos que realmente dan rabia y desconsuelo en muchos camaradas, precisamente esto nos hace reflexionar y por ello, pasamos al segundo elemento, que demuestra a las claras un vacío tremendo en el análisis de la actuación revolucionaria, por la falta de un elemento que permita a través del análisis científico sencillo, aplicar la sabia conseja que nos permita medir los actos en que se incurren cuando no obedecen a una practica colectiva sino parcial de la estrategia de lucha por la ideología, he allí el importante papel y la tarea inmediata que tiene por delante el partido de la revolución el P.S.U.V. , que de paso debe erigirse en el creador y amortiguador por excelencia del proceso revolucionario, generando como de hecho se propone ahora la profundización del aprendizaje ideológico, por supuesto no se debe aspirar que los factores aliados participen denodadamente en esta empresa tan necesaria como útil, sino que al menos nos acompañen en su desarrollo.
Apostar al castigo ejemplar, nos permite corregir fallas del proceso y quitar a la oposición inmadura e impulsiva, llena de odio por cualquier cosa, alimentada por los medios pitiyanquis y el caso puntual de Globoterror , banderas que ni siquiera saben explotar por la ceguera demostrada a través del tiempo.
Nadie ha dicho que esta revolución ha sido y será fácil, el proceso como todo hecho social va provocando deserciones y decantaciones si se quiere necesarias; por otra parte, es conveniente reiterar que gran parte de los fracasos de la izquierda en todo lugar, ha sido el foquismo e inmediatismo en ver el desarrollo de los procesos, la dialéctica es bueno tenerla presente en cada acción revolucionaria, más aún cuando esta es una revolución democrática y de vía electoral, lo que hace más compleja y dinámica la aplicación que acelere los cambios, lo que nos debe hacer reflexionar acerca de los alcances logrados y las metas que suponemos están en nuestras conciencias, la paciencia es propia de los sabios y este pueblo lo es, lo que significa en primer lugar que tenemos que tener confianza infinita en el líder y en segundo término la producción de la línea central debe ser consecuencia de la dirección colectiva y quien tiene la palabra en este sentido es el gran partido de la revolución venezolana.
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