En la sesión 2023 del Consejo universitario, celebrada este miércoles 26 de mayo, se suscitó una situación que debemos calificar de inusual. Efectivamente, la decana de Ciencias, la prof. Jenny Salazar había planteado la semana pasada al Consejo el punto de las elecciones que se deben llevar a cabo en dicho decanato en el mes de julio. Luego le va a corresponder al Decanato de Ciencias de la Salud elegir a su decano en ese mismo mes.
La semana pasada, no se votó, aunque dos pronunciamientos jurídicos, el de la Consultora Jurídica de la Universidad y el del Abog. Pier Paolo Pasceri, desaconsejaban que se convocara a elecciones con el Reglamento de la UCLA, en virtud de la decisión ya conocida del TSJ suspendiendo el proceso electoral de autoridades rectorales. Sin embargo, el consejo, no contento con esas opiniones solicitó otras y éstas que llevaron a la sesión 2023, si plantean que se puede convocar a elecciones con el Reglamento vigente de la UCLA, ya que la decisión del TSJ “no aplica para estas nuevas elecciones”. (un abogado amigo me dijo que esto es tan descabellado como si alguien cometiera un atraco, va a juicio, pero como no hay suficientes pruebas se le dicta una cautelar y queda en libertad condicional. Luego el sujeto se plantea cometer un delito menor, un hurto, pues este delito “no aplica”, ya que él está siendo juzgado por un delito mayor). A mi el ejemplo no me quedó claro. Lo que si está claro es que si el TSJ suspendió las elecciones de autoridades que son de mayor rango, ahora no podemos nosotros convocar otras de menor rango con el mismo argumento.
En función de ello, se debatió en el consejo acerca de si se debía autorizar o no que el Decanato de Ciencias prosiguiera con el proceso electoral, tal como se tenía previsto.
Tanto la semana pasada, como en esta sesión, el suscrito advirtió en reiteradas oportunidades que convocar a un nuevo proceso electoral, con los mismos argumentos y reglamentaciones del de las autoridades, suspendido por el TSJ implicaba colocar a la UCLA en situación de vulnerabilidad, ya que se podía entender que las autoridades convocantes estaban desacatando la decisión del máximo órgano judicial de Venezuela y si éste había dictado una cautelar suspendiendo las elecciones de autoridades universitarias, mal podía convocarse a un nuevo proceso de autoridades de rango inferior con el mismo reglamento impugnado y prácticamente derogado por el TSJ.
Pero no. Al parecer la sindéresis se fue de vacaciones en el Consejo Universitario Ahora se apoyó este pronunciamiento de los nuevos abogados y se aprobó la convocatoria a lecciones en el decanato de Ciencias con la reglamentación vigente de la UCLA, que viola flagrantemente la Ley Orgánica de Educación y una vez más el Consejo se coloca al margen de la ley.
Previamente, yo había leído a los consejeros el artículo 25 de la Constitución que textualmente establece:
“Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”.
Ello lo hice para advertir tanto al Consejo Universitario como a los decanos que están por convocar a elecciones de las consecuencias que en su caso particular podría ocurrir. Este acto del Consejo, tal como lo establece el citado artículo 25 es nulo, pues viola el derecho al voto de obreros, empleados, estudiantes, egresados y profesores instructores a votar en las elecciones, tal como lo establece el art. 34,3 de la LOE. Si hay una demanda civil, administrativa, o incluso penal, quienes convoquen a elecciones o integren comisiones electorales corren el riesgo de ser sancionados por los organismos jurisdiccionales, no pudiendo invocar que lo hicieron siguiendo las instrucciones del Consejo universitario. Ello ya no puede ser una excusa. La Constitución es clara en esa materia.
Allí lo que correspondía era diferir el llamado a elecciones hasta que se tuviese claro el panorama electoral, sobre la base del reglamento que la UCLA debe elaborar y plantear al MPPEU, tal como lo solicitó el ministro Ramírez al Rector Leone.
Incluso, (siguiendo la mayéutica socrática) el suscrito planteó que las autoridades no deberían de votar, ya que se encuentran, según la decisión del TSJ, en condiciones de provisionalidad y limitados sólo a funciones meramente administrativas. El decano de Administración, en un acto de racionalidad sugirió lo mismo, así como otros consejeros. Sin embargo, tal recordatorio generó en el rector (transitorio) Francesco Leone un ataque de malestar que lo llevó a expresar airadamente: “a mi que no me amarren, soy rector o no soy rector. Yo si voy a votar”. Y votó, no sólo él, sino el resto de las autoridades transitorias (Edgar Alvarado, Nelly Velásquez y Francisco Ugel, mas los representantes profesorales, así como el resto de los decanos, con excepción de los decanos de Ciencias y de Ciencias de la Salud, y el representante estudiantil). Por supuesto, yo voté en contra de semejante exabrupto.
¿Por qué lo hacen? Por qué insisten en colocarse al margen de la legalidad, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de la propia sentencia del TSJ y de los dos exhortos que le hizo el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria?.
Las autoridades transitorias están de ida (recordemos que las cuatro están jubiladas). A ellas no les interesa el destino de la universidad. “Después de mi, el diluvio”, pareciera ser su pensamiento. Lo que extraña es que el resto de los consejeros, sigan el mismo camino. Yo planteé en el consejo que, como ya hemos ratificado, el gobierno no está interesado en intervenir la UCLA. Ésta de hecho, ya está intervenida pero por las actuales autoridades que, ya no son electas, sino puestas allí por un órgano externo: el TSJ con la condición de que convoquen a elecciones en el marco de la LOE. No lo quieren hacer. Su deseo de perpetuación en el gobierno universitario es tal que no les importa lo que pueda ocurrir. Por ello es válido sacar a colación dos expresiones devenidas de los saberes populares: “tanto va el cántaro al agua, hasta que se revienta” y esta otra: “el que va a caer no ve el hueco”. En este caso es peor. Se ve el hueco, pero se insiste en caminar hacia él. ¿Ataraxia o desprecio por la comunidad universitaria, las leyes y las instituciones?. He allí el dilema de las autoridades y del propio consejo universitario. Yo creo que es el desprecio.
COMENTARIOS ADICIONALES:
1.-AUDITORÍA DE CARGA ACADÉMICA EN EL DAC. En el DAC se realizó recientemente una auditoría de carga académica de los docentes y sus resultados apuntan a que se necesario tomar medidas urgentes que subsanen varias irregularidades que allí se manifestaron y que colocan a los gerentes del decanato en condiciones precarias por su falta de gobernabilidad y de supervisión. Leí el informe y es muy, muy preocupante, como la desidia en la que ha caído nuestro Decanato.
2.-CASO: Prof. JANETH LAMEDA. En el Consejo universitario se trató el caso de esta docente quien había impugnado el BAREMO para las dedicaciones exclusivas que, desde su punto de vista la había perjudicado. El caso duró dos años en el Consejo y luego de este tiempo se le dice que no tiene razón. No estuve de acuerdo con la decisión, Lo extraño es que ni siquiera los representantes profesorales la defendieron, ni emitieron opinión alguna. La justicia tardía no es justicia. Menos si es una injusticia.
3.-POSICIÓN DE AUTORIDADES RESPECTO A COMISIÓN DE REGLAMENTO. Las autoridades aún no han respondido al ministro Edgardo Ramírez acerca de la comunicación que éste entregó al rector. Tampoco se han avocado a establecer de manera consensuada la comisión que elabore el reglamento electoral de la UCLA adecuado a la LOE. Esto no es más que tácticas dilatorias para estar mas tiempo en el poder. Pronto la comunidad universitaria reaccionará
4.- PARO DE FAPUV-APUCLA. Para este jueves 27 de mayo se está convocando un nuevo paralización de las actividades docentes. Aún habiendo manifestado en varias oportunidades que hay motivos para luchar por mejoras salariales y sociales, también he expresado que no puede ser el paro el único mecanismo de lucha. Con él no hemos logrado nada hasta los momentos. O si: perjudicado a los estudiantes y enormes pérdidas económicas a la nación. Las razones que en esa oportunidad esgrimí las mantengo y reitero:
1.- “Es inconsulto. La FAPUV no consultó a nadie para llamar al paro. No se hizo ninguna asamblea con la base profesoral en ninguna universidad para indagar si los profesores están o no de acuerdo con dicho paro.
2.- Es ilegal. No siendo juez ni abogado laboral, pero sí con un mínimo conocimiento del marco regulatorio laboral, este paro, (como casi todos los que llama la FAPUV) es ilegal, pues no sigue los procedimientos establecidos en las leyes venezolanas para decretar una huelga o paralización de actividades laborales. El artículo 97 de la Constitución establece: “Todos los trabajadores y trabajadoras del sector público y privado, tiene derecho a la huelga, dentro de las condiciones que establece la Ley”. ¿Cuál Ley?. En la Ley Orgánica del Trabajo están establecidos los pasos para la huelga y ni uno sólo de ellos se ha seguido. De tal manera que estamos en indefensión jurídica. 4.- Es parcial. Desde dos puntos de vista. En primer lugar, sólo 8 universidades de todo el espectro universitario lo acataría. En segundo lugar, no cuenta con el apoyo de los empleados y obreros universitarios, ni tampoco de los estudiantes.
5.- No tiene sentido de la estrategia. Simplemente se convoca a un paro sin otros objetivos en el corto y mediano plazo, sin hacer un estudio de las fuerzas con las que se cuentan, de los recursos con los que contamos, de la capacidad de convocatoria que se tiene.
6.- Es automático, en el sentido de que la FAPUV-APUCLA lo único que hacen es cada cierto tiempo, cuando salen de la modorra y la rutina burocrática, dicen: tenemos un problema, convoquemos a un paro parcial para que vean que sí somos luchadores. Y en esa inercia, en esa respuesta obvia, poco creativa y de poca eficacia nos mantenemos en las universidades. Entiendo que hay razones para la lucha por la ampliación de nuestras conquistas y reivindicaciones laborales, sin embargo, en varias oportunidades he planteado que se hace necesario, a los fines de tener contundencia y lograr los objetivos que nos proponemos, estudiar mas adecuadamente los métodos que debemos desarrollar para no seguir haciendo de los paros parciales un “rittornello” absolutamente inocuo, de resultados magros y que poco apoco nos puede ir “desvalorizando” (y me disculpan la expresión) ante la opinión pública. Participación consciente y combativa, agresividad creativa y sentido de la táctica y la estrategia, claridad del contexto socio-político en el que nos movemos, hacen falta para el logro de nuestros objetivos.”
5.- FONJUCLA- IPSPUCO. Respecto a estos dos órganos de empleados y docentes profundizaré en un correo posterior. Pero por ahora, le digo a los empleados que no se dejen manipular por quienes ahora se presentan como los salvadores de un fondo por el que jamás han luchado. Respecto al ISPUCO: conciencia, conocimiento y reflexión de las responsabilidades que allí existen. Debemos actuar para solventar la situación de insolvencia de nuestro organismo de previsión social y de salud, pero haciendo acopio de nuestras potencialidades y capacidades. Pero los responsables de dicha situación son tres: la mala gerencia, las clínicas abusivas (la salud mercantilizada en el capitalismo salvaje y súper especulativo que se manifiesta en las clínicas privadas) y la estructura inadecuada de los órganos docentes: APUCLA, IPSPUCO, APUCLA Y FONDO DE JUBILACIONES DOCENTES.
Saludos solidarios;
(*) Representante del MPPEU ante el Consejo Universitario de la UCLA
cecilperez@ucla.edu.ve