Jesús Farías es economista y por serlo, uno que no lo es y poco sabe de cosas de las finanzas y de política monetaria, tiene que hacerle caso o por lo menos prestarle mucha atención a lo que dice. Como sospecho se graduó en la UCV, lo imagino alumno de Héctor Malavé Mata, Armando Córdova, Silva Michelena y otros tantas "cajas de machete", como dicen allá en el pequeño lugar donde transcurrió mi infancia y, siendo así, mucho debe haber aprendido. Además, hijo de sus padres, el legendario combatiente Jesús Farías y mi compañera de trabajo Elizabeth Tortosa, con quien trabajé en un Departamento del INOS bajando hacia el este de Quebrada Honda, tiene raíces hondas también para el aprendizaje y la formación académica necesaria.
Farías viene diciendo algo que nosotros también hemos planteado a nuestra manera, sin ser economista, sino pirata o filibustero, desde hace tiempo. Hemos dicho que "dólar to day" impone su ley – pareciera que ambas palabras pegaran – porque el gobierno carece de dólares o no tiene la cantidad necesaria. El dinero, en este caso el dólar, es un medio de cambio y como tal una mercancía. Eso lo aprendí y se lo enseñé a mis alumnos en clases de historia de economía. Y en le economía capitalista, eso que los economistas llaman leyes del mercado, que no son tales por carecer de fatalidad y son manipulables por medio de varios mecanismos como el monopolio, cartelización y hasta el acaparamiento, quienes lo poseen imponen los precios. Ese mecanismo opera en el mercado de las monedas y es lo que hace a través de "dólar to day". Como el gobierno no puede ofertar de manera que imponga su norma en el mercado, quienes poseen la mercancía, con la ayuda de esa página se cartelizan e imponen el valor que les da la gana y el gobierno nada puede hacer, salvo llorar y hablar pendejadas hasta el cansancio. Esto explica y justifica lo que Farías viene diciendo como que:
"En aquél momento el control de cambio que se estableció con las enormes reservas funcionaba, ya no".
En efecto, "por ahora", por lo menos, no tenemos como imponer precios a la divisa extranjera, porque es una mercancía que no poseemos en la cantidad necesaria.
Y Farías, para fundamentarse, dice algo obvio que cualquiera puede comprobar revisando cifras del Banco Central:
"Venezuela está en el nivel de reserva per cápita más baja de la historia".
Para Farías, por esas razones hay ahora "un dólar descarrilado".
Piensa que el "control cambiario no es en sí mismo, una política "revolucionaria", pues antes gobiernos de la derecha, de AD y Copei, agregamos nosotros, aplicaron esa medida para evitar fugas, como cuando el gobierno de Luis Herrera. Que aquello acompañó con una fuerte devaluación por lo que se habló del "viernes negro".
Por eso propone la necesidad de suspender ese control que se corresponde con lo que sucede en el mercado de divisas, por lo menos por ahora, sostenemos nosotros. La disposición relativa a los ilícitos cambiarios, justamente intenta el proceder contrario, que entren dólares en manos de los particulares y para eso estos requieren determinadas condiciones.
Entonces para Farías el dólar "anda descarrilado" y hasta como alzado o enmontado y el gobierno tiene necesidad de encarrilarlo, meterlo en sus carriles. Pero ante ese reclamo de Farías y de muchos, desde hace tiempo y de una determinante mayoría que reclama políticas cambiarias que se adecúen a los tiempos y las circunstancias, el gobierno ha venido posponiendo decisiones, se inhibe, calla y mira como de reojo el acontecer, mientras el venezolano se llena de calamidades y dólar to day y sus adoradores hacen de las suyas. Pero ahora mismo la ANC, que no estaba muerta o "resucitó entre los muertos", ha tomado una decisión que para Farías es una manera de desarrollar "libre y sin restricciones las operaciones cambiarias y para que quien traiga dinero, deba justificar de dónde salió". Dicho de otra manera, para que esos dólares que están fuera o encaletados aquí adentro, entren en las operaciones cambiarias, requieren unas condiciones atractivas.
No obstante todo eso, tendremos que esperar como se desarrollan los acontecimientos. Pues los ortodoxos o quienes con estos comulgan, suelen siempre guindarse de sus santos y recetas y les cuesta desprenderse de ellas aunque la realidad les muestre la falta de eficacia.
Recuerdo mucho, como al inicio, el presidente Chávez, por inexperiencia solía plantear las soluciones desde la perspectiva de a quien aquello afectaría, como que esta ley va en contra de…." Con el tiempo se percató de una vieja enseñanza según la cual era mejor plantearlas desde el lado contrario, es decir de a quienes eso favorecería. Pero Diosdado Cabello, quien todavía no parece preparado para las grandes cosas, sigue plantado en la vieja estrategia o escuela pedagógica; quizás por eso, pese dice que la nueva ley de ilícitos cambiarios "le pondrá freno a la crisis económica y todo el dinero que se va a generar será destinado a los programas sociales que ejecuta el Gobierno", juicio hasta aquí muy bien planteado pero, además de otras cosas impolíticas, como cuando agrede a determinados factores sólo por ser opositores que intentan definir posiciones que favorecen los objetivos del gobierno y el país todo, no porque quieran hacerlo sino porque le es inevitable, dijo "con esta decisión los apátridas van a tener que sacar dólares de sus bolsillos". Es decir, esa decisión pareciera no tener un fin positivo y a favor de alguien, como él mismo lo definió, sino que está diseñada para "dañar" a un particular universo.
Por todo eso y en particular por la manera escabrosa como Cabello todavía suele abordar los asuntos de la política, quien "encarrile el dólar bien encarrilador será".