Con muchos camaradas y compatriotas hemos conversado a cerca del nombre apropiado para nuestra universidad ahora que estamos asistiendo a una profundización de la revolución bolivariana. Producto de las especulaciones salieron varios nombres a la palestra, algunos de ellos fueron: Universidad intercultural “Ezequiel Zamora”, Universidad del pueblo Zamorano, Universidad socialista “Ezequiel Zamora” y la universidad del pueblo socialista”Ezequiel Zamora”. La mayoría se fue por el último nombre, aunque a mi en lo particular me parecía más interesante la universidad intercultural, dado que está explicito e implícito el diálogo de saberes que tiene que prevalecer ante la arremetida neoliberal y globalizadora la cual nos ha impuesto un pensamiento único, nos referimos al pensamiento que nos ha culturizado al estilo de la civilización occidental capitalista. Sin embargo me solidarizo con el nombre escogido por la mayoría, el cual no es excluyente a la hora de proponernos cambiar radicalmente el proyecto capitalista aún instalado en nuestras casas de estudios superiores venezolanas.
Ahora bien, esta propuesta de cambio de nombre a la UNELLEZ, como puede apreciarse, pasa por SUPRIMIR O ELIMINAR EL TÉRMINO EXPERIMENTAL, lo que nos obliga a hacer la siguiente aclaratoria: últimamente quizás por costumbre o por desconocimiento ha sido asociado la “experimentalidad”con una supuesta dependencia política-.filosófica del poder central, o lo que es lo mismo a la pérdida de su autonomía. ¡Nada más erróneo¡
A mi juicio la llamada autonomía universitaria, eso que se conquistó en 1918 bajo aquel rebelde movimiento estudiantil, bajo la reforma de Córdova, no está ni debe estar en discusión. Nos referimos más exactamente a la libertad de cátedra que consiste en la autonomía o libertad del profesor en impartir su propia metodología para la actividad docente e investigativa. Pero la autonomía de la que hablamos no puede convertir a la universidad en un Estado dentro del Estado venezolano. “De la universidad, nos decía el ché, depende el triunfo o la derrota de los pueblos. En este sentido nuestro Estado autodenominado “Revolucionario y Socialista” cometería un pecado imperdonable si sigue financiando a las universidades para que desde éstas sigan impulsando su proyecto cultural-educativo al servicio de del gran capital y de las fuerzas sociales negadoras de la liberación de nuestro pueblo.
A manera de resumen: deshacerse de la experimentalidad no implica en esencia la eliminación de la llamada autonomía, más si debería, implicar-a mi juicio- el combate al modelo educativo tecnocrático que contiene dentro de si la palabra experimental. No olvidemos que este modelo es el que se le asigna a la Unellez y todas las universidades experimentales creadas en la década del 70, justo cuando el pais ensayaba la política desarrollista que ya se había aplicado tempranamente en Chile y Brasil, nos referimos a la “industrialización sustitutiva”, la cual requería del capital humano con excelencia académica para sus propósitos rentistas y de reproducción de capitales de los grandes grupos oligopólicos.
Una vez hecho la anterior aclaratoria nos queda libre el camino para fumigar y hacer desaparecer el término experimental, término que, dicho sea de paso, hoy resulta ocioso, y no sólo eso sino contraprudecente para un país en revolución como el nuestro, que todo indica que la marcha ascendente hacia el socialismo no es mero capricho ni una simple quimera, sino una realidad que ha vencido a la ficción de quienes han intentado volver al pasado.
Por todo el razonamiento arriba expuesto, es que un grupo de docentes y camaradas sostenemos la idea de cambiar el nombre de la Universidad Experimental de los llanos occidentales “Ezequiel Zamora” (UNELLEZ) por el de Universidad del Pueblo Socialista “Ezequiel Zamora”(UPSEZ). Las recientes autoridades nombradas y por nombrar tienen la palabra para que esta iniciativa sea elevada a las instancias correspondientes y necesarias para que sea debatida.
*Docente investigador UNELLEZ.
Franc2604@hotmail.com
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