Se trata de una guerra no convencional, de un asunto muy delicado, se trata de un país asediado desde lo externo e interno, país con cultura de recónditas ramificaciones ultramarinas tipificada desde la independencia por mantuanos ahora oligarquías. Que en 525 años de invasión sólo en 5 veces se defendió de los imperios: Bolívar, Zamora, Castro, Medina y Chávez y por supuesto la actual continuidad personificada en Maduro.
La historia, hombres y mujeres tienen el Don de cambiar las epopeyas; la superioridad bélica numérica no es factor de garantía del triunfo total, esto queda demostrado en el fracaso de naciones invasoras tales como: Inglaterra, Francia, España, Alemania, Portugal que por siglos saquearon y aún saquean a pueblos desvalidos del poder armamentista y sin dejar de citar al engendro Inglés, EEUU, hoy el imperio mortal que sitia al mundo con su impositiva tiranía. América del Sur provista de transformantes condiciones excepcionales tan así como el resto del continente, claro, con su desenfreno de poder teatralizado por EEUU y Canadá.
Es lo más apetecible geopolíticamente; pero la República Bolivariana de Venezuela en 18 años se la ha escapado de esas redes sometodoras, y por ese solo hecho, es sometida al cerco económico y toda posibilidad de desequilibrio económico-político-social de una nación en puja libertaria.
La dependencia iniciada con el asesinato de Sucre y la sospechosa muerte de Bolívar fijó una geopolítica de entreguismo por parte de sus sucedidos "gobernantes" todos apostados de rodillas ante el nacimiento del imperio sucesor del español; cambio de tercio, las oligarquías ni tienen patria, no es de su léxico ni su ánimo de apetencia, le supera cualquier valor superfluo que le permita ostentosidad de irrelevante poder. Es a eso, a lo que se enfrenta la Venezuela Revolucionaria.
La quinta columna sobresedió al enemigo a cambio de prerrogativas anti-nacionales. Toca a la ANC, que no está solo compuesta por 545 integrantes ciudadanos sino que es el objeto del protagonismo popular derramar de pueblo la opinión y su proposición, toca la alto gobierno el ir cediendo el poder al pueblo, toca desbaratar por entero al Estado burocrático, toca trasladar la ley a la calle, que esté ésta, en manos de su único propietario, el pueblo. No hay imperio que venza a un pueblo unido.-
