Estimados camaradas socialista, el siguiente articulo busca, como único objetivo, poner en la palestra del debate y la reflexión publica, un tema, que para mi entender, se ha dilatado demasiado en el tiempo y ha traído, como consecuencia, una serie de distorsiones, cada vez más notorias, entre la ideología política de nuestra revolución y el verdadero devenir del quehacer diario, en nuestra bella patria.
Creo que el título de este artículo es más que explicativo, si algo hay que reconocerle a nuestro gobierno revolucionario es la premura y la diligencia con la que ha tratado todos los problemas, harto urgentes, de la clase más necesitada de nuestro país. Han sido casi once años de inmediateces, de prácticamente plagiar el hambre y la sed del necesitado, era tal el abandono en el que se encontraba, más del 70% de la población venezolana, que los niveles de carestía de los insumos más básicos era realmente patético y de tan grande cuantía, que prácticamente, se nos ha ido el tiempo en poder, medio nivelar, a esta clase con el resto del país, ampliamente dominado por la burguesía.
Es claro el avance en este aspecto, misiones como Robinson que permitió, realmente, alfabetizar a nuestro pueblo, misión Barrio Adentro que llevo la atención primaria a nuestros barrios y pueblos totalmente olvidados por la cuarta república, las misiones Mercal y Pdval, que gracias a la intervención clara y sostenida de nuestro gobierno, han logrado, en buena medida, paliar el alto índice de desnutrición y se ha logrado poner al alcance real del más necesitado los insumos de primera necesidad.
Me harían falta varios artículos para alabar al gobierno en este aspecto, al igual, que harían falta otros tantos para criticar sus equívocos e inacciones, pero como dije anteriormente, ese no es el tenor de este artículo, yo lo que busco es poner el dedo en la llaga del importantísimo, inevitable y además vital, tema de la ideología que ha de regir y servir de marco de referencia a nuestra bella patria, es decir, el Socialismo del Siglo XXI.
Siempre lo inmediato ha sido un gran estorbo para lo importante, un ejemplo más que claro son las eternas hambrunas que ocurren en los países del noreste africano, en los cuales, año a año, la ONU implementa programas tendientes a resolver el problema inmediato, el cual es paliar la hambruna creciente, claro está, también han ido al fondo, a lo importante, como es el tratar de obtener tierras cultivables y pasar, de esa manera, a lograr una producción que les sea autosustentable a estas poblaciones. Las variables de este problema ahora no me interesan, lo que es cierto, es que si hace 20 años la ONU, sin dejar de atender la hambruna inmediata, hubiese puesto todo su poder en resolver lo importante, como era la obtención de tierras para cultivo, este problema se hubiese eliminado o por lo menos mitigado con antelación, el por qué la ONU no ha tomado estas medidas, sería bueno analizarlo en otro artículo.
Al igual que el ejemplo anterior nuestro gran gobierno revolucionario se ha dedicado, con ahínco y tesón, a resolver el problema inmediato, el del día a día y ha descuidado grandemente lo importante, lo de fondo, lo que realmente solucionaría el problema, para hacer más clara mi exposición daré otro ejemplo que creo muy explicativo, a saber: se presenta, desesperada, una madre con su hijo, con una alta fiebre, el médico, el cual cansado y sin ganas de hacer su labor, en vez de analizar a fondo a la criatura ordena un medicamento, tendiente para bajar la fiebre y le indica a la madre, que use baños fríos hasta estabilizar a la criatura; esta así lo hace y se ve una mejoría en el niño, pero como el problema de fondo es una naciente meningitis y ya que esta no se trató de manera efectiva, sino más bien, con paliativos ineficaces, la meningitis prospera y agrava mucho más al niño o hasta le puede causar la muerte.
Este ejemplo, duro pero claro, demuestra que la inmediatez con la que ha obrado nuestra revolución, si bien harto más necesaria que la fiebre del pequeño, no es menos cierto, que nos ha alejado del resultado final, de la solución común, como era la verdadera transformación de nuestra sociedad, en una real y efectiva sociedad socialista y en este punto, también quiero dar un ejemplo, que expone, en buen grado, mi idea central. En el apartado educativo los logros de nuestra revolución, como ya he dicho, son innegables, pero pensemos un poco, si al cabo de los dos primeros años nuestra revolución hubiese instaurado un verdadero sistema primario de educación socialista, que permitiera, efectivamente, preparar las mentes de nuestros jóvenes, para nuestra nueva realidad, para ese cambio profundo que se debe dar dentro de nuestra sociedad, esto en honor a la verdad, sería muy difícil el haberlo podido implementar, pero no es menos cierto, que todo lo realmente importante siempre es muy difícil de acometer, pues como decía, si apenas a dos años de la revolución se hubiese hecho esto, hoy en día, esa nueva camada de jóvenes con edades entre los 15 y los 18 años o serían verdaderos revolucionarios socialistas o por lo menos, tendrían una verdadera y clara idea, una base fuerte y sustentable, de lo que debe ser una sociedad socialista y así poner a funcionar su mente analítica y comparar una sociedad y otra y tengan la completa seguridad camaradas, que tendríamos en estos momentos, una base humana monumental, para realmente decir, con todos los acentos posibles, que ahora si estaríamos logrando la transformación profunda de nuestra sociedad.
El ejemplo anterior es harto explicativo, ya que si bien, como ya he dicho, es innegable el éxito del gobierno en la política educativa, (por lo menos en lo inmediato), no es menos cierto que en este apartado la deuda con lo importante, con el fondo del problema, es enorme, ya que apenas hace unos meses es que se aprobó la reforma al sistema educativo y esta reforma, aparte de llegar tarde, llega muy chucuta, lo cual nos hace presagiar que en el apartado de mayor importancia, como lo es el de la educación, vamos muy retrasados.
Es hora de pasar la página, lo inmediato, en mayor o menor medida, ha sido tratado y solucionado, ahora hay que ir al fondo, a lo importante, si queremos una auténtica reforma financiera, un verdadero control del gasto, para realmente socializarlo, pues dejémonos de tonterías y nacionalicemos la banca. Queremos lograr el abastecimiento total de productos de la cesta básica a la población, a VERDADEROS PRECIOS SOCIALISTAS, pues la única manera es socializar el aparato productor alimentario, de otra manera existirá la eterna especulación, el eterno jueguito de la carestía y el acaparamiento y así, en todas las ramas de nuestro quehacer diario.
Es hora de tomar medidas, si bien no digo que estaticemos de una vez la banca, ya está bueno de repartirles a cada rato que cumplan con sus obligaciones, procedamos, controlemos y construyamos, el verdadero socialismo, pero sin un verdadero aparto educativo, que forme a nuestros jóvenes en esta nueva sociedad, sin el control del aparato financiero, que ponga coto y termino a la eterna especulación cambiaria y sin un verdadero control del aparato productor, seguiremos como vamos, atendiendo lo inmediato y tengo que ser justo con el gobierno, atendiéndolo de muy buena manera, pero relegando más y más la verdadera solución, como es el dar inicio a la atención de lo importante.
pito0726@hotmail.com.